Funcionarios de la 4T nos han mostrado que hay una generación de políticos que dicen ser diferentes pero siguen actuando como los del pasado que tanto criticaban

Claudia Bolaños | Twitter: @claudiabola

Una gran indignación causó Angel Vargas Rodríguez, el secretario privado de la presidenta municipal de Acapulco, la morenista Abelina López Rodríguez, ya que luego del paso del huracán Otis categoría 5, que causó varias muertes, desaparecidos y daños incalculables en ese paraíso de Guerrero, no se dedicó a ayudar a su pueblo sino a aprovechar el momento para saquear negocios.

Para su desgracia fue captado en una fotografía cuando caminaba cargando un carrito infantil y una bocina.

Ese sujeto, incalificable por ese actuar, fue en contra del espíritu obradorista de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo. Su jefa, obviamente no metió las manos al fuego por él.

Su actuar recuerda el gatopardismo que significa cuando se finge un cambio, pero en realidad todo sigue igual, y él es ejemplo de un mal servidor público que perdió lo más, el respeto de los acapulqueños, por lo menos, unos cuantos objetos que ahora ni ha de querer ni ver.

Otro caso es el de Ciudad Juárez donde se está perdiendo el espíritu de la 4T, debido a que los funcionarios de primer nivel son de extracción panista y no son ciudadanos de Juárez.

Su presidente municipal Cruz Pérez Cuellar, morenista, ahora quiere repetir en el cargo, pero hay quejas varias y variadas, por su mal desempeño, me cuentan.

La escasa obra pública y la mala calidad de la poca realizada, ha decepcionado a los juarenses con esta administración, la primera de extracción morenista, por lo que habitantes de ese lugar fronterizo llaman a la cúpula del partido guinda, para que le den un jalón de orejas al edil y le exijan que se ponga las pilas, regresando a lo señalado por el presidente Andrés Manuel López Obrador de no buscar el beneficio personal sino el del pueblo, y sobre todo de los más pobres, que en Juárez son bastantes.

Alertan que a las escuelas se les obligó a endosar el cheque a los contratistas designados por la presidencia municipal de Juárez, que en realidad sólo es para una misma empresa al aque designaron el 80% de las obras.

A la empresa se le pagaron las obras desde el inicio, y tal y como dice la canción que “músico pagado toca mal son”, allá los trabajos se hicieron con atrasos, altos costos, material de mala calidad y en muchos casos se entregaron incompletos.

Y Sepa La Bola, pero las cosas se pondrán muy interesantes en Álvaro Obregón en el proceso electoral del 2024, donde Morena quiere gobernar.

Los que han levantado la mano son Ricardo Peralta, ex subsecretario de Gobernación, lo que le da muchas tablas en la función pública, y quien ahora a través de la Alianza Patriótica Nacional, realiza diversas actividades sociales a favor de los más necesitados.

Otro de ellos es Humberto Morgan, también de Morena, quien conoce la alcaldía de cabo a rabo, pues ha trabajado en ella desde el cargo más humilde, hasta ocupar varias direcciones, en distintas administraciones.

Es conocido por los obregoneses y considera que podría arrebatar la alcaldía para su partido.

Los morenistas aseguran que le arrebatarán la alcaldía a Lía Limón de quien dicen no dio el ancho, y ha causado muchas molestias entre los habitantes de ese territorio de la capital del país.

Si Morena tiene posibilidades, eso se verá más claramente con los resultados que se obtengan en el proceso electoral 2024, más allá de los dichos, aunque la alcaldesa estuvo muy entretenida en conseguir la candidatura por la jefatura de la Ciudad de México, hasta decidir declinar por su correligionario Santiago Taboada.