La semana pasada, el diario El País dio a conocer que 46 por ciento de la tesis de doctorado de Esquivel Mossa fue plagiado

Académicos mexicanos y extranjeros difundieron un desplegado en el que exigen que la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel, ofrezca una disculpa pública, luego de que se diera a conocer el segundo presunto caso de plagio que la servidora habría cometido para obtener el grado como doctora en Derecho.

Los académicos consideeran que la ministra ha dejado de tener una condición constitucional para desempeñar la labor que lleva, por lo que “lo mínimo que se esperaría es que renuncie a su cargo por la gravedad de sus actuaciones”.

La semana pasada, el diario El País dio a conocer que 46 por ciento del proyecto de Esquivel Mossa cuenta con párrafos contenidos en trabajos de otros 12 autores mexicanos y extranjeros.

El hecho fue justificado más tarde por su abogado, Alejandro Romano, quien atribuyó la existencia de textos ajenos a un “descuido” o posible error de impresión en el que se olvidó entrecomillar e incluir la bibliografía que daría crédito a los autores originales de las ideas plasmadas en el trabajo que la ministra presentó ante la Universidad Anáhuac.

En el texto suscrito por estudiosos como el geógrafo Jean Meyer, la doctora en educación Alma Maldonado, entre otros, remarca que la comunidad cuenta con estándares definidos desde hace mucho tiempo para desarrollar su trabajo. “Estos no son una novedad”, subraya.

Por ello, recalcan que la honestidad intelectual y la obligación de citar las fuentes que se utilizan es indispensable, “porque la ciencia trabaja así, a través de intercambios colectivos de ideas, en donde el reconocimiento de las autorías se torna fundamental para comprobar o desechar hipótesis”

Dado esto, consideraron que la respuesta que el abogado ofreció para defender a Esquivel Mossa ante las acusaciones de plagio “ofende y es un insulto al rigor, a la honestidad y a un trabajo intelectual que se ha venido construyendo a lo largo de siglos desde la academia”.

Calificaron como “inadmisible” que se intentara asegurar que la ministra sólo invocó puntos de vista de renombrados juristas, pues el estándar señala que cualquier idea ajena debe ser reconocida para no ser presentada como propia.

“Aducir que: ’la posible existencia de omisiones en las citas de autores, o de errores en su redacción, solo tienen ese significado, -el de deficiencias o descuidos-, pero jamás una forma de plagio’, pretende menospreciar e ignorar los estándares sobre los que se desarrolla un verdadero trabajo académico”, apuntaron.