por Dominio Público | Ago 13, 2025 | Opinión, Principales
Si Luisa María Alcalde, como dirigente nacional, no actúa con firmeza y permite que esto pase sin consecuencias, el mensaje será letal: que en Morena la austeridad era solo una bandera para llegar al poder, no un compromiso real.
Raúl García Araujo @araujogar
Hablar de Morena es, inevitablemente, hablar de Andrés Manuel López Obrador. No solo fue su primer dirigente nacional, también fue el fundador y el artífice de un movimiento que en octubre de 2011 nació para romper con los privilegios de los partidos tradicionales y para darle un nuevo sentido a la política en México.
Desde el inicio, López Obrador dejó claro que su lucha no era por cargos ni por riqueza, sino por transformar el país desde dos pilares: honestidad y austeridad. Lo repitió hasta el cansancio y, lo más importante, lo practicó. No hubo en él una doble cara ni un discurso para la plaza pública que se contradijera en privado.
Bajo su liderazgo, Morena se convirtió rápidamente en el partido más fuerte de México. La congruencia de su fundador conectó con millones de mexicanos hartos de la ostentación política. López Obrador no necesitaba blindarse con un ejército de escoltas ni recorrer las ciudades en camionetas de lujo. Su vehículo más famoso fue un modesto Jetta blanco, con el que llegaba a actos públicos y privados, enviando un mensaje claro: el poder no es para servirse, es para servir.
Mientras los políticos que él llamaba “neoliberales” o “fifís” vestían trajes de diseñador, lucían relojes carísimos, comían en restaurantes exclusivos y se paseaban por el mundo en primera clase, López Obrador viajaba en vuelos comerciales, se hospedaba en hoteles sencillos y disfrutaba de la comida popular: una quesadilla, un pozole, un caldo de olla, un café de olla en una fonda de carretera.
Y aquí está el punto clave: nunca, en su vida como Presidente, tomó vacaciones en el extranjero. Ni una sola vez. Siempre descansó en México, recorriendo playas, pueblos y ciudades, convencido de que el país que gobernaba debía ser también el lugar donde recargara fuerzas. Para él, ir a Cancún, Huatulco o Palenque no era un sacrificio, sino un privilegio que implicaba convivir con su gente y seguir conociendo la realidad nacional.
Sin embargo, esa congruencia que durante años fue la principal fortaleza de Morena, hoy parece estar en crisis. Los principios que López Obrador dejó como mandamientos para su movimiento —y que incluso redactó en su famoso decálogo— están en riesgo de quedar reducidos a un discurso vacío. Y lo más preocupante es que algunos de los que hoy los traicionan son justamente figuras clave del partido.
El caso más doloroso, por el simbolismo que implica, es el de su propio hijo, Andrés Manuel López Beltrán, quien hace unos días viajó a Japón para vacacionar después de “unos días de mucho trabajo”. La imagen es demoledora: mientras su padre nunca cruzó la frontera para descansar, su hijo fue sorprendido de vacaciones en uno de los destinos más caros del planeta.
Pero no es el único. Ahí está también el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, y su esposa —también legisladora—, cuyo estilo de vida lujoso es de dominio público. Y, por si faltara algo, el diputado Ricardo Monreal decidió vacacionar en España, un destino que difícilmente encaja en la narrativa de austeridad y cercanía con el pueblo.
Estas actitudes no son simples anécdotas. Son señales de alerta. Representan todo lo que López Obrador criticó durante décadas: la ostentación, el despilfarro, el alejamiento de la gente. Y lo más grave es que vienen desde dentro de Morena, el partido que nació para ser la antítesis de esas prácticas.
Si Luisa María Alcalde, como dirigente nacional, no actúa con firmeza y permite que esto pase sin consecuencias, el mensaje será letal: que en Morena la austeridad era solo una bandera para llegar al poder, no un compromiso real. Y si es así, entonces ya no habrá diferencia entre los morenistas y los partidos que tanto cuestionaron.
Por eso, Morena debe decidir si quiere seguir siendo el movimiento de López Obrador o convertirse en un nuevo PRI o PAN, lleno de privilegios, lujos y políticos desconectados de la realidad. Porque la historia es clara: los pueblos no perdonan la traición a los principios. Y si no lo creen, que esperen a ver el resultado de las elecciones intermedias de 2027.
