De acuerdo con varias mediciones, Armenta le saca entre 20 y 25 puntos de ventaja a su contrincante de la alianza opositora

Raúl García Araujo | @araujogar

En donde las cosas le están saliendo muy bien al lopezobradorismo, rumbo a la cita con las urnas del 2 de junio próximo, es en Puebla, cuyo modelo ya es revisado para aplicarse en otras entidades.

En la tierra de los Chiles en Nogada, el candidato a la gubernatura por la alianza Sigamos Haciendo Historia, el senador Alejandro Armenta, consiguió el cobijo de lo que han llamado una megacoalición de cinco partidos, que encabeza Morena y que lleva consigo, por supuesto, al PT y PVEM.

También ha sumado a las franquicias locales de Nueva Alianza y Fuerza por México que, aunque ya no tienen registro nacional, sí lograron conservarlo en Puebla.

De acuerdo con varias mediciones, Armenta le saca entre 20 y 25 puntos de ventaja a su contrincante de la alianza opositora, el panista y ex alcalde de la capital, Eduardo Rivera Pérez, quien ha desplegado, emulando a Xóchitl Gálvez en el caso nacional, una campaña de ataques y denuestos a través de publicidad en redes sociales, principalmente en Facebook.

Sin embargo, en entrevistas el abanderado de PAN, PRI, PRD y el local Pacto de Integración Social (PSI), poco se anima a criticar a la Cuarta Transformación (4T) y menos se atreve a mencionar por su nombre al senador morenista.

La encuesta más reciente se publicó este martes, realizada por la empresa Rubrum, en donde Armenta tiene una proyección de 54.3 por ciento, mientras que el panista Rivera lo sigue muy de lejos, con 29.7 por ciento. La ventaja del morenista es de 24.6 puntos. En el sótano está el abanderado de Movimiento Ciudadano (MC), Fernando Morales Martínez, hijo mayor del ex gobernador poblano Melquiades Morales Flores, con apenas 2.6 por ciento.

Pero además, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Puebla, ha desplegado una estrategia de suma de ex priístas que fueron desdeñados por su instituto, incluso algunos que apenas hace unas semanas todavía tenían la camiseta del tricolor.

De ese modo, el estado que gobierna el morenista Sergio Salomón Céspedes Peregrina ha desmantelado la bancada del PRI en el Congreso local, que por primera vez en su historia no tiene Grupo Legislativo.

En la elección de 2021, llegaron siete priístas, pero hoy solamente queda uno, el todavía dirigente estatal y candidato opositor al Senado, Néstor Camarillo, oriundo del municipio de Quecholac, en donde está el epicentro del robo de combustible del llamado Triángulo Rojo, en el centro de la entidad.

Los seis que dejaron al PRI serán, o ya son candidatos del PVEM, sumados a la alianza morenista, o en el caso de quien fue el coordinador local del tricolor, Jorge Estefan Chidiac, se sumó al gobierno estatal como titular de la Secretaría de Educación Pública.

De ese modo el PRI ha quedado prácticamente extinguido en Puebla, justo cuando se supone que era el segundo partido más importante de la alianza opositora que lleva como candidato al panista Eduardo Rivera.

No solamente han desfondado al priismo poblano en el Legislativo, sino que también al menos 30 de los poco más de 40 alcaldes y alcaldesas que en Puebla había de ese partido -el estado tiene 217 municipio- se han pasado ya del lado de Morena, la mayoría a través del PVEM.

Puebla, con 4.8 millones de potenciales votantes, es el estado con la quinta lista nominal más grande del país y una de las nueve entidades que tendrán elecciones concurrentes, con la renovación de la gubernatura, 41 diputaciones locales (26 de mayoría y 15 plurinominales), así como 217 ayuntamientos.

Alejandro Armenta y la misma candidata presidencial Claudia Sheinbaum, en sus visitas a la entidad, han proyectado, y lo han dicho en entrevistas, que van por 2 millones de votos, que ellos llaman “simpatías”, para eludir una sanción del Instituto Nacional Electoral (INE) en esta etapa.

La cifra es alta, pues en el pasado reciente las gubernaturas se ganaban con poco más de un millón de sufragios. Sin embargo, el incremento natural de su Lista Nominal y la potencia que tengan en todas las candidaturas, consideran en el cuartel morenista, puede darles esa cifra.

En Cortito: Nos cuentan que las cosas están que arden en el Estado de México, la militancia de Morena en Ecatepec descubrió que la diputada que aspira a la candidatura por la presidencia municipal, Azucena Cisneros Coss, está utilizando recursos públicos para promover su imagen.

Los consejeros del partido guinda ya la denunciaron ante las instancias de este instituto político, ya que cuentan con pruebas de que hace uso de todo el aparato gubernamental del Congreso mexiquense para difundir encuestas, en las cuales aparece en primer lugar para dicha candidatura.

Lo que es cuestionable es que para lograr su fin de difusión, ocupa a todo el equipo del área de Comunicación Social del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados del Estado de México, que en teoría están para otras funciones, relacionadas con el quehacer parlamentario.

Lo peor, es que a pesar de sembrar estas encuestas amañadas, las mismas no tienen ningún impacto en los medios de comunicación ya que nadie las retoma y mucho menos los mexiquenses.