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Los derechohabientes tienen que ir al municipio de Zapata para urgencias, hemodialisis, y consultas de especialidades, un trayecto que puede complicarse por el tráfico de la ciudad

En Cuernavaca, Morelos, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) cuenta con un hospital de 100 camas, renovado y con equipos de vanguardia que no se usa porque no tiene personal.

Esto afecta a unos 110 mil derechohabientes (en su mayoría maestros, sus familias y jubilados) quienes tienen que trasladarse hasta el hospital Regional Centenario de la Revolución, en el municipio de Emiliano Zapata, a 17 kilómetros de la capital del estado, para urgencias, consultas de especialidades y tratamientos como hemodialisis.

Se trata del hospital Carlos Calero que estuvo abandonado varios años, pues al inaugurarse en 2010 el hospital Centenario de la Revolución, todo su personal fue transferido.

Antes de la pandemia de Covid-19 se rehabilitó y durante la emergencia sanitaria fue un hospital Covid a cargo de la Sedena.

En marzo de 2022 el gobierno federal anunció en breve funcionaría como un hospital para atender cirugías rezagadas durante la pandemia. De eso ya pasaron dos años.

Pero desde hace dos años sólo funciona como clínica familiar, a pesar de que cuenta con todo para ser un hospital de segundo nivel.

Ir de Cuernavaca, Tepoztlán o Huitzillac hasta el municipio de Emiliano Zapata puede ser un verdadero dolor de cabesa para quienes tienen que acudir hasta tres veces por semana por tratamientos como las hemodiálisis.

«Salgo de mi casa a las 4:00 de la mañana para llegar a mi hemodiálisis, me tengo que ir en taxi, el regreso sí ya es en autobús pero la ida sí es en taxi y aproximadamente son 200 pesos de taxi, son tres taxis a la semana son 600», dijo el profesor jubilado Alfredo Pineda.

Hospital Regional Centenario de la Revolución

«Trasladarse desde Tepoztlán hasta el municipio de Emiliano Zapata implica mínimo dos horas de traslado en servicio particular, porque a veces nos encontramos con el caos vehicular en la autopista», indicó el profesor de secundaria Ismael González.

Debido a que el hospital Regional de Emiliano Zapata atiende no sólo a pacientes de Morelos, sino de Guerrero, Puebla y Oaxaca, está saturado.

«Para tomar tus signos son muy rápidos pero para pasarte con un médico pues sí tienen una espera de una hora, hora y media, la realidad es que más o menos lo que me tardaron a mí. Yo llevaba mucho dolor y no había dónde sentarme», relató la maestra María Inés Ramírez.

Los maetros del estado y sus familiares son los más afectados. El líder sindical del estado, Joel Sánchez Vélez, consdiera que no hace falta una gran inversión para convertir a la clínica familiar Carlos Calero, en un hospital de segundo nivel.

«Lo único que se requiere es personal, no es mucha la inversión, solamente personal para que pueda echarse a andar esa unidad hospitalaria», indicó Sánchez Vélez.

Recientemente el presidente López Obrador insistió en que antes de terminar su gestión serían entregados nuevos hospitales construidos para mejorar el sistema de salud pública. En el caso de este hospital, ya está listo para operar, solo falta que le asignen personal.