Si Claudia Sheinbaum quiere poner el ejemplo de frenar la corrupción en los gobiernos emanados de la 4T tendrá que dejar que Cuauhtémoc Blanco enfrente todas las acusaciones y no cobijarlo como lo hizo en su momento Andrés Manuel López Obrador
Por Luis Alberto Beltrán | @reporteroyosoy
La gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia no se anda por las ramas. En su toma de protesta y en su informe de 100 días de trabajo advirtió que no tolerará la corrupción y ya dio muestras de ello.
Va con todo contra la administración de su antecesor Cuauhtémoc Blanco, cuyo gobierno estuvo plagado de corrupción.
El Consejero Jurídico, Edgar Maldonado; y la Contralora, Alejandra Pani, presentaron las primeras denuncias en la Fiscalía Anticorrupción donde se espera que les den cauce para llevar a la cárcel a quienes hicieron mal manejo de recursos en las secretarías de Desarrollo Agropecuario, Infraestructura, Desarrollo Económico y del Trabajo, así como en el Fideicomiso Lago de Tequesquitengo y el Fideicomiso del Fondo de Competitividad y Fomento al Empleo (Fidecomp).
El escenario político es un pleito de morenistas contra morenistas. Una lucha de poderes que demostrará quien tiene el respaldo de la cúpula presidencial.
Pese a que la Auditoría Superior de la Federación documentó un desfalco de más de tres ml 300 millones de pesos, es día en que no se le ha tocado ni con el pétalo de una rosa al exfutbolista profesional.
Cuauhtémoc Blanco y sus secuaces gozan de impunidad y se la pasan celebrando su paso por lo que fue el mejor negocio de su vida: ocupar un cargo en el gobierno de Morelos durante el periodo 2018-2024.
Sin embargo, Margarita González Saravia no se quedará de brazos cruzados ni será omisa. Prometió dignificar el servicio público y comprometió a su gabinete firmar el decálogo de valores que regirán a su administración donde encajaron los principios de la Cuarta Transformación: no mentir, no robar y no traicionar a pueblo de Morelos.
Este fue un primer aviso, apenas fueron cinco áreas donde se detectaron anomalías, pero faltan las más grandes donde se amasaban fortunas con proveedores y prestanombres, como en la Secretaría de Movilidad y Transportes, la Comisión Estatal de Seguridad, el Sistema Penitenciario y la Oficina de la Gubernatura.
Todos sabemos que sobre el Cuau pesan infinidad de señalamientos, desde una red de corrupción encabezada por su hermano Ulises Bravo, hasta presuntos vínculos con grupos delincuenciales. Incluso denuncias penales por abuso sexual en contra de su media hermana, pero como goza de fuero constitucional por ser diputado federal plurinominal de Morena, nada le han podido hacer hasta ahora.
Si Claudia Sheinbaum quiere poner el ejemplo de frenar la corrupción en los gobiernos emanados de la 4T tendrá que dejar que Cuauhtémoc Blanco enfrente todas esas acusaciones y no cobijarlo como lo hizo en su momento Andrés Manuel López Obrador.
Margarita González Saravia es una mujer de convicciones y firme en sus decisiones. Por lo pronto ya puso a pensar y temblar a más de un exfuncionario que ya andan buscando abogados para defenderse. Si la gobernadora ya abrió la caja de pandora no le temblará la mano para poner a todos en el lugar que se merecen.