Un presidente está para aplicar la ley, no para imponer sus puntos de vista como el de cuidar a los delincuentes

Miguel Camacho | @mcamachoocampo

Cada día me convenzo más que el presidente López Obrador no comprende a los mexicanos. Una muestra más de ello la dio la semana pasada al comentar la persecución que hombres armados realizaron a un convoy de las fuerzas armadas en Nueva Italia, Michoacán.

“…Cuidamos a los elementos de las Fuerzas Armadas, de la Defensa, de la Guardia Nacional, pero también cuidamos a los integrantes de las bandas, son seres humanos…”, dijo.

Ante la andanada de críticas el presidente reiteró su posición este lunes:

“Ahora que dije que se debería de proteger la vida de todos, porque lo más importante es la vida, llegaron a decir que fue un desliz. ¡No, así pienso! Nada más que son dos posturas distintas, los que quieren resolver todo con la violencia: ¡Mátalos en caliente! ¡Mátalos en leña verde en el Zócalo!”

Después de escuchar lo anterior no me queda más que decir: ¡Señor presidente, usted no comprende a los mexicanos!

¿Por qué digo lo anterior? Porque ninguno de los casi 130 millones de mexicanos le ha pedido que entre a sangre y fuego a detener a los delincuentes. Lo que todo México le ha pedido de todas las formas y maneras es que aplique la ley, si para eso es necesario usar la fuerza, pues debe usarla sin miedo, siguiendo los cauces legales.

Estoy de acuerdo en que los miembros de la delincuencia organizada son seres humanos, pero seres humanos que tienen que enfrentar las consecuencias de sus errores y pagar “su deuda ante la sociedad”, para poder reintegrarse a ella.

En esa misma mañanera el presidente presumió una baja en la letalidad durante los operativos de las fuerzas armadas. Esas cifras tendrían más sentido si los niveles de inseguridad fueran a la baja, porque hablarían de un trabajo bien hecho. Con los niveles de inseguridad actual lo que nos dicen esos números es que la labor no se está haciendo o se está haciendo mal.

Un presidente está para aplicar la ley, no para imponer sus puntos de vista.

PD. El presidente está jugando con fuego al criticar a la UNAM y a los médicos. Señor presidente, bájele dos rayitas