Cuauhtémoc Blanco no ha sabido ni entendido cómo jugar en el terreno político. Sus decisiones le han costado fracasos terribles

Por Luis Alberto Beltrán | Twitter: @reporteroyosoy

El aplazamiento de la entrega de resultados de las encuestas para definir al coordinador o coordinadora de los Comités en Defensa de la Cuarta Transformación en Morelos cambió muchos escenarios.

Para algunos aspirantes se alargó la agonía de su incipiente carrera política y otros, simple y sencillamente, esperan que ocurra un milagro.

Seguramente el 10 de noviembre veremos a los no favorecidos llorando la pena en el hombro ajeno y lamentándose por no haber calculado los riesgos de invertir fuertes cantidades de dinero en espectaculares y campañas exorbitantes.

Margarita González Saravia, ex directora de la Lotería Nacional, parece estar muy confiada en su cercanía con el presidente López Obrador para ser ungida. La misma actitud y discurso trae el ex coordinador de Política y Gobierno de la Presidencia, Rabindranath Salazar Solorio, quien asegura que AMLO “se la debe” por ceder su lugar en los comicios pasados a Cuauhtémoc Blanco.

Por otro lado, Víctor Mercado Salgado cerró su campaña de manera anticipada y reforzó su presencia en medios donde habla y opina de todo. Sandra Anaya, se dedicó a tapizar las principales calles de Cuernavaca y su zona conurbada con su silueta en postes, árboles, e incluso tapó muchos anuncios de los camellones centrales, para tratar de posicionarse en el último estirón.

Juan Salgado Brito, quien sorpresivamente fue incluido en la lista de aspirantes y con una amplia ventaja en la encuesta de reconocimiento, espera que la tercera sea la vencida y que su trayectoria política le haga obtener el triunfo en esta ocasión.

Mientras que Tania Valentina, propuesta por el Partido del Trabajo, partió desde cero y poco a poco logró escalar y rebasar en las encuestas a sus contendientes, a quienes podría darles una sorpresa.

Sea cual sea el resultado Morena comenzará a desmoronarse y corre el riesgo de perder la elección más importante en la entidad.

A pesar de que los seis aspirantes firmaron compromisos y juraron aceptar los resultados, nadie se quedará con los brazos cruzados.

Curiosamente después de que se reunieron para fumar la pipa de la paz con Ulises Bravo – hermano del gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo- delegado en funciones de presidente de Morena, arreciaron los golpes bajos y las campañas negras contra la ex directora de la Lotería Nacional, Margarita González Saravia, a quien ven como la rival más fuerte.

Otro golpe que recibió Morena fue la declaración de la senadora Lucy Meza, quien acusó al Cuau de enturbiar el proceso para excluirla, pues le fue con el chisme a Claudia Sheinbaum que su rival político, el fiscal Uriel Carmona, se había expresado bien de ella en un evento con motivo del Día del Abogado.

Mario Delgado no tuvo más remedio que tomar la decisión, irremediablemente estúpida, de quitársela del camino a Cuauhtémoc Blanco, para darle oportunidad de competir a sus dos corcholatas.

Ese berrinche podría costarle muy caro a Morena. Si la senadora le brinca al Frente Amplio por Morelos (integrado hasta el momento por PRI, PAN, PRD, Redes Sociales Progresistas y Morelos Progresa) podría no solo darles batalla, sino captar a cuadros y grupos de poder importantes de Morena que la llevarían a ganar.

Cuauhtémoc Blanco no ha sabido ni entendido cómo jugar en el terreno político. Sus decisiones le han costado fracasos terribles. Primero, en 2018, quiso imponer al ex árbitro profesional Gilberto Alcalá, como candidato a alcalde de Cuernavaca. Lo bajaron de la lista y llegó a la presidencia municipal Antonio Villalobos, manejado por el equipo de Rabindranath Salazar – con quien está más que peleado-.

Después, en 2021, hizo el intento con Jorge Argüelles, a través del Partido Encuentro Social, y volvió a perder. Ahora logró imponer a su coordinador de asesores, Víctor Mercado Salgado, y a su secretaria de administración, Sandra Anaya, en la lista de aspirantes para la candidatura a gobernador y así tener dos cartas con las cuales jugársela por tercera ocasión.

El Cuau jamás aceptará que se equivocó, pero quizá en esta ocasión se dé la oportunidad de no repetir los errores con Cuernavaca, donde podría impulsar a un personaje que tiene una empatía genuina y que se ha desarrollado como el principal operador político en su gobierno, incluso ha superado con creces a los verdaderos responsables de hacer ese trabajo.

Se trata de Jaime Juárez, actual secretario de la Comisión Estatal del Agua, quien lo ha sacado de varios apuros y resuelto muchos problemas. Ha logrado sobresalir mediáticamente y posicionarse con los distintos sectores sociales, lo que raramente algún funcionario puede conseguir en esta administración encabezada por personaje polémico y además ídolo del fútbol.

Ha sabido tejer fino los temas coyunturales con los presidentes municipales, se ha desenvuelto en un entorno dinámico y abierto con los diputados para defender el presupuesto o las ampliaciones de recursos, pero además ha puesto la cara y defendido a capa y espada a su jefe cuando recibe golpes políticos.

Cuauhtémoc tendrá que aprender de los errores, desde el origen hasta las consecuencias, y no dejarse llevar por sus cercanos consejeros, pues ya vimos que abundan personas que alimentan su egocentrismo desbordante que lo llevan a tomar decisiones aberrantes.