por Dominio Público | Sep 19, 2024 | Opinión, Principales
Las declaraciones le trajeron al general, al Ejército y al gobierno una avalancha de críticas.
Miguel Camacho @mcamachoocampo
Estoy seguro que el pasado 16 de septiembre fue el día más difícil de la carrera militar del general de división Francisco Jesús Leana Ojeda, comandante de la Tercera Región Militar, debido a sus polémicas declaraciones en las que decía que la tranquilidad en Sinaloa no dependía de las fuerzas armadas, sino de que los grupos de narcotraficantes dejaran de atacarse entre sí. Esto fue lo que dijo el mando castrense:
*“REPORTERO: ¿Cuándo cree que va a regresar la tranquilidad a Sinaloa? Independientemente de los aseguramientos y todo, la gente pregunta: ¿Cuándo regresaremos a la normalidad?
GENERAL: Esperemos que sea lo más rápidamente posible, pero no depende de nosotros. Depende de los grupos antagónicos, que dejen de hacer su confrontación entre ellos y que estén dejando a la población en paz para que viva con tranquilidad.
REPORTERA: ¿Qué se va a hacer para que no anden por la ciudad y que la gente tenga miedo de que vayan a irrumpir en domicilio?
GENERAL: Tenemos un despliegue muy importante en todos los lugares y estamos haciendo recorridos por todos los lugares, tanto dentro de la ciudad como afuera. No puedo entrar en detalles, porque sino ellos van a saber dónde andamos.
REPORTERO: ¿La paz depende de estos grupos delincuenciales?
GENERAL: Depende de ellos, ellos son los que vienen a hacer las agresiones y son los que están cobrando vidas. Nosotros no, al contrario. Nosotros estamos acá para evitar que ellos tengan confrontaciones y haya pérdida de vidas humanas.
REPORTERO: Los elementos militares que tiene en la ciudad. ¿Nos puede decir el número?
GENERAL: Tenemos más de 300 elementos que están en la ciudad. Desplegados somos más de tres mil elementos del Ejército, más la Fuerza Aérea, más el personal de la Guardia Nacional. Vamos a estar acá. Crean que no los vamos a dejar, es una instrucción presidencial , es una orden del general secretario de la Defensa Nacional que estemos coordinados y hagamos operaciones acá en el estado de Sinaloa y en todo el territorio nacional… Acá estamos y seguiremos estando.”*
Las declaraciones le trajeron al general, al Ejército y al gobierno una avalancha de críticas: ¿El Estado mexicano se acobardó ante los cárteles? ¿El Estado se rindió ante los criminales? El gobierno no puede hacer frente a los criminales porque está comprometido con ellos, fueron algunas de las preguntas que circularon en medios y redes sociales.
Pero estimados amigos en las declaraciones del general veo otra arista, la falta de preparación del mando militar para enfrentar a los medios de comunicación. El general tiene una brillante carrera militar y es un excelente líder en el comando de tropas, pero hablar ante los medios de comunicación es algo muy distinto, ya que la información en la actualidad se mueve a tal velocidad que podemos tener una situación difícil o una crisis tan rápido como el tiempo que se tarde el reportero en enviar un mensaje a su oficina de redacción.
Para hablar en términos castrenses, cada vez que un alto mando de las Fuerzas Armadas entre a una conferencia de prensa o a algún otro encuentro con periodistas debe tener en mente un plan de batalla; sus asesores le deben dar un panorama general de los medios que van a estar presentes y los temas que pueden salir en la reunión.
Si el general hubiera estado bien asesorado antes de entrar a la conferencia, tal vez su respuesta hubiera sido algo como:
“Esperamos que sea lo más rápidamente posible… Tenemos en marcha operativos para detener a los grupos que se están enfrentando y así devolver la tranquilidad a este bello estado y a su gente”
Una sugerencia para el nuevo general secretario, incluya en la preparación de sus oficiales y mandos cursos de manejo de medios para evitar situaciones como lo que pasó en Sinaloa. Créame va a ser en beneficio de la transparencia.
por Dominio Público | Sep 18, 2024 | Opinión, Principales
Su soberbia y la pésima asesoría, los llevó a desoír las «recomendaciones» del presidente a emprender ellos mismos su reforma, es decir a «auto reformarse»
Raúl García Araujo @araujogar
Entrampados los Ministros de la Suprema Corte con la reforma al Poder Judicial. De la a la z, el Poder Judicial, encabezado por la presidenta de la Corte y del (ex) Consejo de la Judicatura Federal, Norma Piña, recurrió a lo que consideraron medidas de presión para abortar la pretendida reforma, pero lo que obtuvieron después fue la rápida promulgación de ésta.
