La misa en Catedral enmarcó la caminata donde miles de personas alzaron la voz para exigir la intervención de las autoridades de los tres niveles de gobierno

Por Luis Alberto Beltrán | Twitter: @reporteroyosoy


Morelos.- Con la participación de más de seis mil personas, se llevó a cabo la Novena Marcha por la Paz en Cuernavaca, convocada por el Obispo Ramón Castro Castro, para “romper el silencio ante la indiferencia del gobernó a quienes sufren violencia en el país, por la impunidad y la corrupción omnipresente”.

Cerca de las 8 de la mañana de este sábado, comenzó la concentración en la iglesia del poblado de Tlaltenango, al norte de la ciudad, donde familias enteras vestidas de blanco se sumaron al llamado de la iglesia para exigir que se garantice seguridad en cada rincón de México.

Las avenidas Emiliano Zapata, Álvaro Obregón y Morelos fueron cerradas a la circulación para permitir el paso del contingente que partió cerca de las 8:30horas:

Algunos de los asistentes portaron retratos de personas desaparecidas, otras de víctimas del crimen organizado, pancartas con exigencias de mayor seguridad y paz, otros acompañaron con cantos y oraciones.

Por más de dos horas, los asistentes recorrieron las principales calles del Centro Histórico hasta llegar a Catedral donde el secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Ramón Castro Castro, emitió un mensaje sobre esta novena marcha por la paz.

El prelado católico sentenció que hoy la sociedad mexicana está en descomposición por la cultura de la muerte generada por los asesinatos, la violencia y el disimulo de las autoridades.

“El narcotráfico, las extorsiones, la cultura de la muerte nos siguen destruyendo en esta sociedad que está en descomposición. Nosotros no queremos ser indiferentes, estamos aquí para manifestar ese interés por nuestros hermanos mexicanos y nuestros hermanos morelenses. Nos intercede el dolor y la angustia, la incertidumbre y el miedo de tantas y tantas personas”.

La misa en Catedral enmarcó la caminata donde miles de personas alzaron la voz para exigir la intervención de las autoridades de los tres niveles de gobierno, un cambio en la estrategia de seguridad que se ha concentrado en los abrazos no balazos, y la tolerancia a quienes cometen delitos que conlleva a que en el país reine la impunidad.

“Nos duele la corrupción omnipresente, nos duele la impunidad, nos duele ver cómo vamos perdiendo el valor a la vida, tanto propia como el del otro, necesitamos decir con dolor que hay disimulo y tolerancia con el delito por parte de aquellas autoridades responsables de la procuración, impartición y ejecución de la justicia. Esto tiene como efecto la impunidad reinante”.

Después del medio día culminó la concentración, Ramón Castro Castro hizo un llamado a los ciudadanos a no quedarse callados ni con los brazos cruzados ante la indiferencia de las autoridades, ya que los tiempos de polarización política están dividendo familias grupos y comunidades enteras.