En política, la congruencia no se hereda, se demuestra todos los días. López Obrador lo entendió. Ojalá sus herederos políticos —y de sangre— lo comprendan antes de que sea demasiado tarde.
En Cortito: En política, los gestos importan tanto como los resultados. Y este martes, Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, volvió a demostrar que en su escritorio no se acumulan los pendientes: se resuelven.
La Fiscalía General de la República y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana anunciaron el traslado de 26 narcotraficantes a Estados Unidos, todos con orden de extradición.
No se trató de cualquier operativo: entre los entregados hay figuras clave de los cárteles más peligrosos de México, lo que convierte esta acción en un mensaje contundente, tanto hacia dentro como hacia fuera del país.
No es poca cosa. Estamos hablando de figuras que en su momento controlaron regiones enteras, movieron toneladas de droga y tejieron redes de corrupción. Su salida del país para enfrentar la justicia estadounidense es un golpe estratégico que corta hilos de operación y manda un mensaje: la cooperación binacional está viva y funcionando.
Porque aquí está el punto central: estas extradiciones no solo son un éxito operativo, también son una muestra del nivel de entendimiento que existe hoy entre México y Estados Unidos en materia de seguridad.
por Dominio Público | Ago 12, 2025 | Opinión, Principales, Uncategorized
El riesgo de este populismo con olor a viejo es claro: nos deja estacionados en la glorieta de siempre.
Por Miguel Camacho @mcamachoocampo
Para la 4T, la historia no es un libro para aprender, es una caja de herramientas para acomodar el presente a su antojo. De sus páginas no sacan lecciones, sacan narrativas. No corrigen errores, eligen héroes y gestas para legitimarse.
A la forma en que gobierna la 4T —eligiendo episodios del pasado para justificar sus… tonterías, perdón, “acciones en favor del pueblo mexicano”— bien podríamos llamarle “El Populismo de la Nostalgia”, o la manía de manejar con el retrovisor, convencidos de que el futuro es solo un pasado con pintura fresca.
Ejemplo de este vicio: la invocación casi religiosa del fantasma del general Lázaro Cárdenas. Cada que se habla de soberanía energética, de “rescatar” Pemex o de que vender petróleo es un negociazo (aunque tengamos la petrolera más endeudada del planeta), alguien en Palacio hace una llamada al “lugar de descanso de las personas ilustres” para que baje a bendecir la jugada.
El detalle es que el México de 1938 no es el de 2025. La geopolítica cambió, el mundo cambió… y la industria petrolera, bueno, ahí mejor ni hablemos. Reducir a Cárdenas a una estampita de la soberanía es como pensar que una llave que abrió una puerta hace 87 años servirá para abrir la de hoy.
Pero Cárdenas no es el único personaje de cabecera. En esta categoría también está Benito Juárez, el liberal que enfrentó la intervención francesa y al poder eclesiástico. Hoy está convertido en símbolo de la “austeridad republicana” y del “respeto al derecho ajeno”… convenientemente editado para olvidar que también centralizó el poder y tomó decisiones cuestionables. Es más cómodo ponerlo de escudo moral que explicar las vacaciones al extranjero, la ostentación o las opiniones sobre procesos internos de otros países.
Y, por supuesto, no podían faltar los comodines de siempre: los de la Revolución Mexicana. Desde Madero hasta Zapata, pasando por Villa y los Flores Magón, todos son convocados para repartir medallas morales: adentro están los “paladines del pueblo”, afuera los “nuevos conservadores”. Detalle menor: la Revolución real fue más enredo que epopeya, llena de intereses cruzados, traiciones y visiones opuestas.
El riesgo de este populismo con olor a viejo es claro: nos deja estacionados en la glorieta de siempre. Se reparten discursos y se ahorran ideas nuevas. Se privilegia la bandera sobre el hospital, el símbolo sobre la seguridad, el héroe sobre el resultado. Y así, con el pasado colgado al cuello, no se avanza.
Dejemos descansar a las estatuas. El país que necesitamos no cabe en un álbum de historia, sino en un proyecto nuevo, diseñado para los retos del siglo XXI. Porque por más que se repita el pasado “glorioso” en las mañaneras, la realidad —terca como siempre— nos recuerda que el futuro no se construye con batallas viejas, sino con ideas frescas.
EN EL TINTERO
Terminó la sentencia por el caso DATO PROTEGIDO. Lo que queda claro, con este y otros procesos en Campeche, es que se vienen tiempos negros para la libertad de expresión.
