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De este lado, integrantes de la Sedena, de la Guardia Nacional y de la Secretaría de Seguridad local arribaron a la cabecera municipal de Amatenango, de donde huyeron decenas de familias hacia el país vecino la semana pasada

Los gobiernos de México y Guatemala reforzaron la seguridad en las fronteras de ambos países, debido a que en zonas de Chiapas continúan los enfrentamientos entre integrantes de los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa, que desde hace tres años se disputan el territorio y rutas para el trasiego de drogas y tráfico de migrantes.

Pobladores de la región dieron a conocer que el domingo se reportaron confrontaciones entre dichas agrupaciones delictivas en un camino de terracería, cerca de las comunidades El Jocote y Selegua, del municipio de Frontera Comalapa.

Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y agentes de la Guardia Nacional, así como de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana estatal, arribaron ayer a la cabecera municipal de Amatenango de la Frontera, de donde huyeron decenas de familias hacia Guatemala el fin de la semana pasada.

Esa y otras demarcaciones de la sierra y la frontera chiapanecas han estado en los últimos meses bajo el control de grupos de la delincuencia organizada que realizan frecuentes bloqueos carreteros, reclutamientos forzados, cobros de derecho de piso, quema de vehículos, así como asesinatos y desapariciones de personas que se niegan a sumarse a sus filas.

El reforzamiento de la seguridad del lado mexicano se hizo en varios municipios de Chiapas fronterizos con Guatemala para tratar de proteger a la población civil.

De lado de Guatemala el despliegue fue realizado en el departamento de Huehuetenango, que colinda con Chiapas y al que pertenece el municipio de Cuilco, donde se encuentran refugiados más de 500 mexicanos.