El país se le salió de las manos a AMLO mientras la oposición que debería servir de contrapeso, está paralizada

Miguel Camacho | @mcamachoocampo

En días pasados Joaquín López-Dóriga reiteró, durante la presentación de un libro en el Senado de la República, lo que ha dicho en otras ocasiones: “la división y la falta de liderazgo en la oposición, dará la victoria a Morena en las elecciones presidenciales de 2024”.

A casi ya cuatro años de gobierno el país se le salió de las manos a López Obrador. El saldo que hasta el momento ha dejado el gobierno de la Cuarta Transformación no es bueno: la economía no avanza, incluso ha retrocedido; el desempleo va en aumento; la inflación está descontrolada, y la inversión extranjera en términos reales ha bajado. La presente administración no entiende que México vive en un mundo interconectado y hace todo por aislarlo, aplicando la falsa idea de que “todo tiempo pasado fue mejor”.

Ni hablar de temas de seguridad. A diario los noticieros dan cuenta de balaceras, masacres, secuestros y un largo etcétera de calamidades, lo peor del caso es que ya nos (mal) acostumbramos a esta situación. Mientras tanto, en Palacio Nacional, aseguran que lo que se dice en los noticieros no son más que exageraciones de quienes desean ver fracasar al gobierno, porque ellos “tienen otros datos”, más bien viven en otro mundo.

En cuestiones de salud, argumentando que se presentaban graves casos de corrupción, desmantelaron el programa de Seguro Popular; destruyeron el sistema de compra de medicamentos provocando desabasto en las farmacias de las clínicas públicas.

Mientras tanto, partidos de oposición y los otros dos poderes, que deberían servir de contrapeso, se encuentran paralizados ante la actuación de López Obrador, que, por ejemplo, con la mayor desfachatez anuncia decretos que violan la constitución y acciones que contravienen acuerdos comerciales internacionales, eso sí, envuelto en un halo de patriotismo, y se queda tan tranquilo.

Aquí cabe la pregunta: ¿qué hemos hecho políticos y ciudadanos ante este cúmulo de situaciones poco favorables? La respuesta, desde mi punto de vista, es… nada. Bueno, no seamos tan duros, digamos… poco. Nos hemos quejado, hemos señado errores, hemos puesto apodos, hemos hecho memes, nos hemos manifestado, hemos escrito estudios y artículos, sin ningún efecto.

Pero, ¿por qué todo lo que se ha dicho y hecho no ha hecho mella? La respuesta es sencilla y compleja a la vez: porque lo hemos hecho de una manera desorganizada, cada quien defendiendo su propia trinchera, lo que ha servido para alimentar el discurso “egocentrista” y de “victimización”, que lo llevó a la Presidencia en 2018.

Quienes han levantado la mano para hacer frente al candidato oficial en las elecciones presidenciales de 2024: Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid, Ricardo Anaya y Ricardo Monreal, más los que se acumulen esta semana, deben evitar la confrontación directa, construir una narrativa que una y levante a la gente de los sillones de sus casas, con un deseo, corregir el rumbo de México, porque al final del día, quien nos puede ayudar no es un súper héroe, somos nosotros mismos.

PD. Corren rumores en el Estado de México de que Delfina Gómez no será la candidata a la gubernatura de la entidad, que llegado el momento se hará el enroque por Higinio Martínez, ¿será?