Las grandes sorpresas pasan pocas veces en el futbol, y la Euro, antes conocida como Eurocopa de Naciones, ha sido protagonista de un par

Manuel Sebreros | @sebreros

La primera en la edición de 1992 cuando Dinamarca, equipo invitado de última hora para suplir a Yugoslavia por la Guerra de los Balcanes, terminó como campeón, y la segunda en 2004 cuando Grecia, una de las selecciones más débiles no solo de su región sino del mundo, dejó atónitos a millones de aficionados al levantar el trofeo.
Tan imposible como el viaje de regreso desde Troya de Odiseo, así se veía la posibilidad de que Grecia pudiera ser campeona de la Euro 2004 jugada en Portugal, pero la garra y el orgullo helénico pudieron más y aunque su estilo de juego era muy poco estético y carente de emociones a la ofensiva, la fórmula funcionó y ahora pueden presumir un título continental.
Estar en el mismo grupo que el anfitrión, Portugal, España y Rusia, hacía del camino de la “Ethniki” en dicha Euro tan duro como tener que vencer el canto de las sirenas, los infortunios de los dioses del Olimpo o enfrentarse a cíclopes, así como doblegar en la fase final a Francia, República Checa y Portugal, otra vez, causando el llanto de un adolescente Cristiano Ronaldo.
Pero un sabio socrático en el banquillo como Otto Rehagel, y una legión de espartanos del futbol encabezada por Angelos Charisteas, Kostas Katsouranis, Giourkas Seitaridis, Traianos Dellas, Antonios Nikopolidis y Theodoros Zagorakis, entre otros, fueron el ensamble perfecto para que millones de griegos pudieran celebrar al ritmo de Zorba por las calles de Atenas, Corfu, Macedonia, Creta o Thesaloniki.
Han pasado 17 años de esa hazaña, y hace dos, en 2019, con motivo de los 15 años de ese campeonato, tuve la oportunidad de realizar un par de entrevistas con dos protagonistas de ese equipo, el delantero Angelos Charisteas y el mediocampistas Kostas Katsouranis, y esto es un poco de lo que me compartieron.
“El equipo de 2004 tuvo una historia de éxito basada en el hecho de que todos los jugadores estábamos muy unidos entre nosotros, teníamos futbol de calidad, jugábamos casi todos en buenos equipos”, palabras de Charisteas.
“(Grecia) tenía grandes jugadores con capacidad, tenía un enorme nivel de confianza como equipo e individualmente. Tenía un maestro guía, Rehagel, que estuvo cerca de los jugadores y tenía altos niveles de cooperación dentro y fuera de la cancha de los 23 jugadores de la Euro 2004”, me dijo Katsouranis.
Lamentablemente, después de ese logro el futbol de Grecia a nivel selecciones volvió a su realidad y tanto en Euro como en Mundiales no han tenido ninguna actuación destacada, pese a que en años recientes varios de sus futbolistas han destacado en las mejores ligas del mundo.
En la Euro que se juega actualmente en diversas sedes, aplazada del año anterior por la pandemia, se esperaba que algún equipo modesto como Macedonia, Finlandia, Hungría o Suiza dieran la sorpresa, pero una odisea tan grande como derrotar a los poderosos solo la podía conseguir un equipo con espíritu guerrero como “Hellas” o “Ellada”.
Para consultar la entrevista completa con los campeones griegos les dejo el link al trabajo original publicado en Reporte Índigo.