La agresión a la Corte es resultado de que las ordenanzas del Ejecutivo Federal no han sido aprobadas en todos sus términos y fielmente, como se dicta desde Palacio Nacional

Claudia Bolaños | Twitter: @claudiabola

Y Sepa La Bola … pero el diálogo conciliador que el Gobierno de México mantuvo con la Suprema Corte de Justicia de la Nación en tiempos de Arturo Zaldívar está totalmente roto y no hay señas de que se reestablezca a corto plazo, e incluso, la relación entró en un proceso de decadencia, en el que los ministros han sido calificados “como una aberración”.

El partido en el poder y la SCJN han llegado al desprestigió intolerante y agresivo. En este caso los ministros que son considerados adversarios, aunque en este caso el Alto Tribunal no representa competencia, sino el establecimiento y el respeto a la legalidad y a los derechos humanos, consagrados en la Constitución.

Las manifestaciones de odio hechas el fin de semana pasado por el Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, contra ministras y ministros de la Suprema Corte, así como el desfile de ataúdes con la imagen de los togados, no es más que una muestra de desesperación, por no tener los argumentos jurídicos y de fondo, para debatir y convencer a los integrantes de uno de los tres poderes de la Unión.

Es válido disentir en el ajedrez político y judicial, puesto que la libertad de expresión es un derecho humano, pero lo que es cuestionable es el abuso del poder, las acusaciones falsas y la manipulación de datos para exacerbar a las bases políticas de un partido y echarlas a pelear con el argumento de que el pueblo manda y el pueblo es sabio.

Los agravios verbales sufridos por ministras y ministros de la Corte, salvo Loretta Ortíz, y la deslegitimizada, Yasmín Esquivel Mossa, son muestra no solo de intolerancia, sino de una falta de respeto al quehacer profesional y humano, de aquellos ya aquellas que no convergen con la idea oficialista del poder en turno.

Cabe recordar que el papel de la Corte, más allá de actuar en el campo de la legalidad, es la vigilancia y el respeto de los derechos humanos de los mexicanos.

Pero existen fueras inherentes a la clase política actual, que intentan monopolizar todas expresiones públicas y los poderes de la Unión para convertirlos en una sola ideología, en la que no existan disensos ni tampoco opiniones distintas.

“Aberración” sería que el Máximo Tribunal del país estuviera sometido y se inclinara ante el partido gobernante y su clase política, pues el Estado Mexicano caería en una actitud totalitaria en la que la principal enemigo es la libertad de pensamiento, expresión y de elección.

Todo el panorama de agresión a la Corte es resultado de que las ordenanzas del Ejecutivo Federal no han sido aprobadas en todos sus términos y fielmente, como se dicta desde Palacio Nacional a sus operadores políticos, como el Gobernador de Veracruz, y representantes de las bancadas de Morena en los Congresos, así como el presidente de dicho partido, que lo único destacado que tiene es la blasfemia política y la falta de razón y argumentos en cada uno de sus mensajes.

Y Sepa la Bola pero Ricardo Mejía está sintiendo el rigor moreno, y se espera una posible desbandada de su partido que lo lleva como abanderado en Coahuila.

Fuentes al interior de los equipos de campaña de los candidatos del PT y de la “Alianza Rescatemos Coahuila” han informado que la reciente visita de la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, y sus llamados para cerrar filas en torno a Armando Guadiana, ha modificado los equilibrios dentro de la contienda para la gubernatura.

A esto se suma el desconocimiento que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador, a Ricardo Mejía Berdeja. Todo va encajando.

De acuerdo con esta información los coordinadores territoriales de los candidatos del PT y del Verde en los municipios de Saltillo, Piedras Negras, Torreón, Monclova y otras 7 alcaldías, estarían replanteando sus estrategias para llamar al voto útil en favor del candidato de Morena.

La presencia de la jefa de gobierno levantó el ánimo entre la tropa y evidenció que la separación del PT y el Verde de la alianza no es el mejor escenario para la llegada de la transformación a Coahuila.