En una de las camionetas captadas el sábado traían una batería antiaérea


El enfrentamiento del sábado en comunidades de Apulco, Zacatecas dejó al descubierto el poder de fuego que tienen los grupos criminales que disputan esa zona del país. También, evidencia una vez más, la posible colusión de policías municipales con el crimen organizado.

La mañana del sábado, sicarios del CJNG se enfrentaron con un grupo rival en las comunidades de Pastoría y Tenayuca del municipio de Apulco. Fue una balacera que duró casi tres horas y en las que según el reporte oficial no hubo muertos ni heridos.

En estos hechos, como lo informó Dominio Público Noticias, fue asegurada una camioneta negra con blindaje artesanal de las tipo monstruo en la que había municiones, chalecos antibalas con la leyenda del CJNG y un dron.

En las imágenes que difundió este medio el domingo, se ve el paso de un convoy de vehículos de los criminales por el llamado crucero de La Ermita.

Llama la atención la primera camioneta, una roja de redilas, que trae en la batea una arma de alto poder, similar a las baterías antiaéreas, usadas para derribar aeronaves.

En el resto de los vehículos van hombres con metralletas, armas cortas y granadas.

En algunas de las imágenes a las que Dominio Público tuvo acceso se puede ver que cerca del paso del convoy del CNJG estaba una patrulla de policías municipales de Nochistlán, que parecen resguardar el paso de la caravana.

No es la primera vez que los uniformados de ese municipio son señalados de proteger a los delincuentes, pues en otras ocasiones incluso se les ha visto patrullando juntos.