En un mensaje en Twitter señaló que ojalá los que están a cargo de las investigaciones detengan a quien sí hizo daño

El Secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México rechazó haber participado en la reunión donde se comenzó a elaborar la llamada «Verdad Histórica» sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en septiembre de 2014.

A través de su cuenta de Twiter, García Harfuch pidió que quienes estén a cargo de las investigaciones detengan a quien hizo daño a los jóvenes «en lugar de arruinar vidas y reputaciones de los que si hacemos algo por nuestro país todos los días».

El deslinde del encargado de la seguridad en la capital del país se da después de que durante la audiencia de Murillo Karam, que se realizó el sábado, la Fiscalía General de la República acusara que Omar García Harfuch, ayudó a fraguar la llamada “Verdad Histórica” del caso de desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

La agente del Ministerio Público Federal, Lidia Bustamante Vargas, señalo a García Harfuch como uno de los siete funcionarios que participaron en un cónclave de alto nivel en el que se comenzó a crear la versión para dar respuesta sobre lo ocurrido el 26 y 27 de septiembre de 2014.

Según se mencionó en la audiencia, en ese cónclave participaron, además de Jesús Murillo: Tomás Zerón de Lucio, extitular de la Agencia de Investigación Criminal; Gualberto Ramírez Gutiérrez, excoordinador Antisecuestros de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO); José Luis Martínez Pérez, exdelegado de la Procuraduría General de la República en Guerrero: Carlos Gómez Arrieta, exjefe de la Policía Federal Ministerial, y Omar García Harfuch, quien en ese entonces se desempeñaba como coordinador Estatal de la policía Federal en Guerrero

De acuerdo con la declaración del testigo colaborador de la FGR, el cónclave de alto nivel se realizó de manera normal; sin embargo cuando llegó Ángel Aguirre, exgobernador de Guerrero, la mayoría de funcionarios se retiró del lugar y solo se quedaron los mandos.