Olga Sánchez Cordero fue la única de los senadores de Morena que decidió abstenerse, y durante toda la discusión de los fideicomisos del poder judicial guardó silencio

Claudia Bolaños | Twitter: @claudiabola

Y Sepa La Bola, pero hablando de amparos y temas del Poder Judicial, quien decidió el camino de la tibieza en la votación de este miércoles en el Senado sobre la extinción de los fideicomisos, fue la morenista y ex secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien antes gozó de todos estos beneficios cuando fue ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Ella fue la única de los senadores de la cuarta transformación y oposición que decidió abstenerse, y durante toda esta discusión del tema, también decidió guardar silencio y no pronunciarse de ninguna manera.

Si hay alguien que sabe el contenido y destino de los recursos de esos fideicomisos y cuánto es para privilegios, es precisamente ella.

Sin embargo, siendo ahora parte de la Cuarta Transformación y de todos sus integrantes que han repudiado y acusado que esos dineros en fideicomisos son exclusivamente para privilegios y no para derechos laborales, decidió pasar la oportunidad de dar a conocer su importante opinión y aclarar si las cosas son como se presentan desde Palacio Nacional.

Y Sepa La Bola... pero la decisión de extinguir 13 de 14 fideicomisos del Poder Judicial de la Federación caló hondo en los trabajadores, que decidieron irse a paro laboral, pues ven afectados sus derechos laborales, y al mismo tiempo se genera una parálisis en la justicia, que muy claramente tendrá repercusiones en terceros, aunque muchos se niegan a verlo.

Aquí hay un trasfondo de casi 15 mil millones de pesos, por un lado está quien busca extinguirlos y acusa que solo son privilegios, y por el otro, los trabajadores que se defienden con un argumento bastante de que se afectarán sus derechos laborales ganados a lo largo de muchos años.

Los fideicomisos del Poder Judicial de la Federación, señalan algunos estudiosos del tema, están reconocidos como derechos adquiridos, y se dice que forman parte de la Ley Federal de Trabajadores al Servicio del Estado y, principalmente de la Constitución.

Es por eso que habrá lluvia de amparos que serán concedidos, la cosa es de dónde sacarán los recursos para hacerlos cumplir.

La lucha que se avecina será dura, pues los trabajadores no están conformes a perder logros alcanzados, mientras que por el otro está el enfrentamiento abierto del Poder Judicial y la Federación, por temas que van más allá de privilegios. Eso es solo el pretexto.

Y en medio de este conflicto entre poderes, están apachurrados los ciudadanos que perderán días en sus juicios y demás procedimientos, pues sólo se atenderán casos urgentes, como los de término.

En un país tan violento como el nuestro, es una pena que las máximas autoridades no usen el diálogo para arreglar sus desencuentros, sino que suman muchos gritos y sombrerazos de unos y otros que los apoyan.