Insistió en que el Obispo de Chilpancingo fue víctima de un secuestro exprés y que cuando esté en condiciones de declarar sabrán a fondo qué sucedió

Por Luis Alberto Beltrán | Twitter: @reporteroyosoy

El Secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Ramón Castro Castro aseguró que existe una persecución política de «ya saben quien» en contra de la iglesia católica y ha emprendido una campaña de desprestigio mediante bots.

Durante su homilía en Catedral de Cuernavaca, el prelado católico dijo que en el caso de su homólogo de Chilpancingo-Chilapa, Monseñor Salvador Rangel, reportado como desaparecido el sábado 27 de abril y encontrado el lunes 29 en un hospital, se trató de un delito que ya investiga la Fiscalía estatal, pero ha sido utilizado como instrumento político para atacar la moral de la iglesia.

«Por si fuera poco, esta situación ha sido tomada como un instrumento político. Miles de bots, personas interesadas en dañar la autoridad moral de la iglesia, que por gracia de Dios ha retomado una fuerza, han visto la oportunidad, miles, miles, es una fábrica de bots de ‘Ya saben quien’, esta atacando a la iglesia y dijeron ‘vamos a aprovechar este momento y vamos a darle con todo para que la iglesia pierda su autoridad moral’”.

Sobre las declaraciones del comisionado estatal de seguridad pública, José Antonio Ortiz Guarneros, en el sentido de que Salvador Rangel entró por su propia voluntad a hotel de paso en compañía de un hombre, Castro Castro dijo que se están haciendo conjeturas a la ligera y han tratado de confundir a la gente, porque hasta el momento no hay pruebas de que haya cometido un acto inmoral, ya que por la droga que le inyectaron no ha podido defenderse.

«Por eso hacemos un llamado a todas las autoridades y los medios de comunicación a conducirse con objetividad y con respeto. Cualquier persona humana merece respeto y les pedimos a quienes tienen que hacer su labor de investigación que lo hagan con profesionalismo y apegado a la ley y a la ética», enfatizó desde el púlpito.

Insistió en que el Obispo de Chilpancingo fue víctima de un secuestro exprés y que cuando esté en condiciones de declarar sabrán a fondo qué sucedió.