Como dijimos desde el inicio en este espacio, Norma Piña y siete de sus pares más, siguieron una pésima estrategia, la de la confrontación con un presidente que abrió y cierra su gobierno con elevados índices de aceptación y popularidad.
La ministra Norma Piña, la ministra Margarita Ríos Farjat y los cinco ministros restantes (habida cuenta que tres ministras son de la Cuarta Transformación) no midieron que se enfrentaban a un personaje y a sus programas sociales, que dieron los más de 35 millones de votos que obtuvo la virtual presidenta constitucional, Claudia Sheinbaum Pardo.

Su soberbia y la pésima asesoría, los llevó a desoír las «recomendaciones» del presidente a emprender ellos mismos su reforma, es decir a «auto reformarse».
Los diferentes llamados del presidente López Obrador en ese sentido, encontraron como respuesta, reacciones envalentonadas de la y los ministros anticuatroteístas.
Entre esas reacciones se inscriben las movilizaciones, varias de ellas inducidas, según se dijo, por la propia Norma Piña, quien supuestamente ahora sí quería diálogo, cuando desde el principio en los hechos lo había rechazado y se había ganado un distanciamiento aquel cinco de febrero de 2023 en que se quedó sentada en plena ceremonia institucional, con motivo de la celebración de un Aniversario más de la Constitución, en Querétaro.
También se inscriben en ese mismo contexto, sus declaraciones beligerantes, realizadas en diferentes foros, realizados aparentemente exprofeso, y en el carrusel de entrevistas que le organizó su equipo de Comunicación Social o agentes externos, como ayer lo dijo el presidente en su conferencia mañanera.
Las entrevistas pactadas a modo con diferentes personajes y medios de comunicación, le «sirvieron» para blandir aún más una espada, que cada vez más perdía más filo y brillantez, y por lo mismo ya no espantaba ni a sus simpatizantes.
El cierre y bloqueo de calles le acarrearon a su «movimiento», la animadversión no solo de los que los padecieron, sino de la población en general que presenciaba sus «shows» desde la televisión o las radiodifusoras.
El propósito deseado con la utilización de los medios de comunicación y redes sociales, se les revirtió. El movimiento no logró el apoyo popular, sino un rechazo unánime de una sociedad que nunca se sintió representada por una «burocracia dorada», una clase privilegiada, siempre ausente, desinteresada ante los diversos fenómenos sociales.
Y para colmo de esa prepotencia e intolerancia mostrada por el Poder Judicial, sobrevinieron resoluciones de jueces, cuyas motivaciones extrajudiciales, pretendían poner un freno a la cada vez más inminente Reforma Judicial.
Ante esa situación, sobrevino lo inevitable: el mayoriteo «oficialista» abrumador en la Cámara de Diputados y el suficiente en el Senado de la República para su aprobación.
Previendo lo previsible, porque los opositores fueron muy previsibles (disculpando la abundante redundancia), el presidente dispuso la promulgación de la Reforma la madrugada del 15 de septiembre, para su entrada en vigor un día después de su publicación.
La cantada reforma al Poder Judicial y su entrada en vigor ya, sorprendió a los ministros en su sesión de martes, quienes tendrán que encontrar la forma de aterrizar ya lo que es inmediato.
Y dentro de esas cosas inmediatas, los ministros y demás juzgadores, ya en lo individual, tendrán que decidir si se acogen a la disposición que establece que si se retiran (y se registran para participar en su elección a través del voto) tendrán una especie de indemnización o si permanecen, estarán renunciando a ella.
En fin, todo un trecho de temas que resolver conforme, a una nueva realidad, que en los hechos la y los ministros, encabezados por Norma Piña, se impusieron por su soberbia, cerrazón y por sentirse como una especie de «semidioses», que los alejó de los mortales que decidieron su futuro en las elecciones del pasado dos de junio.
En Cortito: Las conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, están a unos días de concluir y con ello, una forma peculiar de comunicar y enviar mensajes a las masas o sus adversarios públicos.
Fue el lunes 3 de diciembre de 2018 cuando iniciaron en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, con el único propósito de informar sobre las acciones de gobierno.
Sin embargo, después de casi seis años, la conferencia mañanera se convirtió en el mejor instrumento político y de propaganda de López Obrador.
