Es grave que 180 candidatos de Morena o de postulaciones en alianza fueran señalados como infractores por rebasar el tope de gastos

Álvaro Ramírez Velasco

El dictamen del Instituto Nacional Electoral (INE) que asentó que 180 candidatos y candidatas de Morena en Puebla rebasaron el tope de gastos de campaña, solamente en lo que se refiere al Proceso Electoral Local Concurrente, evidencia que dentro de ese partido las cosas se hicieron pésimo y que las responsabilidades de las sanciones, y hasta posibles anulaciones de triunfos, serán para una burocracia partidista improvisa, sin capacidad para siquiera presentar correctamente los reportes de gastos.
De tan escandaloso, podría ser hilarante, pero, al contrario, es muy grave.
Los funcionarios del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que encabeza el secretario general en funciones de presidente, Édgar Garmendia de los Santos, han dejado muestra absoluta de su incapacidad, pues se trata de 180 casos en los que, por fallas administrativas y contables, los candidatos y candidatas de ese partido o de postulaciones en alianza que encabezó Morena, han sido señalados por el INE, como infractores.
El pasado 21 de julio se conoció que, en Puebla, un total de 207 candidatos y candidatas, de todos los partidos y alianzas, rebasaron los topes. Fue el estado que más padeció de esta irregularidad.
De ellos, 180 fueron de Morena o de alianzas en que el morenismo llevó la batuta, de acuerdo con el Proyecto de Dictamen de la Comisión de Fiscalización, que luego avaló la madrugada del viernes el Consejo General del INE.
El estado que le sigue a Puebla en infracciones como estas es Hidalgo… ¡pero solamente con 10!
Por poner más ejemplos: sigue Jalisco con 9, Tlaxcala 7, Oaxaca con 6 y con 4, la Ciudad de México y Quintana Roo. Otras 12 entidades tuvieron menos de tres casos. El resto, ninguna.
Es decir, no es un tema que ocurra comúnmente. Menos aún en esa cantidad: ¡207 para un solo estado!
Pero, además, de esos casos, la contundente mayoría, 180, son del mismo partido o fórmulas, las de Morena.
La evidencia es muy grave: ni lo más sencillo que se requiere, en el contexto postelectoral y administrativo, pudieron hacer los burócratas de ese partido en Puebla.
No hay duda de su evidente incapacidad y de su falta de preparación, que además ha puesto en aprietos sus victorias en un distrito local y al menos dos municipios.
La duda, en todo caso, es si en alguno de estos asuntos, en particular, hubo además dolo, para perjudicar a alguien. Sería gravísimo.