Cada cuatro años, cinco en esta ocasión, es la misma cantaleta, y ahora potenciada por las redes sociales: las pocas medallas que consiguen los deportistas mexicanos

Manuel Sebreros | @Sebreros

Sin tomar en cuenta a la horda de idiotas que desde un sillón, y mientras devoran una concha con mermelada o una pizza entera, se sienten moralmente aptos para criticar las actuaciones de los atletas nacionales, lo cierto es que los problemas del deporte mexicano va más allá de la falta de preseas en las justas olímpicas.
En 2016, el Comité Interinstitucional de Investigación en Cultura Física y Deporte, integrado por 76 organismos especializados en formación, actualización, investigación, capacitación y certificación en cultura física, vinculado con deporte, educación física, ocio, tiempo libre, recreación y ciencias aplicadas, realizó un análisis durante dos años de las necesidades del país en materia deportiva y determinó tres vertientes para el desarrollo del deporte en México.
1. Acercar a la población al deporte para mejorar su condición de vida.
2. Desarrollo del deporte de alto rendimiento.
3. Fomento del deporte profesional como entretenimiento y atracción turística.
De estas tres, hemos podido ver que las autoridades se han interesado más en la parte profesional, desde gobiernos que destinan recursos públicos para la construcción de estadios de futbol o beisbol, o inversiones directas en los equipos.
De la misma forma, tenemos el ejemplo de Ciudad de México, donde las autoridades se han enfocado en que las ligas estadounidenses como NFL, NBA, MLB, WWE o la Fórmula Uno sigan presentándose en la capital, con la finalidad de atraer público nacional e internacional.
El segundo punto tiene todo qué ver con los Juegos Olímpicos, pues es el rubro donde están los atletas de alto rendimiento. Aquí empiezan los problemas. Primero con el gobierno federal, sea del partido que esté en turno, el presupuesto siempre está castigado.
Tan solo en 2021, los recursos destinados para el deporte, a través de la Conade, fue de 2,675.9 millones de pesos, 108 millones menos respecto a un año antes, a pesar de tratarse de año olímpico.
Luego viene el mayor reflejo de lo que es la sociedad mexicana, las federaciones. Unas con problemas internos, otras señaladas de corrupción, algunas más copadas por caciques, en otras, casos de favoritismo, y ahí es culpa tanto de federativos como de algunos deportistas que se prestan para esas luchas de cúpulas.
Ejemplo del desastre en federaciones son Gabriela Bayardo, quien pidió oportunidad de solo venir a México en ciertas situaciones para seguir compitiendo por el país en tiro con arco, pero la federación de dicho deporte dijo que no, por lo que la tijuanense, casada con un neerlandés, optó por irse a Países Bajos y ganar en días pasados la medalla de plata en mixto.
Misma situación de Oscar Salazar, medallista mexicano de taekwondo en Atenas 2004, quien como entrenador se fue a Egipto y en Tokio 2020 consiguió dos medallas, mientras que los dos representantes nacionales en este deporte fueron eliminados en su primer combate.
Y sí, México apenas llega a siete decenas de medallas en más de 120 años de historia olímpica, pero esas historias, sea del metal que sea, deben ser festejadas, pues en su mayoría son conseguidas con mucho sacrificio personal de los atletas y sus equipos de trabajo.
Y sobre el punto 1 de las vertientes mencionadas párrafos arriba, que será tema de otro momento por lo grave del asunto, que debería ser el que más atención tenga, es el que menos, prueba de eso, más allá del dinero invertido, son los resultados que nos muestran los índices de obesidad infantil, la mortandad por COVID-19, los niveles de sedentarismo, y una larga lista de enfermedades por la falta de actividad física.
En un país obeso y sedentario, que necesita moverse por salud, y luego conformar una cultura física y deporte para generar atletas de alto rendimiento y profesionales desde las escuelas, como en Estados Unidos, que México lleve hasta el cierre de esta columna solo dos medallas de bronce en Tokio 2020 es el menor de los problemas del deporte nacional.