Hubo una confluencia de errores, el primero cometido por los recién casados: no revisar bien la lista de invitados

Raúl García Araujo | @araujogar

La sesión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) precipitó la salida del gobierno de la Cuarta Transformación, del titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto.

De no haberse atravesado esa sesión con la fecha de su boda, el hombre más destacado del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, seguiría en el cargo, habría regresado a sus funciones, luego de su luna de miel, la cual será también motivo de delación de muchos de los que se dicen amigas y amigos de la pareja Carla Humphrey/Santiago Nieto.

Muchos y variados son los elementos que rodean la caída de Nieto, lo cierto es que los detractores más furibundos del presidente se salieron con la suya, al tirarle la ficha más valiosa de su ajedrez, y éste se las tuvo que dar, muy a su pesar.

La histórica sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, que presidiría unas horas después de destituir a Santiago Nieto, fue la clave pues abordaría como tema central de su discurso, la corrupción.

Luego entonces, cómo referirse a ello desde un foro sobre el que los ojos del mundo estarán puestos, si en su gobierno, una de sus piezas más valiosas estaba rodeado de un escándalo que ponía en entredicho a tres de sus banderas políticas: la honestidad, la austeridad y la lucha contra la corrupción.

 

Dicho esto, no tenía de otra el hombre que tiene como obsesión hacer pervivir en el imaginario colectivo de los mexicanos al expresidente Benito Juárez García.

En ese sentido, fue el contexto, que rodeó a esa boda, por cierto, llena de traiciones de sedicentes amigos de la pareja, lo que derrumbó a Nieto, para beneplácito de la dupla considerada por muchos como infernal, conformada por Carlos Salinas/Diego Fernández de Cevallos, y sus émulos Vicente Fox Quesada/Felipe Calderón Hinojosa, Claudio y Claudito X. González, los impulsores de FRENA, y un largo etcétera.

Y son los que conforman este largo etcétera los que trabajan denodadamente en instrumentar estrategias para dinamitar al gobierno de la 4T y a su máximo exponente, reproduciendo así la historia de lucha entre liberales y conservadores, quienes con la salida de Santiago Nieto obtuvieron una gran batalla.

Corresponderá a su sucesor, Pablo Gómez Álvarez decidir si este triunfo de los liberales será pírrico o fundamental para descarrilar al actual gobierno, rumbo a las elecciones del 2024.

Si sus acciones, y tendrán que ser inmediatas, logran llegar a verdaderos peces gordos, el eterno legislador se convertirá por necesidad en un auténtico candidato Presidencial, posición a la que parece haber claudicado, antes de fortalecerla, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien por cierto dio posesión como nuevo titular de la UIF a Pablo Gómez y no el que debía, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, también opacado en su corta estancia en esa dependencia.

Si el eterno exdiputado y exsenador, Pablo Gómez Álvarez hace detonar varios de los expedientes que deja Santiago Nieto, reavivará de manera importante las posibilidades de que la 4T sea transexenal y no solo de un efímero sexenio, para lo cual trabajan arduamente los integrantes de nuestro largo etcétera, quienes ante la carencia de piezas propias tienen la mira puesta en el canciller, Marcelo Ebrard y en el senador, Ricardo Monreal, para conformar una gran alianza, cuando éstos sean, como todo apunta, piezas de desecho.

 

A estos conservadores aterra la sola idea de que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum pueda ser la sucesora de su personaje más odiado, pero les preocupa aún más que sea un comunista de cepa, de línea híper dura, de teflón al prianismo, como lo es Pablo Gómez, quien enarbole esa bandera.

Y como dijimos al principio, apreciado lector de En Corto, fueron muchos los elementos que rodearon a la boda de Santiago Nieto y Carla Humphrey, varios de los cuales guardan conexión con el propósito de descarrilar al gobierno de la 4T.

Para empezar, hubo una confluencia de errores, el primero cometido por los recién casados, fue haber confiado a ciegas en quienes dicen ser sus amigos; al final del día, varios de ellos fueron las traidoras o traidores.

