El presidente no piensa en números ni rating, sino en que su mensaje de las mañaneras cale hondo entre sus huestes para inducirlos a emitir su voto a favor de Morena

Raúl García Araujo | @araujogar

La conferencia mañanera es para el presidente Andrés Manuel López Obrador su mejor herramienta política y de divulgación que le permite gobernar desde el púlpito, marcar la agenda pública nacional, afianzarse entre los suyos, tener nuevos adeptos, granjearse la simpatía de buena parte de sus homólogos en el mundo, y ganar procesos electorales.

Y es en este terreno donde el jefe del Ejecutivo no piensa en números ni rating, sino en que su mensaje cale hondo entre sus huestes para inducirlos a emitir su voto a favor del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)

López Obrador, como buen animal político, conoce los alcances de los programas sociales del Gobierno de la Cuarta Transformación, es por eso que desde la mañanera envía el mensaje a cada uno de estos beneficiarios para que sean ellos y sus familiares, a través de su voto, los que le den el triunfo al partido que él fundó de cero, luego de que los chuchos (Jesús Ortega y Zambrano) vendieran al oficialismo al agonizante PRD.

Es decir, el candidato de Morena puede ser el peor, sin trayectoria, sin oficio e incluso sin carisma, pero los ciudadanos, no consideran esto, sólo preguntan si están con el presidente y listo, la magia está hecha: votan por ellos.

Este fenómeno se presentó en los procesos electorales de 2021, en donde Morena consiguió ganar en seis gubernaturas: Sinaloa, Tlaxcala, Sonora, Colima, Zacatecas, Guerrero y Campeche.

Lo mismo ocurrió en 2022 donde el partido guinda ganó las gubernaturas de Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. Y, sin lugar a duda, que también se presentará en los procesos electorales para renovar las gubernaturas del Estado de México y Coahuila.

El presidente López Obrador tiene claro que la mayor parte de la gente que está pendiente de las conferencias mañaneras es beneficiaria de sus programas sociales, particularmente la del Edomex.

La mayor carga mediática de sus mensajes es para ellos, que son gente fiel al movimiento que encabeza, pero que también toma partido cuando se presentan procesos electorales.

Las diversas voces de sus opositores, tanto de intelectuales como de dirigentes de partidos políticos e incluso empresarios, conocen los alcances que tiene la conferencia mañanera entre la población y es por ello su insistencia en que desaparezca.

Las conferencias mañaneras también se han convertido en la gran oficialía de partes a nivel nacional, ya que desde la máxima tribuna del país el presidente López Obrador dicta las directrices sobre lo que tienen que hacer cada uno de los secretarios de estado para atender las diversas solicitudes o quejas que presentan cada uno de los reporteros que cotidianamente acuden.

Sin embargo, algunos de estos, los menos profesionales, saben de la importancia que tiene ocupar un asiento en el Salón Tesorería, puesto que lo han convertido en un verdadero negocio.

Algunos medios de comunicación nacionales han documentado que algunos “reporteros”, pueden cobrar de manos de sus mecenas entre 20 mil y 200 mil pesos por formularle una pregunta al presidente sobre algún caso en particular, que nada tiene que ver con los temas coyunturales del país, pero sí con sus intereses y de los que les mandan preguntar.

La mayor parte de estas preguntas sembradas provienen de empresarios o de representantes de grupos de poderes fácticos, con el fin de sacar raja política sobre determinado asunto.

De ahí que la conclusión sea que la democracia tiene sus riesgos hasta para los medios de comunicación en esas ruedas de prensa matutinas, cuyos representantes tienen que convivir con una suerte de entre mercenarios y mensajeros, en que están camuflajeados varios de esos reporteros.

En suma, las conferencias mañaneras del presidente López Obrador, únicas en el mundo, dan para todo lo descrito, y para más.

En Cortito: Crece la indignación entre vecinos y automovilistas que circulan por la zona de Ciudad Jardín y Paseos Tasqueña por el cierre diario de calles, particularmente sobre la Avenida Miguel Ángel de Quevedo y el paso a desnivel que desemboca en Tlalpan sin ningún sentido, toda vez que lo hacen antes de las 7 de la mañana cuando aún no hay un gran tráfico.

Y no son manifestantes los que originan el caos en la zona, sino patrullas y una gran cantidad de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina, quienes atraviesan sus patrullas en diversas calles y con sus «atléticos» (?) cuerpos trastocan la vida de los vecinos y obstaculizan el paso de automovilistas, trasladando el conflicto vial al otro lado que lleva a Miguel A. de Quevedo, Avenida Universidad y Calzada de Tlalpan.

Los vecinos se preguntan a qué funcionario le preparan la salida de su casa para que no tenga ningún vehículo enfrente cuando éste se digne salir de su domicilio.

Lo anterior porque en su momento ocurría un dispositivo similar con el primer secretario de seguridad capitalino, Jesús Orta Martínez, quien vivía en Ciudad Jardín y sus lacayos disponían todo para que no tuviera ningún problema al salir de su domicilio.

Las preguntas de los vecinos y automovilistas que circulan por esa zona son: y ahora a quién ayudan esos lacayos y si esto lo saben la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch y el presidente Andrés Manuel López Obrador, que repudia ese tipo de actitudes que lastiman a la ciudadanía.

En Morelos bien haría el gobernador, Cuauhtémoc Blanco Bravo; la secretaria de la Contraloría de la entidad, América Berenice Jiménez Molina; el alcalde de Yautepec, Agustín Alonso Mendoza, y el director del Sistema Operador de Agua Potable y Saneamiento del municipio, Alejandro Rodríguez en aplicar la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos para dar de baja a Isaías Flores Díaz y a Juan Vera Sánchez, ambos funcionarios del Sistema de Aguas en Oaxtepec, por ser omisos y por no cumplir con su responsabilidad, al dejar sin una gota de agua potable, por más de un año, a varios vecinos de este pueblo mágico. La secretaria de la Contraloría de Morelos tiene todos los elementos para aplicar una sanción tanto Isaías Flores Díaz como a Juan Vera Sánchez, por faltar a su trabajo como servidores públicos, pero, sobre todo, porque el primero con un oficio del municipio de Yautepec anda instalando medidores, de los cuales no cae ni una gota de agua, pero sí manda puro aire para cobrar a los vecinos de Oaxtepec. Como están las cosas que, en pleno periodo vacacional de Semana Santa, Isaías Flores Días y Juan Vera Sánchez, dejaron sin una gota de agua a cientos de familias y al pedir una explicación sobre este tema, les dijeron que era su asunto y que vieran cómo hacer para tener agua potable en sus domicilios. Los vecinos cansados de tantos abusos ya están buscando una reunión con la secretaria América Berenice Jiménez Molina para fincarles responsabilidades a dichos funcionarios.