Dame tu opinión
pongamosdesorden@gmail.com
por Dominio Público | Ago 8, 2025 | Opinión, Principales
La libertad de cátedra garantiza que los docentes puedan elegir las herramientas pedagógicas más adecuadas para sus grupos.
Claudia Bolaños @claudiabola
Y Sepa la Bola… pero un grupo de docentes del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP) decidió alzar la voz para denunciar una situación que consideran preocupante: la posible imposición de materiales educativos de una editorial, en presunta complicidad con autoridades del subsistema.
Según los testimonios, en junio, durante una reunión en el plantel Padilla Segura III, y el titular de la Unidad de Operación Desconcentrada (UOD), maestro Osiris Pasos Herrera, presentaron a los directores de los 27 planteles de la entidad al director comercial de la editorial Klik, Víctor Díaz.
En esa reunión —afirman los maestros— se dio la instrucción de que únicamente se trabajaría con los materiales de esa editorial.
Con ello, advierten, no se respeta la libertad de cátedra, que es el derecho de los docentes a elegir sus métodos y materiales de enseñanza, siempre en apego a los planes y programas oficiales. Estará la segunda acusación que nos hacen sobre el intento de obligar a los maestros a adoptar libros de texto de una sola empresa.
Esta decisión representaría una negociación previa entre la editorial y algunas autoridades.
El sindicato, mediante una circular, se deslindó, de estas prácticas.
Éstas atentan contra principios fundamentales como la libertad de cátedra y la autonomía escolar, pilares del sistema educativo mexicano.
La libertad de cátedra garantiza que los docentes puedan elegir las herramientas pedagógicas más adecuadas para sus grupos, dentro del marco de los planes oficiales; y la autonomía escolar permite a cada plantel organizar su funcionamiento interno según sus necesidades.
Imponer libros de una sola editorial, sin considerar otras opciones y sin un proceso transparente, no solo restringe esa libertad, sino que también puede afectar la calidad educativa y el derecho de los estudiantes a recibir una formación plural, crítica y de excelencia.
Si bien no existe una ley que prohíba de manera expresa este tipo de imposiciones, tanto la Constitución como la Ley General de Educación respaldan indirectamente la libertad de cátedra y el derecho a una educación digna.
A nivel estatal, también hay normativas que establecen criterios para la selección de materiales didácticos, aunque su aplicación suele ser desigual y poco clara.
Además, los estudiantes merecen materiales de calidad, seleccionados por sus maestros con base en criterios pedagógicos, y no por compromisos políticos o económicos.
Y Sepa la Bola, pero dando seguimiento a la licitación pública LA-50-GYR-050GYR040-T-2-2025, relativa a la adquisición de camillas y sillas de ruedas para los tres niveles de atención del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el proceso continúa bajo escrutinio por posibles actos de corrupción. A la denuncia presentada ante la Cámara de Diputados se suma ahora una notificación dirigida a Luis Guillermo Álvarez Contreras, titular del Órgano Interno de Control del IMSS, cuyo director general es Zoé Robledo Aburto.
De acuerdo con información proporcionada por personal de la Coordinación de Abastecimiento del propio instituto, se les instruyó, aseguraron, de manera directa, por parte de Borsalino González Andrade, director de Administración, descalificar a todos los proveedores participantes que pudieran representar competencia real, con el fin de asegurar la adjudicación mayoritaria a las empresas Fehlmex S.A. de C.V., Diumex S.A. de C.V. —ambas vinculadas a Héctor Bonilla— y Neos Salud y Diseño Médico S.A. de C.V., todas ellas participando con la marca Fehlmex. El presupuesto comprometido para estas adjudicaciones asciende a 917 millones de pesos.
Funcionarios del IMSS han decidido denunciar estas irregularidades, principalmente por temor a las repercusiones legales que podrían enfrentar, ya que son ellos quienes firman la documentación que valida la asignación de partidas, mientras que sus superiores no asumen dicha responsabilidad. Los denunciantes señalaron que, como parte del proceso licitatorio, se realizaron evaluaciones técnicas de los bienes presentados por los proveedores, en presencia de representantes del área técnica, área administrativa, el Órgano Interno de Control y un testigo social. Dichas evaluaciones incluyeron inspección ocular, cotejo físico y, lo más relevante, fueron videograbadas en su totalidad.
