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¿Qué misión cumplió el presidente López Obrador… de verdad puede sentirse contento con su labor al frente del país?

Miguel Camacho | Twitter: @mcamachoocampo

El presidente López Obrador sigue que no cabe de contento con la victoria de su protegida, perdón de la candidata presidencial de su partido en las elecciones del pasado 2 de junio, chequen ustedes amables lectores:

“El pueblo de manera acertada decidió que continúe la transformación… Fue muy contundente el mandato del pueblo para que se le dé continuidad al modelo transformador, a la Cuarta Transformación de la vida pública del país… Yo estoy por terminar… En tres meses concluyo, entrego la banda presidencial y me siento muy contento… Ya voy a poder decir misión cumplida…”

Luego de escuchar tales afirmaciones me preguntó: ¿Qué misión cumplió el presidente?¿De verdad puede sentirse contento con su labor al frente del país? La respuesta va a depender del modo de pensar de cada quien, pero acompáñeme a ver las cosas fríamente. La Constitución, en el Artículo 89, señala las obligaciones y facultades de un presidente, cumplirlas es la misión de quien ocupe la presidencia.

Una versión resumida de la misión presidencial está en la protesta que el mandatario electo rinde ante el Congreso de la Unión el día que es electo:

«Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande.»

Ahora sí, con la misión del presidente, definida según la Constitución, veamos con cabeza fría si el presidente López Obrador cumplió o no con su misión. Comencemos por el bien y prosperidad de la Unión que señala la protesta presidencial.

No puedo negar que algunos indicadores de pobreza disminuyeron, debido a los recursos que se entregaban de manera directa a la población. Sin embargo, desde mi punto de vista, estos recursos deben ser enfocados a personas que realmente lo necesitan. Le pongo un ejemplo. Tengo un tío que trabajó prácticamente toda su vida en Estados Unidos. Él y su esposa reciben una pensión en dólares, alquilan dos casas en el vecino país; acá en México cultivan jitomate en invernadero y reciben la pensión de adultos mayores, cuando ellos no necesitan ese “apoyo”.

A lo anterior tenemos que agregar que las becas a estudiantes, en muchas ocasiones terminan en compra de celulares o pagos para la compra de motocicletas y no para apoyar a j+ovenes en los estudios.

Una de las medallas que se llevará el presidente López Obrador será la de ser el mandatario con la administración más violenta en lo que va del siglo XXI. Las víctimas de homicidios dolosos en lo que va de la presente administración ya superan los 190 mil y contando. Proyecciones indican que se superarán las 200 mil muertes violentas. Si a estas 200 mil muertes violentas le sumamos las 800 mil que dejó la pandemia de COVID-19, tendremos que los historiadores podrían hablar del millón de muertos de AMLO.

A lo anterior debemos añadir el deterioro en el ya de por sí deteriorado sistema de salud. La mejora prometida se ha ido aplazando una y otra vez. La nueva fecha es septiembre, en septiembre se va a tener un sistema de salud mejor que el de Dinamarca. ¿En serio?

Enarbolando un falso nacionalismo, el presidente ha despilfarrado dinero en obras que van a dejar dividendos, si es que los dejan, en decenios, además de que han dejado graves daños al medio ambiente, le estoy hablando del Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas, A esta lista de desperdicio de dinero tendríamos que agregar la compra de Mexicana de Aviación.

El manejo de la economía ha sido razonablemente bueno. Aunque hay algunas acotaciones que hacer en este tema.

La primera. El presidente López Obrador presume como logros de su gobierno la fortaleza del peso frente al dólar (hasta antes de las elecciones), cuando este indicador depende más de la oferta y la demanda, y de que los mercados no se pongan nerviosos.

La segunda. El presidente presume el incremento de las remesas que los mexicanos que trabajan en el extranjero envían a sus familiares en el país, cuando lo que debería es darle un poco de vergüenza. Si las remesas han aumentado es porque más mexicanos han tenido que salir del país para intentar darle una mejor vida a su familia.

La tercera. López Obrador prometió no endeudar más al país. Sin embargo, lo hizo. Deja una economía pegada con alfileres. Lo que deja a su sucesora muy poco margen de maniobra.

Al rendir la protesta de ley el presidente entrante se compromete a guardar y hacer guardar las leyes, algo que no se le ha dado al actual mandatario, ya que un día revela datos privados de algún adversario; acusa sin pruebas a alguien que se opone a sus deseos.

Cuando el presidente no ha encontrado limitaciones legales para implementar sus ideas (hacer sus caprichos), sencillamente cambia la ley para hacerse del poder y ejecutar sus ideas. La ley es un cuento que al presidente no le gusta leer.

Podríamos seguir, pero eso será en otra ocasión, ya que me alargué demasiado. Me interesa conocer su opinión: ¿El presidente puede hablar de misión cumplida?

EN EL TINTERO

-Hoy es jueves de gabinete. ¿Seguirán predominando los perfiles técnicos?

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