Si a las reuniones mañaneras sólo van a entregar estadísticas y tomar café, por favor ya no se levanten temprano

Miguel Camacho | @mcamachoocampo

Una de las cosas que más presume el presidente López Obrador es la reunión que sostiene con el gabinete de seguridad desde el primer día de su administración. Sin embargo, luego de más de 124 mil muertos, los mexicanos nos preguntamos si sirven de algo.

No se puede entender, es inconcebible, que si a diario se reúne la plana mayor de la seguridad en México la situación sea tan grave y que los índices de violencia e inseguridad sigan al alza de manera imparable.

Lo peor de esta situación es que como sociedad nos acostumbramos ya a la danza diaria de cifras y a los pretextos del gobierno:

“La mayoría de los muertos son por enfrentamientos entre bandas”… “Estamos atacando la causa de la violencia”… “Nuestra prioridad no es detener capos”… “Todo es culpa de Felipe Calderón y García Luna”, etcétera, etcétera, etcétera…

Sin embargo, en esos enfrentamientos entre bandas hay personas que quedaron atrapadas en el fuego cruzado y murieron… Quienes están dentro de las bandas poco les interesa “sembrar vida” o “construir el futuro”… Sí, la violencia no es culpa de la presente administración, tampoco de Felipe Calderón, pero desde el 1 de diciembre de 2018 la 4T tiene la responsabilidad de combatirla.

Ese letargo en que vivimos con respecto a la violencia es roto con hechos como el acontecido la semana pasada en la sierra de Chihuahua, en el que un grupo armado mató a dos sacerdotes jesuitas y a un guía de turistas en el interior de un templo católico, rompiendo reglas no escritas en el sentido que “las grandes mafias” respetaban a las iglesias y los religiosos.

Si el hecho en sí ya es indignante, más indignante resulta la manera como fue manejado por las autoridades federales y estatales. El presidente poniendo en duda lo sucedido con su “al parecer”, cuando todo ya estaba confirmado desde el día anterior, mientras que la gobernadora calificó de víctimas circunstanciales a los dos sacerdotes. Víctimas son víctimas señora gobernadora.

El eco del asesinato de los jesuitas llegó al Vaticano, donde el papa Francisco lamentó la muerte de sus compañeros de congregación (él es jesuita): “Expreso mi dolor y consternación por el asesinato en México, anteayer, de dos religiosos jesuitas y de un laico. ¡Cuántos asesinatos en México! La violencia no resuelve los problemas, sino que solo aumenta los sufrimientos innecesarios…”

El mensaje fue interpretado en Palacio Nacional como un apoyo a la “estrategia en materia de seguridad” y sirvió de base para criticar a los religiosos que le sugirieron revisarla porque no está funcionando.

Respetuosamente le sugiero al gabinete de seguridad que, si a las reuniones mañaneras sólo van a entregar estadísticas y tomar café, por favor ya no se levanten temprano, mejor intercámbienlas por correo electrónico y trabajen en una estrategia que de verdad funcione, porque como dijo el padre Javier Ávila, conocido como “El Pato” entre sus hermanos de la Compañía de Jesús: “Los abrazos ya no alcanzan para cubrir los balazos”.

P.D. ¿Cuánto tiempo tardará Ricardo Monreal en romper con Morena? ¿Cuánto tardará Morena en sacar a Monreal? Hagan apuestas.