Ante estos antecedentes, se espera un seguimiento riguroso y transparente no solo por parte del director general del IMSS, Zoé Robledo Aburto, sino también del Órgano Interno de Control y de la Cámara de Diputados. Resultaría inadmisible que funcionarios públicos manipulen un proceso licitatorio a pesar de los mecanismos de control anticorrupción implementados.
Queda en manos de las autoridades competentes actuar con firmeza y responsabilidad.
por Dominio Público | Ago 7, 2025 | Opinión, Principales
Este episodio también le enseñó a Andy que con la presidenta no cuenta, porque cuando le preguntaron sobre la carta, se concretó a decir: No voy a entrar en debate.
Por Miguel Camacho @mcamachoocampo
En nuestra vida hay viajes que nunca vamos a olvidar. Por ejemplo, ese viaje en el que conocimos el mar, o cuando nos subimos por primera vez a un avión… o quizá ese viaje en el que conocimos lo que significa la frase: “amor de verano”.
Un viaje que sin duda marcó a Andrés Manuel López Beltrán (Andy, para los cuates), hijo del expresidente López Obrador, es el que hizo recientemente —con sus propios recursos— a Japón. Debido a la avalancha de críticas, decidió dar explicaciones al pueblo bueno. Y como buen hijo de la 4T, lo hizo en cuatro puntos, con tono solemne y una dosis de desdén al estilo de casa:
1. Dijo que avisó verbalmente a la presidenta de Morena que se iría de vacaciones.
2. Que voló en una aerolínea comercial con escala en Seattle.
3. Que no usó avión del Ejército ni se hospedó en hoteles de 50 mil pesos, sino de apenas 7,500 diarios.
4. Que los verdaderos corruptos son los que lo critican.
Todo muy sobrio… Todo muy austero.
Todo muy… ¿coherente?
La carta es tan reveladora por lo que dice como por lo que asume:
Que con avisar de palabra ya se justifica una salida internacional de un alto perfil político.
Que pagar 7,500 pesos diarios en un hotel es muestra de humildad juarista.
Que quien cuestiona el uso de recursos, coherencia y mensajes públicos es parte del “hampa del periodismo”.
Y ojo: no se trata de satanizar que alguien se tome vacaciones. Todos las necesitamos, especialmente si se han enfrentado a las extenuantes jornadas de… ¿ser hijo del expresidente? ¿Perdón, de trabajo?
El problema no es el viaje. Es el discurso.
Porque mientras una parte importante de los habitantes del país vive con menos de 300 pesos diarios, justificar gastos de hotel equivalentes a una quincena obrera como si fueran “modestos” es una bofetada a millones de mexicanos.
Porque cuando la crítica periodística se trata como crimen organizado, como lo hizo López Beltrán en su comunicado, lo que se revela no es dignidad, sino intolerancia.
Porque cuando se usa la figura de Juárez para justificar el confort, estamos ante una nueva forma de traición: la del cinismo disfrazado de moral.
López Beltrán dice que aprendió desde niño que el poder es humildad.
Pero la humildad no se mide en cuartos estándar ni en escalas de vuelo. Se mide en la capacidad de reconocer privilegios sin disfrazarlos de principios.
Lo que yo veo en todo este episodio de López Beltrán es a un florero de la 4T, al que nadie “pela”. Porque, dígame usted: ¿hizo falta en la reunión del Consejo de Morena que dejó tirada? No. De no ser por las fotos que se filtraron, nadie estaría hablando en este momento de él.
Este episodio también le enseñó a Andy que con la presidenta no cuenta, porque cuando le preguntaron sobre la carta, se concretó a decir: No voy a entrar en debate.
Pero, por favor: que alguien le explique que calladito se ve más bonito.
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EN EL TINTERO
Lo primero que debe hacer la comisión para la reforma electoral es revisar el financiamiento a los partidos políticos. Porque si les alcanza para pagar sueldos a sus dirigentes, para que viajen a Japón… les estamos dando demasiado.
Dame tu opinión:
pongamosdesorden@gmail.com
por Dominio Público | Ago 6, 2025 | Opinión, Principales
La gobernadora se consolida —junto a su antecesor Cuauhtémoc Blanco— como parte de una de las peores administraciones en la historia reciente del estado. Nada ha cambiado. Ni en seguridad, ni en obra pública, ni en desarrollo económico, ni en política social. Lo único que crece es el desencanto.
