En esta confrontación abierta las únicas que están perdiendo son las instituciones y prolongar el conflicto significa avivar el fuego, lo que las dañará cada vez más

Raúl García Araujo | @araujogar

La confrontación abierta que existe entre el presidente, Andrés Manuel López Obrador, con los ministros integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) cada día sube de tono y puede dañar la estabilidad política, social y económica de México.

Si bien es cierto que en Palacio Nacional despacha uno de los mandatarios más poderosos en la historia reciente de México, también sabemos que es todo un operador político que no se echa para atrás ni en sus decisiones públicas ni privadas, aunque esto signifique dañar a las instituciones legalmente constituidas.

El presidente López Obrador dio acuse de recibo a las declaraciones que hizo el ministro Alberto Pérez Dayán en el sentido de que al Poder Judicial y a sus integrantes “nada los va a doblar”, ya que “están fuertes” y convencidos en su defensa de la Constitución.

Aun cuando tiene razón en su argumento legal, el mensaje fue recibido en Palacio Nacional como una afrenta y la respuesta a cada una de estas declaraciones vino con una dureza nunca vista.

El jefe del Ejecutivo Federal no dudó en acusar a los ministros de la Corte de pretender dar un “Golpe de Estado Técnico” al gobierno de la Cuarta Transformación.

Es decir, en términos mediáticos y ante la sociedad mexicana, los responsabilizó de tratar de desaparecer al Poder Ejecutivo, que es, junto con el Poder Judicial y Legislativo, la columna vertebral de nuestro país.

Las acusaciones del presidente López Obrador, en su conferencia mañanera del pasado lunes, inundaron las redes sociales, que hoy por hoy son la fuente de información de los ciudadanos.

Fue tal su impacto, que incluso por la noche de ese mismo día, la ministra presidenta de la Corte, Norma Piña, en un evento tuvo que salir a leer un discurso en el que señalaba que no se debe confundir la legitimación con popularidad, en clara alusión al presidente de la República.

La ministra Piña quizá no se equivoca, en el sentido que cada uno de los integrantes del Poder Judicial debe basar sus resoluciones con apego a la ley y la Constitución. Lo que también debe entender, es que en este pleito y sin acuerdo hasta el momento, las únicas que están perdiendo son las instituciones y prolongar el conflicto significa avivar el fuego, lo que las dañará cada vez más.

Sobre todo porque López Obrador ocupará la máxima tribuna de la nación para reiterar una y otra vez, en sus sermones matutinos, que los ministros violan la ley porque tienen sueldos más altos que él.

Y entonces, el presidente de la República tomará esto como su bandera política para hacer lo que quiera y terminar las magnas obras públicas (como es el Tren Maya) que tiene su administración, aunque esto represente la violación constante de amparos.

Otro punto que juega a favor de López Obrador es el manejo de masas para sus propios propósitos, para construir una narrativa negativa entre los mexicanos de los ministros de la Corte, a quienes además acusa de no ser los verdaderos representantes del Poder Judicial, sino como los contestatarios y aliados de sus adversarios políticos.

En suma, el pleito entre la Suprema Corte de Justicia de la Nación con el presidente Andrés Manuel López Obrador, no dejará nada bueno para el país, sino una división aún más profunda y agitación social que puede pasar de las protestas a hechos violentos que no queremos los ciudadanos.

Sería bueno que los asesores de ambos bandos plantearán un diálogo directo, para que, a través de la política y los acuerdos, se puedan desactivar estas verdaderas bombas que no tardan en explotar.

En Cortito: El próximo domingo se llevarán a cabo elecciones para gobernador en el Estado de México y Coahuila. Habrá que estar pendiente de ambas contiendas electorales, aunque la que llama más la atención es la entidad mexiquense por su poder político y económico.

En el cuartel de Morena, PT y Verde Ecologista, los generales de la candidata Delfina Gómez, Horacio Duarte e Higinio Martínez, aseguran tener el triunfo en sus manos y que nada moverá la tendencia, que según la última encuesta del diario El Universal, es de 18 puntos.

Sin embargo, en el cuartel de la candidata de la alianza Va por el Estado de México, Alejandra del Moral, el dirigente estatal del PRI, Eric Sevilla, dijo que las elecciones se ganan con votos y no con encuestas. Por ello, el llamado de la candidata a la gubernatura a todo su ejército de “valientes” para salir a votar el próximo cuatro de junio.

La incógnita por fin se despejará el próximo domingo, ya que según el Instituto Electoral del Estado de México, los mexiquenses tendrá un avance de la elección antes de las ocho de la noche y los resultados de los conteos rápidos después de las diez y a partir de ellos, de una vez por todas se conocerá quién será la próxima gobernadora de tan importante entidad.