En nuestro país, cada día, alrededor de 850 mujeres denuncian por teléfono algún tipo de violencia. Otras prefieren abstenerse de hacer una denuncia presencial o telefónica por no sentirse respaldadas. Se ha demostrado que cuando denuncian, no son escuchadas

Itzel Cruz Alanís | Twitter: @i_alaniis

La alerta por violencia de género contra las mujeres no está funcionando. A la fecha se han declarado 25 mecanismos de este tipo que buscan enfrentar y erradicar la violencia feminicida en 22 entidades del país que incluyen 643 municipios.

En la Ciudad de México la solicitud de la alerta está en amparo. 

Abril Pérez Sagaón y Blanca Paulina Gutiérrez Esquivel jamás se conocieron, las separaban 11 años, su historia coincide el día en que ambas fueron asesinadas por hombres a quienes ya habían denunciado ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México. Los ministerios públicos que llevaron sus casos nunca hicieron nada hasta que la violencia escaló y fueron asesinadas mientras circulaban en calles de la capital del país. 

El 25 de noviembre de 2019, Abril de 49 años, viajaba como copiloto en un auto que circulaba en una de las principales avenidas de la CDMX. Manejaba su abogado. Iban camino al aeropuerto pues ya no vivía aquí, se había mudado a Nuevo León, pero tuvo que viajar para hacerse una prueba pues seguía en juicio con Juan Carlos García, su ex esposo, padre de sus hijos. 

Dos balazos en la cabeza y en el cuello acabaron con su vida. Sus hijos venían en la parte trasera del vehículo. 

Juan Carlos tenía una orden de restricción porque Abril lo había denunciado por intento de homicidio. La medida no le importó y contrató a sicarios para que la silenciaran. 

En su máximo esplendor la incapacidad de las instituciones para proteger a la mujer que se atreve a alzar la voz. El autor intelectual, ex director de Amazon, sigue prófugo. 

Tres años y medio después, el asesinato de Blanca Paulina. 

Ese día, como todos, la mujer de 38 años llegó al domicilio de avenida Ceylán, su casa, en Azcapotzalco. Viajaba con su hijita de 5 años. 

Un sicario que la esperaba se acercó para dispararle, fueron varios tiros, uno alcanzó a la menor y le dio en la pierna izquierda. 

Blanca había denunciado entre febrero y marzo de este mismo año a su presunto agresor, el suegro, Rodolfo de 65 años. Un hombre que pavonea tener poder. Es dueño de una empresa de tráiler. 

La conoció porque estacionaba sus unidades en esa avenida, pero Paulina decidió quedarse con Erick, el hijo. Desde ahí comenzó el infierno. El suegro la quería para él, ese hombre tiene denuncias de acoso y abuso sexual contra varias mujeres. 

Dice la familia de la madre de 4 hijos que Rodolfo fabricó un delito para inculpar a su propio hijo y meterlo a la cárcel para quitarlo del camino. 

Blanca estaba cansada de luchar, había alzado la voz, pero no la escucharon, las amenazas y el amedrentamiento tenían años. Incluso quería irse de aquí para protegerse y para proteger a su familia. No lo logró porque otra vez fracasaron las instituciones. 

Cuando Pau estaba Muerta, el ministerio público que lleva el caso pidió a un juez una orden de aprehensión para el abusador. Una orden que no ha sido ejecutada. 

Así nuestro México feminicida, los de arriba hacen como que escuchan y solo archivan los documentos para luego hacer como que sí pusieron atención, pero ya es demasiado tarde.