Raúl García Araujo @araujogar
El cierre de la planta Nissan en Jiutepec no solo representa un golpe demoledor para más de 2,400 familias morelenses. Es, sobre todo, el retrato más brutal del vacío de poder que vive el estado: una entidad sin conducción, sin proyecto y sin liderazgo político real.
La gobernadora Margarita González Saravia y su gabinete han demostrado no estar a la altura de las circuntancias. La salida de una de las armadoras más importantes del país exhibe con crudeza la fragilidad institucional, la mediocridad operativa y la ausencia total de estrategia del Ejecutivo estatal. Ni siquiera lo anticiparon. Ni siquiera lo reconocieron a tiempo. Primero lo negaron, luego se contradijeron… y hoy solo se lamentan.
El desmentido del secretario de Desarrollo Económico, José Víctor Sánchez Trujillo, fue patético. Aseguró que la planta no cerraría y que todo eran “especulaciones sin sustento oficial”. ¿En serio? Días después, Nissan emitió su comunicado global: reducción de producción, reestructura mundial y cierre de siete plantas, entre ellas, Jiutepec. Todo se va a Aguascalientes. Y Morelos, una vez más, se queda con las manos vacías.
¿Dónde está el plan de desarrollo económico? ¿Dónde la estrategia para retener inversiones? ¿Dónde los responsables de prevenir y actuar? La respuesta es clara: no están. No existen.
La gobernadora se consolida —junto a su antecesor Cuauhtémoc Blanco— como parte de una de las peores administraciones en la historia reciente del estado. Nada ha cambiado. Ni en seguridad, ni en obra pública, ni en desarrollo económico, ni en política social. Lo único que crece es el desencanto.
El Gobierno Federal tampoco ha dado la cara. No hubo respaldo, ni declaraciones políticas de peso. Ni siquiera del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, a quien la gobernadora contactó tarde, mal y nunca. El silencio lo dice todo: Margarita González Saravia es políticamente irrelevante. Y en Morena lo saben.
La dirigencia nacional ya no esconde su preocupación. Morelos es hoy uno de los estados con mayores riesgos de retroceso electoral en 2027. Según los diagnósticos internos, Morena podría perder más de la mitad de las alcaldías, diputaciones locales y federales. Y si no hay un viraje profundo e inmediato, la oposición podría arrebatar incluso la gubernatura.
Para colmo, la Coordinación de Comunicación Social del gobierno de Morelos, encabezada por Margarita Estrada Serrano, no supo manejar la narrativa. No reaccionaron, no anticiparon, y dejaron a la gobernadora sola, expuesta y sin estrategia. Ni mensaje oficial, ni posicionamiento político, ni contención mediática. Solo improvisación.
Hoy, los trabajadores de Nissan viven en incertidumbre. Miles de familias no saben qué harán mañana. Y el gobierno responde con foros de “reflexión” para entender por qué se fue una inversión que ya se fue. Es absurdo.
Morelos necesita un gobierno que gobierne. Una administración que defienda los intereses del estado con firmeza, visión y dignidad. No una que se dedique a improvisar excusas mientras el estado se le desmorona entre las manos.
A casi un año de haber asumido el cargo, Margarita González Saravia no tiene una sola acción de gobierno que los morelenses recuerden con orgullo. Ni una.
Su paso por el gobierno se ha diluido entre la incompetencia, la indiferencia y el silencio. Ni en seguridad, ni en desarrollo económico, ni en política social ha dado un golpe de timón.
Lo único que ha logrado, y con creces, es consolidarse como una gobernadora ausente, rebasada por la realidad y abandonada incluso por su propio partido. Morelos no solo perdió una planta automotriz. Hace tiempo que perdió el rumbo.
En Cortito: Nos cuentan que José Luis Urióstegui Salgado, presidente municipal de Cuernavaca, está dejando de ser solo un buen alcalde para convertirse en uno de los nuevos líderes naturales de Morelos.
Con perfil institucional, firmeza en sus decisiones y una agenda de trabajo centrada en resultados, Urióstegui ha comenzado a marcar diferencia en un estado urgido de liderazgo y conducción.
En días recientes, encabezó una sesión clave en la que presentó el planteamiento metodológico del Programa para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, un proyecto que no solo busca contener la inseguridad, sino atender sus causas de fondo.
Su visión es clara: no se trata de reaccionar, sino de prevenir. De construir políticas públicas con base en evidencia, diagnóstico social y participación ciudadana. De fortalecer el tejido comunitario desde la educación, la cultura y el deporte.
