Los anuncios de reforzamiento de la seguridad son puro cuento, pues los resultados saltan a la vista: siete muertos en el primer día de vacaciones

Raúl García Araujo | @araujogar

Las vacaciones de Semana Santa iniciaron en todo el país acompañadas de diversos actos de violencia en las zonas turísticas más importantes de México.

Los criminales hicieron gala de su poder y tiñeron de sangre los estados de Quintana Roo y Guerrero, al ejecutar a plena luz del día, en las playas, a siete personas.

Ahora entendemos que los delincuentes no tienen respeto por nadie y que mucho menos les interesa que en medio sus agresiones existan víctimas colaterales. Sí, gente inocente que no tiene nada que ver con sus riñas y disputas.

Lo que a ellos les interesa es matar, aunque dejen a personas con lesiones difíciles de sanar.

Esa es la fotografía de un México cada vez más violento, sin que las autoridades  municipales, estatales o federales hagan algo para erradicar esta crisis de inseguridad.

Es por ello que es sumamente cuestionable el trabajo de las gobernadoras, por cierto, del Partido Morena, de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa; y la de Guerrero, Evelyn Salgado, para afrontar a la delincuencia.

En Cancún, Quintana Roo, un grupo armado fue y ejecutó en la playa del hotel Fiesta Americana Condesa a cuatro personas, mientras que en Caleta, Guerrero, lugar emblemático para el turismo nacional e internacional, otros delincuentes mataron a otras tres personas e hirieron a dos más, entre ellas una menor de edad.

Y la pregunta, la que nos hacemos los ciudadanos es ¿qué hicieron las gobernadoras de Morena para evitar estos actos violentos en vacaciones de Semana Santa? Nada.

Los ciudadanos estamos cansados de esos anuncios de reforzamiento de la seguridad, ya que hoy sabemos que eso es puro cuento, pues los resultados saltan a la vista: siete muertos en el primer día de vacaciones.

Quizá lo que debemos saber los mexicanos es que la mayoría de los gobernadores de Morena, le deben el cargo a López Obrador y no están ahí precisamente por su eficiente trabajo como dirigentes políticos.

No, ocupan la silla de gobernador porque hasta hoy la figura del presidente de la República aún pesa entre los ciudadanos.

Así es estimado lector, las gobernadoras de Quintana Roo, Mara Lezema Espinosa y de Guerrero, Evelyn Salgado, son un claro ejemplo de esto. No son precisamente buenas servidoras públicas o talentosas políticas.

Sus triunfos electorales son producto del arrastre que aún tiene entre la población, sobre todo en adultos mayores, López Obrador y lamentablemente llegaron al cargo gracias él.

Sin embargo, al asumir el puesto de gobernadoras, también mostraron su nivel de mediocridad en la función pública. Situación que es aprovechada por los criminales para extender sus redes en poblados, municipios y zonas turísticas de Quintana Roo y Guerrero, donde lamentablemente se ubican las zonas turísticas más importantes de nuestro país.

Así también tienen al estado de Zacatecas, que, aunque no es turístico, a diario los mexicanos vemos como el crimen organizado se ha apoderado de comunidades y pueblos enteros bajo el gobierno del morenista David Monreal Ávila.

Ahí existe una disputa sin control entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa, por adueñarse de sus caminos ya que representan los principales accesos para el trasiego de drogas hacia Estados Unidos.

El estado de Zacatecas no iba a quedarse atrás en esta ola de violencia en plena Semana Santa y es por eso, que los criminales secuestraron a la familia de un militar, y aunque usted no lo crea, también fueron capaces de llevarse a una bebé.

Esto revela que los grupos delictivos son cada vez más violentos, puesto que saben, que mientras ellos utilizan el camino de las balas, el presidente Andrés Manuel López Obrador los recibe con su política de “abrazos y no balazos”.

Además de Zacatecas, Quintana Roo, Guerrero, en la lista de gobiernos fallidos están Morelos, Michoacán, Sinaloa, Tamaulipas, Sonora y Colima.

Sin embargo, nada es para siempre y 2024 será importante, ya que veremos la claudicación de algunos de estos gobernantes mediocres ya que no tendrán a Andrés Manuel López Obrador, a quien a diario depositan en él la pobreza de sus gobiernos que carecen en muchos casos de altura de miras.