Los delincuentes, lo mismo pueden en un día, secuestrar a un magistrado en Quintana Roo, que derribar, como un acto “terrorista”, una antena de telecomunicaciones en Zacatecas

Raúl García Araujo | @araujogar

En los tiempos actuales es difícil creer que en México mejore la seguridad pública para los más de 126 millones de seres humanos que vivimos en este país.

Prácticamente los mexicanos hemos sido abandonados por las autoridades encargadas y responsables de brindar paz y seguridad para nuestras mujeres, niños y adultos mayores.

Los ciudadanos estamos más conscientes que la seguridad depende de cada familia, es decir, que debemos tomar nuestros propios métodos para evitar ser víctimas de la delincuencia, ya que el Estado ha fallado en brindar ese derecho constitucional.

Hoy en día, el crimen organizado acecha con total impunidad a gente inocente para arrebatarles la vida o sus pertenencias, mientras que las autoridades de los tres órdenes de gobierno deambulan con su política del avestruz (siempre metiendo la cabeza y diciendo que no pasa nada).

Los delincuentes no hacen distinción de nadie, lo mismo pueden en un día, privar de la libertad a un magistrado electoral en Quintana Roo, que derribar, como un acto “terrorista”, una antena de telecomunicaciones para dejar incomunicados a la gente de Apulco, en Zacatecas y aterrorizar a la población.

En su lucha sangrienta por conquistar plazas, lo mismo sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa, son capaces de despertar con una refriega de balazos a los habitantes de Teocaltiche, Jalisco, sin que ninguna autoridad los detenga, lo que es peor, informan de los hechos después de 10 horas de ocurrir, mientras los ciudadanos viven a salto de mata.

En medio de la barbarie que se vive en México, no entiendo la necedad del presidente, Andrés Manuel López Obrador de insistir en su política de “abrazos no balazos”.

No entiende que estados como Jalisco, gobernado por Enrique Alfaro; Zacatecas, por David Monreal Ávila; Tamaulipas, por Américo Villarreal; Morelos, por Cuauhtémoc Blanco Bravo, y Guanajuato, por Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, no se emite una alerta roja, ya que son “estados fallidos”, donde los únicos que mandan y hacen su voluntad son los criminales.

Lo que es aún peor, es que, en medio de esta crisis de inseguridad, el presidente López Obrador haya nombrado a Luisa María Alcalde Luján, como la nueva secretaria de Gobernación.

No tengo nada contra ella, pero qué sabrá la nueva encargada de la política de nuestro país sobre la operación y ejecución de bandas de delincuentes tan sangrientas como son el Cártel del Golfo, el de Sinaloa o el Cártel Jalisco Nueva Generación.

¿Qué sabe Luisa María Alcalde Luján sobre el modo en que tiene coptado el grupo criminal de la Familia Michoacana a entidades como Michoacán y el Estado de México?

No, el presidente López Obrador, aun cuando el país se tiñe de sangre, optó en la Secretaría de Gobernación por el perfil que le da 90 por ciento de lealtad y 10 por ciento de eficiencia.

No doy crédito a la nueva secretaria de Gobernación, coordinar al gabinete de seguridad junto con sus titulares, Rosa Icela Rodríguez, en la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana; en la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, y el de la Marina, José Rafael Ojeda, cuando no tiene ni la más mínima noción de cómo el crimen organizado le ha arrebatado la seguridad y tranquilidad al pueblo de México.

La seguridad nacional de un país no es un asunto de estudiar o mirar las causas, sino de contar con el conocimiento pleno de la operación de los criminales y esto no se aprende en dos días de asumir una cartera tan importante en nuestro país.

De nueva cuenta será el presidente Andrés Manuel López Obrador quién tome las decisiones en Palacio Nacional en situaciones de emergencia, ya que la nueva secretaria de Gobernación sólo servirá de utilería para los fines políticos de su jefe, mientras que los mexicanos seguirán siendo los rehenes de los criminales. En fin, estamos solos en esta lucha, a cuidarse.

En Cortito: En Morelos los diputados del Congreso del Estado avanzan para llevar a juicio político al gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo por ser omiso e irresponsable ante el avance del crimen organizado en esa entidad.

Los legisladores estudian a detalle el documento presentado por un grupo de abogados, en el cuál fundamentan cada una de las irregularidades en que ha caído el mandatario morelense.

El asunto ya caló en el gobierno que encabeza Cuauhtémoc Blanco Bravo, tan es así, que ya dijo que existe una campaña en su contra.

Lo cierto, es que, si los legisladores de Morelos se ponen de acuerdo y lo llevan a juicio político, dejarán un precedente en el país y obligarán a todos los mandatarios de la nación a no ser omisos en estos temas prioritarios del pueblo.

Sería interesante ver tras las rejas al gobernador Cuauhtémoc Blanco para que rinda cuentas ante la justicia por la presunta cercanía de su gobierno con el crimen organizado, donde, por cierto, es famoso por tomarse fotografías con cada uno de sus líderes.

En el Estado de México nos cuentan que el municipio de Tlalnepantla se está consolidando un grupo político tan fuerte que dará buenos resultados electorales al PRI mexiquense que encabeza Eric Sevilla.

Nos dicen que el alcalde de este municipio, Tony Rodríguez, no deja de trabajar en favor del tricolor y avanzan hacia un proyecto ganador para 2024. Ambos políticos mexiquenses, tienen la vista puesta en la renovación de las presidencias municipales, diputados locales y federales para el próximo año. Habrá que estar pendientes de la oferta electoral que presentan.