Urióstegui ha planteado que para lograr una Cuernavaca más segura, todas y todos deben involucrarse desde su propia trinchera.
por Dominio Público | Ago 5, 2025 | Opinión, Principales
No olvide que este exclusivo club tiene una regla de oro para conservar la membresía: ser siempre fiel a la 4T.
Por Miguel Camacho @mcamachoocampo
Desde hace ya varios años, la política mexicana se ha convertido en un espectáculo que poco bien nos hace a México y los mexicanos. Pero desde la llegada de la 4T —y esto sí que es preocupante— el cinismo ha dejado de ser un defecto para convertirse en una virtud.
Desde que tomaron posesión “los que no son iguales”, a diario nos enteramos de irregularidades, abusos, omisiones o escándalos. Y sin embargo, los responsables siguen tan campantes, disfrutando de la libertad… y de un cargo que no merecen. Al final, como por arte de magia, resultan exonerados.
Por eso, me puse a pensar: ¿y si los reunimos en una sola organización? Así nació la idea del Club de los Exonerados.
Para pertenecer, los requisitos son muy sencillos:
1. Haber sido acusado de algún delito o haber sido “cachado” en un acto contrario a los postulados del movimiento. Por ejemplo: tomar vacaciones en el extranjero.
2. Haber jurado lealtad a la 4T y, de preferencia —aunque no es indispensable— estar afiliado a Morena.
Aquí le presento a algunos de los miembros distinguidos que, a lo largo de estos casi siete años de dominio oficialista, han ingresado a este exclusivo club:
Manuel Bartlett Díaz
Uno de los políticos con más “historial” que ocultar. Exdirector de la CFE, fue señalado por un supuesto enriquecimiento ilícito, luego de que una investigación periodística revelara un vasto patrimonio inmobiliario a su nombre y al de su familia.
La Secretaría de la Función Pública lo exoneró el 19 de diciembre de 2019, argumentando que no tenía la obligación de declarar los bienes de su pareja ni de sus hijos mayores de edad.
Ignacio Ovalle Fernández
Durante su gestión al frente de Segalmex, se desviaron miles de millones de pesos. El escándalo fue tan grande que llegó a conocerse como la Estafa Maestra de la 4T.
A pesar de las denuncias, no se le procesó. El presidente dijo que Ovalle fue “engañado por priístas”.
El 19 de abril de 2022 fue removido de su cargo y premiado con otra oficina: coordinador del INAFED, adscrito a la Secretaría de Gobernación.
Adán Augusto López Hernández
Exsecretario de Gobernación y actual senador. Recibió el abrigo del club luego de que se revelara que su exsecretario de Seguridad en Tabasco tenía orden de aprehensión por presuntamente liderar el cártel La Barredora.
Nada pasó. Nadie lo tocó. Hoy sigue como si nada.
Cuauhtémoc Blanco Bravo
Exgobernador de Morelos, acumuló escándalos como si fueran goles. El más reciente: una denuncia por intento de violación en 2024, por hechos ocurridos cuando aún era gobernador.
El Congreso discutió un posible desafuero en marzo de 2025. El resultado: exonerado. Porque la confianza de la 4T vale más que la ley.
Félix Salgado Macedonio
Senador de la República. Acusado por múltiples mujeres de abuso sexual, su caso nunca prosperó. Hoy sigue en su escaño, impune, protegido y sonriente.
Su hija, por cierto, es gobernadora. La impunidad también es un asunto familiar.
Los Yunes
Miguel Ángel Yunes Linares y su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez —ambos panistas de cepa— vieron desaparecer sus expedientes, justo después de apoyar la reforma judicial en el Senado.
En el Club de los Exonerados también hay pases especiales por servicios prestados.
Y claro, esta es apenas una muestra. Faltan muchos nombres: Javier Corral, Ana Gabriela Guevara, varios exgobernadores, y más de un miembro del círculo familiar del expresidente López Obrador. Pero mi espacio es corto… y la lista, larguísima.
Eso sí, no olvide que este exclusivo club tiene una regla de oro para conservar la membresía: ser siempre fiel a la 4T.
EN EL TINTERO
La presidenta Sheinbaum anunció la creación de la comisión para la reforma electoral, encabezada por Pablo Gómez.
¿Será el último clavo al ataúd de la democracia?