El senador aún morenista está utilizando la presión y el chantaje para presionar al inquilino de Palacio Nacional

Raúl García Araujo | @araujogar

En medio de un corcholaterío desatado, el senador Ricardo Monreal aplica a pie juntillas la estrategia de Felipe Calderón con Vicente Fox Quesada.

Ávido de simpatía, ante la falta de cariño presidencial, el senador, aún líder de la Junta de Coordinación Política y líder de la fracción parlamentaria de Morena en el Senado de la República, reedita la estratagema del hijo desobediente, que tan buenos dividendos le dieron al expresidente michoacano.

Hay que recordar que a Calderón esa estrategia le dio como resultado la candidatura presidencial, por encima de los deseos de Vicente Fox Quesada.

Desde el madruguete, con el destape que hizo de él, el entonces gobernador de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña, cuando Calderón era secretario de Energía; hoy Ricardo Monreal quiere utilizar la misma estrategia y no es precisamente para buscar la simpatía del presidente Andrés Manuel López Obrador.

No, en esta ocasión el senador aún morenista está utilizando la presión y el chantaje para presionar al inquilino de Palacio Nacional.

Monreal sabe y conoce bien que antes de él en el ánimo de López Obrador están las figuras de la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum; de los secretarios de Gobernación, Adán Augusto López y de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard como los posibles candidatos a la Presidencia.

Es por eso que ahora el líder de los senadores morenistas se ha convertido en el principal contestatario de las diversas acciones del gobierno de la República y del partido Morena.

Si la cúpula de Morena realizó un magno evento en Toluca, en el Estado de México, para mostrar músculo político ante la contienda electoral por la gubernatura de 2023, Monreal, lo califica como actos anticipados de campaña.

Si el presidente López Obrador insiste en no cambiar su estrategia de seguridad de “abrazos no balazos” a pesar de las trágicas muertes de dos sacerdotes jesuitas, el senador pide revisarla con seriedad “sin tabús ni ideologías, sin intereses partidistas y sin actitudes egoístas”.

Lo hace por una sencilla razón: está de por medio la sucesión presidencial, en la cual por ahora su nombre no aparece entre las opciones del presidente Andrés Manuel López Obrador.

¿Entonces qué le queda a Monreal? Presionar y hacer uso de sus arrebatos políticos para tratar de conseguir la candidatura de Morena al Gobierno de la Ciudad de México y desde ahí tomar el control del partido en la capital del país.

Monreal sabe que, a la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez no le alcanza para llegar a esa posición y que las recientes encuestas revelan que sin un candidato fuerte y de trayectoria política Morena puede perder su mayor bastión político.

De ahí su plan de andar de hijo desobediente y en caso de que las cosas no se acomoden en su favor, entonces sí, Ricardo Monreal dejará Morena y buscará a como dé lugar la candidatura presidencial con la oposición ante la falta de líderes que puedan hacerle frente al candidato de López Obrador.

Vendrán entonces más traiciones de su parte hacia el presidente de la República y su equipo, con el fin de buscar más reflectores para convertirse en el político que sí cuestiona lo dicho y hecho por Andrés Manuel López Obrador y su 4T.

En Cortito: Nos cuentan que este mes se cumplieron 10 años de la promulgación de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos delitos.

Sin lugar a dudas, una Ley que ha afectado intereses del crimen organizado y de políticos corruptos.

La principal impulsora, Rosi Orozco sigue apoyando a víctimas sin apoyos gubernamentales y ha logrado reintegración exitosa de sobrevivientes que ahora encabezan la lucha a nivel internacional.

Esperamos que la gente decente de 4T apoye a quienes después de sufrir esta forma de esclavitud moderna están dispuestos a dar la mano a quienes escapan o son rescatadas.

Sería bueno que el presidente Andrés Manuel López Obrador escuchara las voces de Karla Jacinto, Guadalupe Carrasco, Luis Armando Campos, Mixi Cruz, Karola de la Cuesta, activistas sobrevivientes que pueden ayudar a que los pobres no sigan viendo a sus hijas desaparecer para ser esclavas en México y otras naciones.

¿Primero los pobres? Pero también primero los sobrevivientes de la peor forma de pobreza: La esclavitud. ¿No cree presidente López Obrador?