Los nuevos gobiernos de Morena en cuatro estados parecen estar rebasados por el crimen organizado

Raúl García Araujo | @araujogar

La violencia está desatada en Zacatecas, Sonora, Michoacán y Guerrero, dejando en evidencia que los nuevos gobiernos emanados de Morena andan a ciegas, sin un plan estratégico para contener a los criminales y sin el apoyo de las fuerzas armadas, ni de la Guardia Nacional.

Vamos primero a Zacatecas. Ahí el pasado fin de semana, el crimen le dejó al gobernador, David Monreal al menos 16 personas muertas, entre ellas 3 policías municipales de Loreto, que fueron levantados el 8 de noviembre. Sus cuerpos los encontraron el domingo en los límites con Aguascalientes.

Pero no fue suficiente ya que este lunes la delincuencia mató a otras tres personas en Fresnillo para después colgar sus cuerpos en un puente peatonal, en un abierto desafío a las autoridades.

Es evidente, que tanto el gobernador David Monreal y todo su gabinete de seguridad no tienen idea del problema que enfrentan y justificarán su nula acción, bajo el argumento de que acaban de llegar a la administración pública, lo cual es cuestionable, ya que tuvieron tiempo, después de ganar la elección de junio, para hacer un diagnóstico y actuar en consecuencia.

Ahora vamos a Michoacán, estado gobernado por el morenista Alfredo Ramírez Bedolla, quien ante la presión que ejerció en redes sociales el denominado grupo “Cárteles Unidos” que opera en la zona aguacatera de Ario de Rosales, Salvador Escalante, Pátzcuaro, Ziracuaretiro y Uruapan, tuvo que salir el pasado lunes a dar la cara para anunciar que los llamados “autodefensas” serán desarmados por la Secretaría de la Defensa Nacional.

La respuesta a las declaraciones del mandatario michoacano, vinieron de inmediato y ese mismo día en Tancítaro, se registró una serie de balaceras en distintas zonas del municipio.

Trascendió que la violencia inició cuando el consejo local se negó a firmar un acuerdo con los Cárteles Unidos para juntos hacerle frente al Cartel Jalisco Nueva Generación, en pocas palabras, para ellos no hay más autoridad que ellos y sus organizaciones armadas.

Aquí el asunto es más delicado, ya que el ex gobernador michoacano, Silvano Aureoles, denunció ante instancias nacionales e internacionales que la llegada de Ramírez Bedolla a la gubernatura, fue gracias al apoyo y beneplácito del crimen organizado, cuando otras voces lo señalan a él de no ser ajeno a esta situación y lo que hizo al estar muy activo con ese tema fue curarse en salud.

La sombra y la denuncia de su antecesor persigue al gobernador Bedolla Ramírez, quien debe de mostrar un plan estratégico para acabar con el crimen organizado en su estado, ya que hasta hoy se ve que no existe, pues brilla por su ausencia.

Y en Guerrero, el pasado fin de semana, el crimen dejó 10 personas muertas en varios municipios del estado gobernado por la morenista, Evelyn Salgado, quien igual que los otros mandatarios no cuenta con una estrategia sólida contra el crimen. Aquí también hay que contar que el denominado “Cartel de la Sierra” o “Los Tlacos” impusieron su propia ley en el municipio de Huitzuco, tras anunciar en un video en redes sociales que decidieron bajar el precio del kilo de tortilla de 22 a 16 pesos, sin que la administración de Evelyn Salgado se haya pronunciado al respecto.

Y para cerrar vamos a Sonora, estado gobernado por el ex secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, donde en los últimos días hubo 7 muertos, 5 de ellos, fueron encontrados en fosas en el municipio de Guaymas.

Así la seguridad pública en los gobiernos emanados por Morena, sin estrategia, sin rumbo y que pinta para seguir con una fotografía de más violencia.

De nueva cuenta queda claro, que de nada está funcionando la política del presidente Andrés Manuel López Obrador de “abrazos y no balazos”, pues el país sigue teñido de sangre, igual o más que como sucedió en los regímenes priístas y panistas.

En Cortito: Siguiendo con el tema de los gobernadores de Morena, no perdamos de vista al de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, quien ni él ni su gabinete de seguridad fue avisado por la Secretaría de Marina y la Fiscalía General de la República sobre la detención hace 10 días en Praderas de Oaxtepec, de Esther Yadira Huitrón Vázquez, “La Jefa” por supuestos nexos con el Cártel de Guerreros Unidos. Vecinos del fraccionamiento denunciaron a En Corto que el mandatario morelense, era de los políticos más frecuentes a las fiestas ostentosas que celebraba ella y el senador del PRI, Ángel García Yáñez, en la casa donde fue detenida. Los vecinos dicen que ese inmueble, siempre estaba resguardado por policías de la Fiscalía de Justicia y de la Comisión Estatal de Seguridad. En Palacio Nacional hay severas sospechas del actuar de Cuauhtémoc Blanco y de algunos de sus funcionarios, sobre la lucha que según lleva a cabo contra el crimen organizado en la entidad y esa es una de las razones por las cuales no fueron alertados.