Reconoció hace unos días que lo que más lo ha dañado políticamente son los escándalos de sus colaboradores

Raúl García Araujo | @araujogar

La oposición reedita la estrategia, que en su momento aplicó como gobierno, para intentar destruir a Andrés Manuel López Obrador, entonces potencial candidato presidencial, actualmente abanderado de una transformación que ha dejado muchos heridos en el camino.

Luego de la confesión presidencial del lunes, en la conferencia de prensa mañanera, de que lo dañaron más los videoescándalos que el desafuero, queda de manifiesto que los videos fueron auténticos obuses que pegaron en la banda de flotación del entonces jefe de Gobierno del otrora Distrito Federal.

El gobierno del expresidente de extracción panista, Vicente Fox Quesada y aliados del PRI y el PAN tenía identificadas perfectamente las banderas que tenía bien desplegadas el segundo jefe de Gobierno capitalino, de izquierda llegado ahí por la vía constitucional.

Rosario Robles Berlanga terminó en interinato lo que le dejó el que fuera el primer jefe de Gobierno de la oposición, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

La primera bandera que ondeaba el opositor al régimen, Andrés Manuel López Obrador fue la de la honestidad, luego entonces habría que destruirla y los estrategas del PRI, el PAN y aliados diseñaron un plan, mismo que contó con la anuencia del presidente, Vicente Fox Quesada para echarlo a andar.

Fue entonces que se fraguó lo del videogate, en el cual tuvo una participación activa el empresario argentino, Carlos Ahumada Kurtz, quien para entonces ya había roto su relación sentimental y de sociedad con Rosario Robles, luego de que no se le habían pagado contratos de obras, que por cierto no había hecho, en demarcaciones como la Gustavo A. Madero, cuyas denuncias en su contra fueron las que detonaron el escándalo de corrupción, que a la postre lo llevaron a la cárcel.

Su participación en la aportación de los vídeos en los que grabó al exsecretario particular del exjefe de Gobierno citadino, René Bejarano y al exjefe delegacional y esposo entonces de la hoy jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, Carlos Imaz Gispert, recibiendo dinero, fue crucial para lo que vino después.

Como el mismo Ahumada Kurtz lo revela en su libro “Derecho de réplica”, en la difusión y explotación de los mismos tuvieron que ver el expresidente, Carlos Salinas de Gortari y el exsenador y exdiputado del PAN y también empresario, Diego Fernández de Cevallos, lo cual pactaron con Televisa, según lo relata también el empresario argentino.

La grabación editada de los momentos en que René Bejarano recibe de manos de Carlos Ahumada los fajos de dinero, ha sido el material videográfico más reproducido en la historia de la televisora de Chapultepec.

En menor medida la situación similar ocurrida con Carlos Imaz Gispert, dado que su vínculo con el entonces jefe de Gobierno era de poca monta, el que verdaderamente importaba era el de René Bejarano, su exsecretario particular y esposo de Dolores Padierna, dos importantes activos del movimiento de izquierda, muy cercanos al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y al propio López Obrador.

Fue así que se tambaleó la principal bandera política de este último, como él mismo lo vino a reconocer, apenas en su conferencia mañanera del lunes donde dijo que fue lo que más daño le hizo, por encima del desafuero.

Pero había más en el plan de las cúpulas priista, panista y de los expresidentes Carlos Salinas y Vicente Fox y esto era ir por la segunda bandera política de López Obrador.

Para ello habían dado seguimiento (?)  a varios funcionarios del gobierno del tabasqueño y fue así que dieron con el gusto de su entonces secretario de Finanzas, Gustavo Ponce, por los viajes a las Vegas y su pasión por las apuestas.

Decidieron ampliar su espionaje hasta él hasta que tuvieron la grabación perfecta, en el lujoso hotel Bellaggio, donde además de hospedarse y demostrar su generosidad con las propinas, dilapidaba importantes cantidades de dinero, en apuestas.

El material videográfico, posteriormente difundido, era oro molido para minar la segunda bandera política de López Obrador, la de la austeridad, de ahí la también importante difusión del video en las televisoras.

La bandera de la austeridad había quedado lastimada.

Faltaba poner en entredicho el estandarte de la transparencia, para lo cual se usó el tema de los contratos, en su narrativa, no exhibidos de las obras de los segundos pisos.

En suma, la oposición, antes gobierno, reedita aquella estrategia de combate y eliminación del adversario, aderezada ahora con auténticos caballos de Troya, quienes en su afán de lograr sus propósitos, traicionan al movimiento de la 4T y a su principal exponente, el presidente López Obrador.

Esto ocurrió con David Eduardo León Romero, incrustado por el exgobernador de Chiapas, Manuel Velasco, en la campaña presidencial lopezobradorista, y quien se auto grabó dando dinero al hermano de Andrés Manuel, supuestamente para la campaña.

Con una muy buena estrategia, pero perversas intenciones, a instancias del exgobernador chiapaneco, quien fuera coordinador nacional de Protección Civil se coló hábilmente en el primer círculo del lopezobradorismo y se ganó la confianza del presidente.

Sin embargo, sus aviesas intenciones, afloraron muy pronto al revelarse aquel video en el que se aprecia el tamaño de su perversidad, exhibiendo al hermano del presidente, Martín Jesús López Obrador, difundido ampliamente por los medios de comunicación y las redes sociales.

Fuentes allegadas al lopezobradorismo confiaron a En Corto que las verdaderas intenciones de la dupla Manuel Velasco-David León eran desbarrancar a la mala al entonces hombre de todas las confianzas del presidente, César Yáñez Centeno, y obtener esa posición de confianza para hacer negocios e influir en las decisiones de López Obrador.

Para ello se habría valido, nos confían, de poner en el camino «cuatros» a César Yáñez, quien  hizo caso omiso al canto seductor de las sirenas chiapanecas.

Hábil como es David León, aspiraba a la vocería del gobierno de la 4T, con el argumento de que es licenciado en Comunicación, y efectivamente tiene dotes de comunicador, de lo que dio amplias muestras siendo el responsable de Protección Civil.

Muchos se preguntan qué habría pasado si no se da a conocer el video de marras y de concreta su posterior cargo de responsable de adquirir los medicamentos para el país.

Y sigue la guerra, la oposición vio de nueva cuenta en los videoescándalos, las mejores herramientas para golpear la imagen y proyecto del presidente López Obrador.

En esa tesitura se enmarca la aparición en video de su secretario Particular, Alejandro Esquer y la oficial mayor de Presidencia, Denis Vasto, en un operativo que calificaron los medios como “carrusel” que golpea de nuevo sus banderas de honestidad, austeridad, así como la lucha contra la corrupción y transparencia.