Sergio Buendía desquitó su irá contra el dependiente de una carnicería y con un cachorro indefenso al que arrojó a un cazo con manteca hirviendo causándole la muerte de manera instantánea

Y Sepa La Bola…pero es lamentable que un policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana acreditado por el control de confianza haya cometido un crimen que en solo unos minutos conmovió a gran parte del país y generó una amplia condena.

Sergio Buendía desquitó su irá no solo contra el dependiente de una carnicería sino con un cachorro indefenso al que arrojó a un cazo con manteca hirviendo causándole la muerte de manera instantánea.

En un hecho sin precedente, las corporaciones policiales del Estado de México y la capital mexicana desplegaron un operativo de búsqueda, pero antes el Fiscal mexiquense, José Luis Cervantes y la Fiscalía activaron los protocolos de búsqueda inmediata al tener conocimiento que el asesino del perro Scooby era un agente en activo de la SSC.

Ambas coordinaciones comprometidas con el combate a la impunidad evitaron que el policía preventivo Sergio Buendía evadiera la acción de la justicia y en solo de unas horas después de haber cometido el crimen fue localizado y detenido.

Este hecho sienta precedente para todos aquellos que ejercen violencia en contra de los animales, pues lo que queda claro es que todo ser viviente debe ser respetado y merece cuidados y protección de sus humanos y del Estado mexicano.

La pena que el policía Sergio Buendía podría recibir por este incalificable hecho, es de tres a seis años, pero enfrenta ahora otro proceso que podría mantenerlo más años en prisión y es el ilícito de tentativa de homicidio, ya que trató de privar de la vida al encargado de la carnicería donde posteriormente se desquitó con el pequeño Scooby o Benito, como se le conoce.

Las autoridades de la Fiscalía y del Poder Judicial del Estado de México dieron muestra de sensatez y de respeto a la vida de todo ser viviente al llevar a proceso a un desquiciado policía que sin duda representaba un peligro para la sociedad en general.

Confiemos en que la muerte de ese pequeño cachorro no sea un hecho inútil sino que sirva para ayudar a todos los que se encuentran abandonados dentro de inmuebles, en azoteas al intemperie, sin agua ni alimentos, obesos, sin ser sacados a pasear, golpeados, amarrados, y no solo canes sino muchos otros animales de compañía. Si no se puede tenerlos, no hay que adoptarlos, y si ya se tienen, pues a cuidarlos, y si se es testigo de algún abuso a denunciarlo.

Y Sepa La Bola, pero el dilema no es el vapear o no vapear, sino el desencuentro informativo entre México y Suecia en cuanto al daño por consumir tabaco a través de estos aparatos o el usarlos para combatir el consumo del cigarro común.

En el marco del Día Mundial del Vapeo, el 30 de mayo pasado, la organización México y el Mundo Vapeando, criticó que mientras Suecia será el primer país en convertirse en el primero sin humo de tabaco, a través de una política que impulsa el uso de vaporizadores en vez del consumo de cigarros, en México se prohíbe su comercialización.

Ese país europeo ha logrado una tasa menor al cinco por ciento de prevalencia de tabaquismo, y se impulsa a que quienes fuman mejor vapeen.

Sin embargo, en México hay una política en que se coloca a dispositivos electrónicos al igual que los cigarros convencionales, o incluso más tóxicos, según sus estudios muy contrarios a aquel país.

Este miércoles el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, acusó que el gobierno es víctima de un acoso por parte de los empresarios de las tabacaleras.

Y a un día de ese dicho, es decir ayer, fue emitida una jurisprudencia que ordena a los jueces federales conceder suspensiones, para que que se pueda fumar en las zonas designadas para la venta y consumo de alimentos y bebidas, tanto en restaurantes, bares, tiendas y supermercados de la CDMX.

Además, esa resolución fue dictada tras resolver una contradicción de criterios entre Tribunales Colegiados de Baja California y de la Ciudad de México, suspensiones que prevalecerán mientras se resuelven de fondo los juicios de amparo promovidos contra las medidas antitabaco impulsadas por el Gobierno Federal.

Debido a que habían criterios distintos sobre los argumentos expuestos por los quejosos contra la Ley General para el Control del Tabaco, particularmente sobre los temas de interés del orden público y el interés social, así como de los espacios donde se restringe fumar.

Se comprende que el gobierno quiera cuidar la salud de los mexicanos, pero no puede ser con actos que se contrapone al derecho a la libre personalidad, de la cual ya ha determinado la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Lo que se observa es que falta mucho diálogo entre ambas partes, para lograr acuerdos.