La compra de la terminal de almacenamiento de combustibles en el Golfo de México plantea serias interrogantes. ¿Es prudente que Pemex realice adquisiciones multimillonarias cuando su propia existencia pende de un hilo? ¿No debería la empresa estar concentrándose en sanear sus finanzas y buscar una mayor eficiencia operativa, en lugar de aumentar su exposición a más riesgos financieros?
Claudia Bolaños @claudiabola
Y Sepa la Bola… pero la compra de la Terminal de Monterra Energy por parte de Pemex, por un monto que podría alcanzar los 320 millones de dólares, levanta serias dudas sobre la estrategia de la paraestatal en medio de una situación financiera crítica.
A pocos días del cambio de administración en Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa vuelve a protagonizar una adquisición multimillonaria. Esta vez, la compra de la Terminal de Monterra Energy, encargada del almacenamiento de combustibles, genera un nuevo debate sobre la viabilidad financiera de la paraestatal y su capacidad para afrontar la crisis que la aqueja.
Pemex, la empresa petrolera más endeudada del mundo, con pasivos que superan los 110 mil millones de dólares, depende casi por completo de inyecciones de capital del gobierno federal y de un alivio fiscal significativo para seguir operando.
En este contexto, la compra de la terminal de almacenamiento de combustibles en el Golfo de México plantea serias interrogantes. ¿Es prudente que Pemex realice adquisiciones multimillonarias cuando su propia existencia pende de un hilo? ¿No debería la empresa estar concentrándose en sanear sus finanzas y buscar una mayor eficiencia operativa, en lugar de aumentar su exposición a más riesgos financieros?
La adquisición de infraestructura, como la terminal de Monterra, suele justificarse como una inversión estratégica que fortalece el control sobre el suministro de combustibles. Sin embargo, esta compra llega en un momento en que Pemex debería estar priorizando la reducción de su deuda y la mejora de su producción, no la expansión.
Además, la concentración del mercado por parte de Pemex en el almacenamiento de combustibles plantea problemas de competencia y monopolio. La pregunta clave es: ¿quién está protegiendo realmente los intereses de la nación? Mientras el gobierno y Pemex continúan con esta estrategia de expansión, la paraestatal se tambalea bajo el peso de su deuda y de una estructura financiera insostenible.
El futuro de Pemex depende de decisiones inteligentes y medidas drásticas para mejorar su rentabilidad. Sin embargo, este tipo de adquisiciones solo agravan su precaria situación y reflejan una falta de planificación coherente.
La compra de la Terminal de Monterra Energy es un ejemplo más de las decisiones cuestionables que se toman en Pemex en medio de una crisis profunda. La paraestatal necesita un cambio radical de rumbo que priorice la eficiencia, la reducción de la deuda y la búsqueda de soluciones sostenibles para su futuro.
Y Sepa La Bola, pero el tema de la Reforma Judicial es de lo más complicado que entre las mismas autoridades hay dudas.
¿Qué quien tiene derecho a inconformarse? La coordinadora del los panistas en San Lázaro, Noemi Luna explicó que como grupo parlamentario presentaron un amparo, para impugar el proceso legislativo, y su partido una accion de constitucional que los diputados no pudieron meter por no tener una tercera parte del pleno pero el partido sí, porque en la reforma trastoca la materia electoral, porque toca los tribunales electorales y manda a los juzgadores a elección.
La controversia constitucionalidad y los municipios y gobernaodres estan facultados, por eso Diego Sinhue como gobernador metió una controversia y más de 20 municipios con población indigena, y aunque la Constitución establece que cuando hay reforma de esta calada se deben de consultar a los pueblos indígenas, lo cual no ha sucedido.
Y otro tema, es que no coicide la geografia electoral con la judicial.