El abogado deportivo participó en el Foro de Consulta de la Iniciativa de Ley General de Cultura Física y Deporte, en la Cámara de Diputados 


Jalil del Carmen Clemente, abogado deportivo, se pronunció a favor de construir el patrimonio cultural deportivo y fomentarlo en cada individuo empezando por los niños de cada entidad, sin olvidar las actividades que ya existen, ya que el deporte también se estudia.

Sin embargo, aclaró que no todo es deporte, no toda la gente quiere competir, la mayoría lo realiza por mejorar su salud, pues está comprobado que el ejercicio previene enfermedades.

Al hablar de las políticas públicas en el deporte en el salón Legisladores de la Cámara de Diputados, el especialista refirió que se debe pensar en el deporte mirando la historia para poder comprender la actualidad, y no hablar solo de 500 años sino de más de 2,500 años cuando se empezaron a formar las primeras civilizaciones

Ante especialistas, diputados federales, así como de deportistas en distintas áreas, Del Carmen Clemente señaló que a partir de cuando empieza la civilización surge la actividad física, empezando por la cacería, la pesca y la recolección, pero le va dando un significado importante a ello cuando empieza la muerte, el sacrificio humano.

En este sentido, aclaró que en el Juego de Pelota no todo era un sacrificio humano, pero se debe entender que el crecimiento de la actividad física ha perdurado a través de la historia, siendo los primeros deportes la charrería y las luchas.

Jalil del Carmen, indicó que todo esto hace reflexionar sobre “en qué somos buenos los mexicanos”, pues teniendo tantos deportes se empieza a seleccionar en cuáles se destaca más. “El deporte es un ente complejo, por su naturaleza cambiante, constante y dinámico”, destacó, al agregar que eso es lo que lo hace maravilloso, y lo podrán decir también quienes han participado en Juegos Olímpicos.

Al participar en el primer día del Foro de Consulta de la Iniciativa de Ley General de Cultura Física y Deporte, realizado en la Cámara de Diputados, refirió que “no se debe aplicar la teoría de la olla de tamal, es decir no utilicemos la misma masa para todo”.

Quiere decir que las políticas públicas se deben basar en las demás ciencias para entender el fenómeno deportivo, pues es el elemento esencial para resolver determinados problemas que se tengan, pero depende mucho de que las autoridades los visualicen.

Una vez detectados viene el diagnóstico, es el que nos va a decir si en verdad está funcionando y eso lo marca la sociedad, Por ejemplo el artículo 2do. de la Ley de Cultura Física y Deporte refiere que los estados, municipios y alcaldías de la Cdmx, así como el sector público y privado, deben coadyuvarse para desempeñar en conjunto el trabajo.

“Además habla de varios elementos que pueden formar parte de una política pública que parece a veces olvidada. Una de ellas tan importante que menciona que a través de la cultura física, el deporte y la activación física, debe prevenir el delito”, destacó.

Con base en ello, indicó que la política pública no hay que inventarla, simplemente revisar lo que ya existe en la ley, como en el caso de otro elemento que se ha olvidado y señala que a través del deporte se previenen enfermedades.

Cuestionó entonces, que dónde están las políticas públicas que se estén generando para que a través del deporte evitar enfermedades, pues pareciera que nos gusta que los pacientes gasten mucho dinero en los hospitales.

En su amplia explicación ante deportistas de varias disciplinas y especialistas del deporte, refirió que los mexicanos deben aprender a prevenir, no a lamentar, de tal manera que con fundamento en el artículo 2do., se pueden generar las mejores políticas públicas en beneficio de la sociedad.

No obstante, deslizó que no todo es competencia en el deporte, muchas personas lo practican por salud o prescripción médica, por lo que se ha mal denominado “Deporte para todos”, en lugar de llamarlo “Actividad física para todos”, para así incluir a niños, jóvenes, adultos, adultos mayores, en todas las fases que permitan la participación.

De tal forma que si se interpreta correctamente la Ley, se contará con las herramientas suficientes para hacerla eficiente, sin necesidad de inventar; pero cuando a veces esto no funciona se tienen que llegar a las instancias legales para exigir un derecho.

En este contexto, demandó no aplicar la teoría de la olla del tamal, “en la que usemos la misma masa para todos, porque así como hay masa para crear un rico tamal oaxaqueño, veracruzano de maíz”, significa que cada masa que se puede hacer es una política pública que puede perfeccionarse pero no hacerla general.

Al concluir, aseveró que las políticas públicas en general no sirven, la que va a funcionar será la que se coloque en un lugar determinado, ya sea ciudad, pueblo, comunidad o ciudad, porque se podrá implementar cultura física, ocio, recreación, educación física y deporte, pero teniendo los recursos humanos, materiales y financieros, para eficientarla, de lo contrario de nada servirá tener una política pública.