Los amos y dueños del terror, perpetran hechos cada vez más violentos sin que haya respuesta clara del gobierno

Raúl García Araujo | @araujogar

La macabra lista de casi una veintena de ejecuciones este fin de semana en Zacatecas, evidencia que se está perdiendo la lucha contra la delincuencia.

Los diez cuerpos tirados en las calles de Fresnillo; los seis colgados en Pánfilo Natera; y los acribillados en Guadalupe y Calera, más los que se acumulen en estos días, evidencian el fracaso en materia de seguridad de las autoridades federales, municipales, pero también del gobernador David Monreal Ávila, cuya llegada al gobierno local ha acrecentado el clima de violencia en esa entidad.

No se diga de la responsabilidad en todo esto de nuestras fuerzas armadas, del Ejército, la Marina, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), así como de la fastuosa Guardia Nacional, que solo brilla por los vistosos uniformes, unidades y equipo, de sus integrantes, pero que en nada han servido para meter en cintura a los criminales. Y vaya que es cara la manutención de este cuerpo híbrido de seguridad mitad policial, mitad militar.

La labor de inteligencia de Ejército, la Marina, la SSPC, simplemente llama la atención por su ausencia; si la hay, es absolutamente ineficiente, y si no la hay, debería haberla para detectar eventualidades del crimen.

En esta tesitura, el crimen organizado hace lo que quiere y a la hora que quiere en este estado del país, sin que ninguna autoridad moleste, ni con el pétalo de una persecución a los miembros de los carteles de Sinaloa y Nueva Generación, cuya lucha por la plaza ha convertido a Zacatecas en un incesante río de sangre.

Quizás en una estrategia propagandista, los criminales actúan los fines de semana, a sabiendas de que lo hacen con absoluta impunidad.

Tiene razón, el presidente Andrés Manuel López Obrador, al señalar que estos hechos, representan “un acto de provocación” de esos grupos criminales, pero también que nada está funcionando en su estrategia para detenerlos.

Es decir, no funcionó el despliegue, desde noviembre del año pasado, de más de 3 mil 800 efectivos de la Guardia Nacional y del Ejército, para detener a los responsables de tanta violencia en Zacatecas.

Como tampoco funcionará, lamentablemente, que vayan más elementos policiacos, pero cómo hacerlos entender.

Los amos y dueños del terror, perpetran hechos cada vez más violentos, en respuesta a cualquier acción impulsada por los tres órdenes de gobierno para detenerlos.

La fotografía del crimen, es cada vez más sangrienta, ante la ineficiente acción de las autoridades.

Y como muestra, basta recordar lo ocurrido el pasado 6 de enero del año en curso, cuando el propio gobernador, David Monreal Ávila, tuvo que informar en sus redes sociales, sobre el hallazgo de 10 cuerpos abandonados dentro de una camioneta, en las puertas de Palacio de Gobierno.

Y le volvieron a recetar la misma dosis este fin de semana; hoy Zacatecas es noticia nacional, porque el crimen dejó 10 cadáveres, amarrados y encobijados, en la comunidad de Pardillo III.

Y de nueva cuenta, no conformes con este hecho atroz, también en el municipio de Pánfilo Natera, la delincuencia, colgó en un barandal los cuerpos de 6 más de sus víctimas.

Se vive un clima de terror en Zacatecas.

 

La Fiscalía General de Justicia del estado, ya identificó a 9 de las 10 personas halladas muertas en Fresnillo, entre ellos, está el hermano del diputado local migrante de Morena, Sergio Ortega. El nombre de la víctima es Gerardo Ortega Rodríguez

La dependencia también informó que ya fueron identificadas las víctimas de Pánfilo Natera y el común denominador, es que la mayoría de las personas muertas fueron levantadas o secuestradas por grupos de criminales, que hacen lo que quieren en Zacatecas.

Sin embargo, las autoridades encabezadas por el gobernador, David Monreal Ávila, no informaron nada de los responsables, mucho menos sobre alguna línea de investigación para dar con ellos, en fin, pura palabrería y discurso barato.

Tan no tienen nada para detener la guerra encarnizada que enfrentan el Cártel de Sinaloa con el Cártel Jalisco Nueva Generación en Zacatecas, que el mandatario, quiere dar la impresión de que está actuando “contundentemente” con una foto en su red social de Twitter, con el ineficiente, subsecretario de Seguridad Pública del Gobierno Federal, Ricardo Mejía Berdeja.

No fue suficiente el hallazgo de 16 cuerpos, el pasado fin de semana, para que la propia secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, hiciera acto de presencia en este estado, para atender tan delicada situación.

No, ella, anda metida en construir su propia candidatura a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México para el 2024, sino para qué ha incorporado en todas las áreas estratégicas de la Secretaría a ex colaboradores del gobierno capitalino.

El crimen organizado sigue tiñendo de sangre las calles y barrios de nuestro país. Zacatecas es un ejemplo de ello y también es la cara de gobiernos y corporaciones mediocres e irresponsables que no son capaces de brindar de seguridad a sus habitantes que viven a salto de mata, ya que los delincuentes se han convertidos en los amos y señores del terror de sus comunidades y pueblos. Pésimo gobierno del morenista, David Monreal Ávila.

EN CORTITO:  Cual si fuera una parodia de la vieja película de ¿Y dónde está el piloto? una pregunta ronda en el Poder Judicial: ¿Y dónde estaban los consejeros de la Judicatura mientras surgían los reclamos en contra del secretario General del CJF? Ya no se diga dónde estaba el capitán, el presidente de la Corte, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.

Y es que ninguno de los consejeros le hizo frente. Dejaron que hiciera y deshiciera. Desde que llegó surgieron las versiones de presiones a jueces y magistrados. Y su influencia en los cambios de adscripción y en las investigaciones y sanciones.

Y ahora con la denuncia que se presentó ante la Fiscalía contra Carlos Antonio Alpízar Salazar y Alejandro Ríos Camarena Rodríguez, titular de la Secretaría Ejecutiva de Administración, viejos reclamos comienzan a ventilarse al interior del Consejo.

Ya renunció Alejandro Ríos, pero Alpizar mantiene una red de colaboradores en toda la estructura del Consejo. La Judicatura transmutó, del nepotismo al cuatachismo, para convertirse en una agencia de colocación de grupos priístas, especialmente mexiquenses.

Vaya que Zaldívar Lelo de Larrea traiciona al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la Cuarta Transformación; no por nada Felipe Calderón le nombraba el traidorcito. Y es que el que traiciona una vez…

Pero además de agencia de colocaciones de indeseables, también lo es de nidos influencia de los despachos manejados por el ex consejero Jurídico de la presidencia, Julio Scherer.

El silencio cómplice de los consejeros ha sido clave para que todo esto pasara. El presidente de la Corte, Arturo Zaldivar borró del escenario a los consejeros Bernardo Bátiz Vázquez, Jorge Antonio Cruz Ramos, Alejandro Sergio González Bernabé,

Sergio Javier Molina Martínez, Eva Verónica de Gyvés Zárate.

Ahora Loretta forma parte de la SCJN y Cruz Ramos culminó su periodo. Pero mientras estuvieron en el Consejo no hicieron nada para frenar a Alpizar.

Ahora la Corte tiene que elegir a un consejero que ocupe la vacante que dejó el magistrado Cruz Ramos. Y el Senado deberá hacer lo mismo para cubrir el espacio de Loretta.

Si el silencio de los consejeros continúa, al margen de si será el silencio de los no inocentes, seguirán siendo cómplices de esa corrupción que el presidente Andrés Manuel busca borrar de la justicia.