La inseguridad que persiste está fuera de su control.
A sólo dos días de que venza el plazo autoimpuesto por el Gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, para pacificar Teocaltiche, el discurso oficial comienza a cambiar.
Aunque el mandatario había asegurado que el municipio estaría en paz para el 7 de junio, ahora su administración matiza la promesa y señala que la inseguridad que persiste está fuera de su control.
“El resto de eventos tiene que ver con delincuencia organizada, y ya conocemos la naturaleza de la delincuencia organizada, que es del ámbito federal”, declaró este jueves el Coordinador Estratégico de Seguridad, Roberto Alarcón Estrada, en lo que muchos interpretan como un intento por deslindar responsabilidades.
El 23 de abril, Lemus afirmó que en un mes y medio Teocaltiche estaría pacificado. Sin embargo, a dos días del vencimiento, la administración estatal parece más enfocada en justificar lo que no se logró, que en rendir cuentas claras.
Alarcón destacó una baja en delitos del fuero común —con apenas tres robos de vehículos, uno a casa habitación y uno de motocicleta desde enero— pero reconoció que no puede garantizarse una seguridad total. “Evidentemente no hay seguridad absoluta en ninguna parte del planeta”, señaló.
Desde el Gobierno estatal también se han enumerado inversiones en infraestructura, como los 395 millones de pesos destinados a obra pública y carreteras. Pero esas cifras contrastan con la incertidumbre que aún se vive en la región.
Por su parte, el Comisario General de la Policía Preventiva Estatal, Juan González Castañeda, informó que desde el 19 de febrero —cuando la Policía Estatal asumió el control en Teocaltiche y Villa Hidalgo— se han asegurado bienes ilícitos por un valor de 520 millones de pesos y se han detenido a presuntos sicarios relacionados con homicidios de alto impacto.
A pesar de estos esfuerzos, el ambiente de inseguridad no se ha erradicado. El establecimiento de una base intermunicipal el pasado 12 de mayo y las detenciones de individuos ligados al grupo criminal “El Coyote” son presentadas como logros, pero no parecen suficientes frente a la promesa rotunda de pacificación que el Gobernador hizo hace poco más de un mes.
Mientras tanto, en Teocaltiche, la población sigue esperando la paz prometida, mientras el gobierno estatal comienza a desviar la responsabilidad hacia la Federación.