Aparejado a esto, el de Santiago Nieto, que verdaderamente fue de primaria, y éste consistió en haber ignorado que varios de los invitados no solo son rivales acérrimos de su ahora exjefe, sino que lo consideran su enemigo, al que hay que destruir políticamente.

También, vinculado con lo anterior, el extitular de la UIF, pasó por alto lo sucedido al otrora hombre de mayor confianza del presidente, César Yáñez, por una situación muy similar a la de él: haber celebrado una boda “Fifí”.

A César Yáñez no le valió haber sido por décadas el Sancho Panza de Don Quijote, el que lo acompañó durante muchos años en sus andanzas, y que obtuvo por el pecado cometido, de haber celebrado esa fiesta ostentosa, el desprecio de aquel a quien cuidó, procuró y toleró, y con sus buenos oficios, encumbró en los medios de comunicación.

Si la historia es justa, ya que el autodenominado animal político, no lo fue, César Yáñez debe tener un reconocimiento porque en buena medida, el que haya llegado un presidente de izquierda al país, se debe a su sacrificio personal, a su dedicación, a su compromiso y a su lealtad con el tabasqueño.

 

En fin, todo eso no fue sopesado por Santiago Nieto, a la hora de hacer su lista de invitadas e invitados, varios de los cuales ardían en ganas por revelar aspectos de la boda, sin importar que con ello traicionaban una confianza depositada en ellos, y ponían en riesgo la integridad del novio y su propio empleo.

Ligado a ello, Santiago Nieto, pareció tener una venda en los ojos, y desconocer que varias de las personas invitadas, sino es que ellos mismos, le tienen un rencor escondido, primero por ser parte de la 4T, y segundo, porque su papel los mantiene a raya o amenazados de ser sujetos de investigación, dadas sus conexiones personales con personajes investigados o susceptibles de serlo, o bien, por sus movimientos financieros dentro o fuera del país.

Santiago Nieto omitió leer Caballo de Troya, del escritor y periodista español Juan José Benítez, para comprender que tenía al enemigo en casa, y que éste hizo lo posible para reventarlo, como lo hizo, para beneplácito de un sector de la derecha del país.

Lo que ya no lograron los integrantes de este sector, por la rápida decisión del presidente de cesar al titular de la UIF, fue haber dinamitado la histórica participación de éste en el Consejo de Seguridad de la ONU, que, dicho sea de paso, es la primera vez que un presidente mexicano la preside.

No haber movido a Santiago Nieto, como lo hizo, prácticamente en vísperas de ese hecho histórico en la ONU, habría puesto en entredicho su discurso, cuyo tema central fue la corrupción como explicación de todos los males que aquejan a la humanidad.

Pero retomando el hilo de la mitología griega, en este caso no fue un caballo hueco, de madera, en cuyo interior iban agazapados y bien armados, los enemigos, sino un avión privado, propiedad o rentado por el dueño del periódico El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz, quien ha sido señalado por el presidente de ser uno de los promotores del movimiento FRENA, y que curiosa y coincidentemente, se hicieron presentes a las afueras de la sede de la ONU, en Nueva York, para insultar al presidente López Obrador.

En ese avión iban enemigos de la 4T y del mandatario, independientemente del propio Ealy Ortiz, la ahora exsecretaria de Turismo de la Ciudad, Paola Félix Díaz, quien es descendiente del polémico expresidente, Porfirio Díaz, según el columnista de la Jornada, Julio «Astillero» Hernández y que fue cesada por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum por haber viajado en un avión privado.

 

Pero el grueso de los malquerientes de la 4T, ya estaba en la Antigua, Guatemala, para participar en la ceremonia y el banquete, y dispuestos a difundir detalles del evento, pese a ser advertidos de que no lo hicieran pues se trataba de un asunto privado.

Por ahí se les vio a la senadora del PAN, Josefina Vázquez Mota; Maximiliano Reyes, subsecretario para América Latina y El Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores; a la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel y su esposo, el constructor favorito de la 4T, José María Riobóo; a la Fiscal Anticorrupción de la FGR, María de la Luz Mijangos;  al exgobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel y a Sergio Gutiérrez, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, entre otras y otros personajes.