En los cuatro años que lleva al frente de Morelos, el ex futbolista ha gastado más de 800 millones de pesos en publicidad y manejo de imagen, recursos que no se ven reflejados en las encuestas

Por Luis Alberto Beltrán | Twitter: @reporteroyosoy


Diversas casas encuestadoras y balances que realizan mes con mes algunos medios de comunicación dan cuenta de cómo se encuentra la aceptación de las gobernadoras y gobernadores, de acuerdo a los resultados de su trabajo.

En el caso particular de Cuauhtémoc Blanco Bravo, actual mandatario de Morelos, se ha destacado por ocupar siempre los últimos lugares en el ranking, por la falta de obra, el incremento de la violencia, la falta de empleos, el aumento de la pobreza, los escándalos de corrupción y sus presuntos vínculos con la delincuencia organizada.

El Cuau pretendió “jugar” con su imagen de ídolo del fútbol para tratar de conectar con los ciudadanos y evitar que fuera cuestionado por los nulos resultados que tuvo como alcalde de Cuernavaca e ir pateando el balón hasta donde más se pueda.

En los cuatro años que lleva al frente del Ejecutivo morelense el ex futbolista profesional se ha gastado más de 800 millones de pesos en publicidad y manejo de imagen, recursos que no se ven reflejados en las encuestas, mediciones o sondeos de opinión, ya que cuenta con una desaprobación del 89 por ciento.

De acuerdo con la asociación Morelos Rinde Cuentas cuando Cuauhtémoc Blanco inició su periodo como gobernador ejerció en solo dos meses (noviembre y diciembre de 2018) 89 millones de pesos en publicidad.

En 2019 destinó 190 millones; en 2020, durante la pandemia, ocupó 141 millones; en 2021, 153 millones; y en 2022, 230 millones de pesos, todo para tratar de generar una imagen positiva del trabajo realizado en estos cuatro años y así posicionarse como uno de los posibles candidatos a jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

Para este 2023, El Cuau no podrá gastar más de lo que el Congreso del Estado etiquetó para el rubro de difusión, ya que al aprobar el presupuesto los diputados eliminaron las “libres transferencias” que podía hacer el titular del Poder Ejecutivo, de este modo le quitaron toda facultad de mover recursos de una dependencia al área de comunicación social para evitar el derroche y malversación de fondos.

Mientras la delincuencia crece de manera alarmante, el orgullo de Tepito sigue ocupado en pelearse con el que se le ponga en frente, llámese diputado, periodista, magistrado, activista o ciudadano, porque no quiere darse cuenta de la realidad que vive Morelos.

Ayer mismo los trabajadores del Hospital del Niño Morelense se manifestaron afuera de su oficina en Palacio de Gobierno para exigirle mejores condiciones laborales, más médicos y que dicho nosocomio deje de ser una agencia de colocaciones