A la presidenta Sheinbaum le urge encontrar la manera de “controlar” a gente como Adán Augusto, Monreal, Jesús Ramírez, Luisa María Alcalde y a “Andy”, alfiles
Miguel Camacho @mcamachoocampo
Una de las frases más socorridas en el argot futbolístico, cuando las cosas se complican en un partido es: “hay que meter la pierna”, esto para indicar que se debe ser un poco más agresivo en el juego.
Traigo a colación lo anterior, porque a la presidenta le llegó el momento de meter la pierna, dar un manotazo en su centenario escritorio de Palacio Nacional y decir aquí mando yo, luego de que el Senado de la República dejara como presidenta de la CNDH a Rosario Piedra, la candidata peor evaluada de todos los aspirantes, y por Las Mañanitas que los legisladores del oficialismo cantaron al expresidente López Obrador por su cumpleaños.
La ratificación de Piedra Ibarra es un duro golpe político a la mandataria, quién hubiera preferido en ese cargo a Nashieli Ramírez Hernández, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
Pero a la par del golpe político es una muestra del enorme poder que tienen personajes como Adán Augusto López, que fue capaz de “convencer” a sus compañeros de bancada de votar por alguien a quien no querían, pero que sí tenía el beneplácito del residente de Palenque.
Por otro lado “Las Mañanitas legislativas” y la campaña de felicitación a López Obrador en redes sociales, son una muestra de que la doctora Sheinbaum no tiene el control de la 4T, el movimiento le sigue respondiendo al exmandatario y bastará un chasquido de dedos en Palenque para que Sheinbaum vea frustrados sus planes de gobierno.
A la presidenta Sheinbaum le urge encontrar la manera de “controlar” a gente como Adán Augusto, Monreal, Jesús Ramírez, Luisa María Alcalde y a “Andy”, alfiles y representantes de AMLO, para que la dejen trabajar y no se conviertan en una piedra en sus zapatos.
De no conseguir acotar a estos personajes, la presidenta corre el peligro de convertirse en la ejecutora de los deseos de López Obrador y no de su plan de gobierno.
De no conseguir imponerse, podríamos empezar a escuchar la siguiente frase: “Aquí vive la presidenta, pero el que manda vive en Palenque”.
EN EL TINTERO
Creo que el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, poco a poco se está convirtiendo en una piedra en el zapato de la 4T. Primero por hablar de la reforma judicial y luego por revelar que el expresidente rechazó ayuda para combatir la violencia… No dude usted que existe una lista de candidatos para sucederlo.
La presidenta Sheinbaum y los secretarios Ebrard y De la Fuente deben estar buscando al equipo de negociadores del T-MEC. Las personas ideales den tener 100% de capacidad y 0% de ideología