Desde el púlpito presidencial, siempre impuso la agenda de temas que quería sembrar en los medios de comunicación. Desde la mañanera también delineó la ruta para la elección del candidato de Morena a la Presidencia de la República; de igual forma destapó a la entonces candidata presidencial opositora Xóchitl Gálvez, a quien, por cierto, golpeó con toda la fuerza mediática. Quizá quien va a extrañar las mañaneras será Elizabeth García Vilchis, quien llegó a la sección de ¿Quién es quién en las mentiras? Sin saber leer y a unos años de distancia se le entiende mejor lo que quiere explicar, aunque a veces todavía le falla.

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En otros temas, también estamos a días de que uno de los peores gobernadores que ha tenido Morelos dejó las riendas de la administración pública morelense. Le hablo del exfutbolista, Cuauhtémoc Blanco Bravo, quien deja un serio paquete a la gobernadora entrante, Margarita González Saravia.
En todo su gobierno, Blanco Bravo nunca dejó de ocupar el último lugar del Ranking, de la casa encuestadora Consulta Mitofsky.

Es decir, los morelenses al medir el desempeño y la popularidad del entonces gobernador de Morelos, siempre lo calificaron como el peor que tuvo el estado, esto sin mencionar el baño de sangre en que deja la entidad con más de seis mil homicidios.
por Dominio Público | Sep 13, 2024 | Opinión, Principales
La posibilidad de que Bertha Alcalde llegue a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México generó inquietud.
Claudia Bolaños @claudiabola
Y Sepa La Bola… pero la designación del próximo Fiscal General de Justicia de la Ciudad de México generó un debate acalorado, sobre todo porque la figura de Bertha Alcalde Luján surgió como una de las candidatas más fuertes, pero su posible llegada a la Fiscalía desató una ola de cuestionamientos y dudas sobre su capacidad para combatir la corrupción.
El apellido Alcalde está ligado a la polémica en el ámbito político y empresarial.
A esto se suma la relación de Bertha Alcalde con el grupo Salinas, a través de su esposo, Iker Ibarreche Pereda, quien trabaja con el abogado Juan Collado, un personaje ligado a diversos escándalos de corrupción.
La posibilidad de que Bertha Alcalde llegue a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México generó inquietud. Se teme que su padre, Arturo Alcalde, pueda ejercer una influencia desmedida sobre la institución, lo que pondría en riesgo la independencia y la capacidad de la Fiscalía para combatir la corrupción.
Arturo Alcalde Justiniani, padre de Bertha, fue secretario de Trabajo y Previsión Social en el gobierno de Vicente Fox y ha sido señalado en diversos escándalos de irregularidades. Su participación en empresas como LICONSA, SEGALMEX y Notimex, donde se han detectado irregularidades millonarias, lo ha convertido en una figura controvertida.
La transparencia y la imparcialidad son pilares fundamentales para una Fiscalía que busca combatir la impunidad.
La designación de Bertha Alcalde como Fiscal General de Justicia de la Ciudad de México debe ser cuidadosamente analizada, considerando la historia de su familia y las posibles implicaciones de su llegada a la institución, nos dicen.
Se espera que la sociedad civil y la oposición se pronuncien sobre este tema, exigiendo un proceso de selección transparente y con criterios de meritocracia, que asegure la independencia y la integridad de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México. La elección del próximo Fiscal General debe ser un proceso libre de influencias y con el objetivo de garantizar la justicia y el combate a la corrupción.
Y Sepa La Bola.. pero el 15 de septiembre, la reforma judicial se publicará en el Diario Oficial. Hay que estar atentos porque la nueva ley establece un cambio radical en la elección de los miembros del Poder Judicial, pasando de un sistema de selección por parte de órganos especializados a la elección popular. A primera vista, esta medida parece un paso hacia la democratización del poder judicial, pero un análisis más profundo revela un panorama preocupante.
La reforma, en su afán de «democratizar» la elección de jueces, ignora un principio básico: la independencia judicial, señalan muchas voce sinconformes. Al someter la elección de los magistrados a la voluntad popular, se abre la puerta a la politización del Poder Judicial, consideran.
Otro riesgo es que los partidos políticos, con sus intereses particulares, tendrán un papel determinante en la selección de los candidatos, lo que podría llevar a la designación de jueces afines al gobierno en turno.
La nueva ley establece que el Senado de la República publicará una convocatoria para la integración del listado de candidaturas. Los Poderes de la Unión postularán el número de candidaturas que corresponda a cada cargo. Este proceso, para algunas voces, lejos de garantizar la independencia judicial, la debilita. Los partidos políticos, con su control sobre el Senado y los Poderes de la Unión, tendrán la posibilidad de influir en la selección de los candidatos, favoreciendo a aquellos que compartan sus intereses.