Casi 24 horas después de que un Tribunal Colegiado ordenara su liberación, el fiscal salió de la prisión de máxima seguridad en el Estado de México

El Fiscal General de Morelos, Uriel Carmona salió la mañana de este viernes del penal de máxima seguridad de El Altiplano, ubicado en Almoloya, Estado de México.

La salida del Fiscal se retrasó casi 24 horas pues desde el jueves, el Tercer Tribunal Colegiado de Circuito en Morelos ordenó liberarlo y que continúe su proceso fuera de prisión por su presunta responsabilidad delito de tortura en agravio de Luis Alberto Ibarra Ramírez, El Diablo.

Uriel Carmona salió vestido de pants y sin hacer declaraciones a los medios subió corriendo a una camioneta blanca que lo esperaba en el lugar.

Ahora el Fiscal enfrentará sus cuatro procesos en libertad, entre ellos por el delito de encubrimiento por favorecimiento y feminicidio relacionado con el caso de Ariadna Fernanda.

Cabe recordar que en tres ocasiones anteriores, jueces federales ordenaron que el Fiscal fuera liberado pero en dos ocasiones la Fiscalía de Justicia de CDMX cumplimentó nuevas órdenes de aprehensión en su contra. La tercera fue por parte de la Fiscalía Anticorrupción Morelos.

En medio de esto, hay una disputa por el control de la Fiscalía Anticorrupción de Morelos pues la noche del jueves el vicefiscal anticorrupción, Edgar Núñez Urquiza, irrumpió en la Fiscalía Anticorrupción, acompañado por más de 50 elementos armados de la Secretaría de Marina y la Comisión Estatal de Seguridad, con el objetivo de recuperar e instalarse en su oficina, tras obtener un amparo en contra de su destitución.

Por segunda ocasión, los marinos y los efectivos estatales impidieron la salida del personal administrativo para que el funcionario asumiera el cargo de encargado de despacho, luego de que el titular Juan Salazar Núñez presentara su renuncia el 13 de septiembre para inscribirse en la convocatoria para las 10 vacantes de magistrados del Tribunal Superior de Justicia.

Hasta el sitio, llegó el fiscal antisecuestros, Luis Flores, debido a que servidores públicos denunciaron que fueron retenidos y privados de la libertad; sin embargo, se le impidió el paso y lo sacaron a empujones del portón cuando quiso entrar.

Instantes después, acudieron visitadores de la Comisión de Derechos Humanos a fin de constatar que los trabajadores estuvieran a salvo, pero los marinos establecieron un cerco para evitarles el paso.