La marca Banamex vuelve a ensombrecer una convención bancaria

Israel Mendoza Pérez | @imendozape

La posible venta de la institución financiera y la sugerencia del presidente Andrés Manuel López Obrador de que los interesados sean empresarios mexicanos pone en la mesa del debate el cómo debe ir encaminada la venta en medio de un escenario de nacionalismo y rechazo al extranjerismo.

El escándalo de Oceanografía, del empresario Amado Yáñez Osuna y el presunto fraude a la institución financiera, en 2014, por 400 millones de dólares abrieron un abanico de componendas entre el empresario petrolero y personajes políticos. En ese momento, Javier Arrigunaga Gómez del Campo, encabezaba la dirección general del banco y de la Asociación de Bancos de México (ABM). Dejó su cargo en la asociación de banqueros y de paso el escándalo de Oceanografía-Banamex se encontraba en medio de una convención bancaria. En este momento, la relación de la 4-T con el sistema financiero mexicano es otro y Banamex se encuentra en una posición de institución en venta.

Oceanografía tuvo un historial de conflicto con instituciones financieras, Rabobank Group, el segundo banco más grande de los Países bajos presentó hace una década una demanda contra la empresa por una deuda de más de 220 millones de euros. En ese entonces el crédito fue otorgado a la empresa subsidiaria denominada Caballo Frion Arrendadora. Pero esos son asuntos pasados. Pero no cimbró el sistema financiero mexicano.

Para los cercanos de Michael Corbat, desde el momento del fraude de Oceanografía, quedó en evidencia que entre los directivos de Citi existía cierto desencanto con sus aliados mexicanos a raíz de Oceanografía. Sin embargo, acordar adquirir a Banamex como filial, Citi aceptó otorgarle a la unidad mexicana ciertas potestades e independencia al interior de su administración cuya decisión no fue del todo satisfactoria luego del fraude y recientemente con el escándalo.

La defraudación sólo fue la gota que derramó el vaso dentro del control de Banamex, los directivos de Citi sabían que el desempeño de la filial mexicana no concordaba con las métricas de desempeño que la administración del banco difundía para confirmarse como el segundo más grande grupo financiero del país.

Ahora, la presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador en la 85 Convención Bancaria trae un timing propio y un interés en que Banamex mantenga capital mexicano. Incluso volvió a dar los requisitos básicos “Que tengan solvencia económica para proteger a los ahorradores. Que estén dispuestos a mantener todo el acervo cultural del banco en nuestro país para que no se vaya al extranjero, y que se ponga en exhibición permanente».

Para él esas son las «condiciones básicas» para la compraventa de este grupo financiero. Aunque sus declaraciones hagan de lado al presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Para el presidente es fundamental que los interesados en Banamex no tengan «adeudos fiscales» y que paguen el «impuesto» que va a significar la transacción. Por el momento, Grupo Financiero Banorte, uno de los principales bancos de México, expresó su interés en adquirir Citibanamex apoyado de inversionistas y usuarios de la banca, pero pidió más información sobre la operación.