Al senador lo está perdiendo su desmedida ambición y cada día que pasa pierde fuerza dentro de Morena

Raúl García Araujo | @araujogar

El panorama se le está descomponiendo a Ricardo Monreal rumbo a una eventual candidatura presidencial. Cuando hábilmente hacía aparecer que todo le sonreía en ese camino, la realidad hace ver que la montaña se le viene encima, en términos políticos.

Monreal se había convertido en una suerte de Rey Midas de la política, ya que todo lo que negociaba, todo lo que tocaba, le redituaba invariablemente dividendos políticos.

Sin embargo, igual que al Rey Midas de la mitología griega, al senador lo está perdiendo su desmedida ambición (vulgar diría el presidente Andrés Manuel López Obrador), y como el rey mitológico, el político zacatecano puede quedar sumido en la miseria, en este caso, de la política.

La mala racha que atrajo para sí Ricardo Monreal obedeció a un pésimo cálculo político, quiso mandar una muestra de fuerza e irreverencia en las pasadas elecciones, y a los ojos de Palacio Nacional, no queda claro si metió o no las manos, (esto último de manera intencional) para que Morena perdiera la alcaldía Cuauhtémoc, donde se ubica el centro financiero y económico de la Ciudad de México.

Su decisión de haber intervenido o no, en ambos casos, para impedir el triunfo de Dolores Padierna y/o favorecer el de Sandra Cuevas, de la alianza PAN-PRI-PRD, es una afrenta muy grave para el presidente de la República, pues era un bastión importante para Morena y cuna de dos de sus principales aliados en la capital del país, los esposos Dolores Padierna Luna y René Bejarano Martínez.

Afrenta, con sabor y hedor a traición, que no le perdonó, ni le perdonará Morena, mucho menos el presidente López Obrador, con quien antes de ello desayunaba todos los lunes en Palacio Nacional, invitado por el primer mandatario, entonces su amigo.

Justo ahí empezó a gestarse la historia de debacle de Monreal, y a derrumbarse el mito del Rey Midas de la política, lo cual se manifestaba en que todo lo que negociaba se convertía en oro para Morena, para el presidente y para él, en términos de acuerdos y amarres políticos.

El segundo elemento importante que se tradujo en pérdida de poder hacia adentro y hacia afuera del gobierno de la Cuarta Transformación, fue la salida de éste, del exjurídico de Presidencia, Julio Scherer Ibarra, su amigo, quien detentaba un enorme poder e influencia sobre el presidente, mismo que irradiaba hacia sus cercanos, y Monreal era uno de ellos.

Un elemento fundamental más que revela esa pérdida de fuerza de Monreal es que la interlocución con diferentes actores políticos la lleva ahora el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, y es él quien se encarga de transmitir los mensajes o el sentir del presidente, lo que dejó de manifiesto el propio López Obrador cuando en una reciente mañanera le otorgó una calificación de 10.

No olvidemos que Adán Augusto López ha traído a la Segob a los más disímbolos y difíciles personajes de la vida política, los más recientes, a los dirigentes del PAN.

Y el elemento más actual que sustenta nuestra percepción de que hoy en día Monreal es una especie de Rey Midas, pero al revés, lo es su pleito con quien fuera su principal y más fiel escudero en el Senado de la República, el expanista y excalderonista, Germán Martínez Cázares.

Martínez Cázares siempre hizo una férrea defensa de Monreal, ya sea desde la tribuna de la cámara alta o de la que le permitía en su noticiero de Radio Fórmula, Ciro Gómez Leyva, e invariablemente cantó desde ahí las grandes dotes y merecimientos de Monreal para suceder al presidente López Obrador en 2024.

Sin embargo, el embeleso por Monreal se acabó cuando la semana pasada, su grupo al interior del Senado, el autodenominado, Grupo Plural, quedó fuera de la Comisión Permanente, lo cual desató la furia del michoacano Martínez Cázares en contra del político zacatecano, a quien por ese hecho condenó y demandó no recibir el mismo trato que el presidente otorga a Monreal, refiriéndose al trato de desprecio que ahora recibe de Palacio Nacional.

El anterior es tan solo el capítulo más reciente de este drama político que vive Monreal en la actualidad, y al que se sumarán varios más, conforme avance el proceso electoral de 2024, y que seguramente serán de pérdida de fuerza al interior del Senado, de Morena y del ánimo del presidente.En Cortito: En Morelos, el Comisionado Estatal de Seguridad, José Antonio Ortiz Guarneros admitió que los grupos criminales que buscan controlar el estado se han reconfigurado y de cinco que reconocían hace un par de años, ahora hay 11. Los Rojos, según el diagnóstico están por desaparecer y otro, el Cártel de Noreste, es de reciente aparición en el estado. A ellos se suman otros como Los Mayas, Los Colombianos, Los Linos, El CJNG, Guerreros Unidos, Cartel Independiente de Don Mario, El Seven, Los Aparicio, El Comando Tlahuica y Grupo Independiente de Don Emma. ¡Vaya problema!