Si no fuera por Twitter, Facebook e Instagram, muchas de las desapariciones y feminicidios quedarían en silencio. Nadie sabría de ellas, nadie les daría seguimiento. ¡Benditas redes sociales!
Itzel Cruz Alanís | Twitter: @i_alaniis
María Fernanda Contreras Ruiz desapareció la noche del 3 de abril de 2022 en la zona Tec de Monterrey, Nuevo León.
Sus dos hermanos y sus padres comenzaron una campaña de búsqueda a través de las redes sociales. No se quedaron con los brazos cruzados después de poner la denuncia en la Fiscalía de Nuevo León, ellos buscaron el apoyo más importante: el de la sociedad.
El nombre y el rostro de Marifer se hicieron vírales en cuestión de horas. Propios y extraños se preguntaban, ¿dónde está la joven de 27 años?
Justo así llegué al caso. La angustia y la desesperación de los padres los llevó a contratar servicios privados para dar con el paradero de su hija mayor.
El GPS del teléfono de María Fernanda apuntaba a la zona de la colonia ex Hacienda de Santa Rosa, en el municipio de Apodaca. Aunque la familia suplicó a la autoridad agilizar la búsqueda, la orden de cateo fue liberada hasta el 7 de abril, cuando los elementos de la agencia estatal de investigación ingresaron al domicilio, “Tetei” estaba muerta.
La fiscalía detuvo a Raúl Alfredo N, la última persona que la vio. Un hombre de 26 años que había conocido en el trabajo, al que le dio su confianza y le había prestado grandes cantidades de dinero. Lo interrogaron. Tenía mordidas y rasguños en el cuerpo y aún así lo dejaron ir porque, según su procedimiento, no había pruebas que lo involucraran.
Días después lanzaron una nueva orden de aprehensión en su contra y el 12 de abril fue capturado en el municipio de Francisco I. Madero, en el estado de Coahuila, a unos 360 kilómetros de donde habría cometido el feminicidio.
Por errores en el procedimiento, dicen los jueces, una de ellas que incluso se fue de vacaciones durante una de las audiencias más importantes, Raúl N ha sido vinculado a proceso dos veces. Raúl Alfredo N es hijo de un ministerial con gran cantidad de denuncias ante la Fiscalía estatal.
A un año de este asesinato, nuevamente están en cero, iniciando el proceso, sin una sentencia, sin una línea de investigación firme.
Hace unos días platiqué con la familia de María Fernanda y su madre, la señora Fabiola Ruiz, dice que un tiempo de cateo es cuestión de vida o muerte y tiene razón. Qué incompetencia del juez o la jueza que para liberar una orden de aprehensión tenga que esperar varios días sin pensar en las consecuencias.
Luis Carlos Contreras, el padre, recuerda que Raúl Alfredo N ya había sido denunciado por amenazas a otra joven y que si se hubieran tomado las medidas correspondientes, Marifer seguiría viva.
Frente al Palacio de Justicia de Nuevo León, amigos y familiares de “Tetei” protestaron para recordar que este feminicidio sigue impune. También realizaron una misa al sur de Monterrey.
Al terminar, la hermana de Marifer me cuestionó: ¿cómo está ligada la justicia a la presión mediática? Y ese, querido lector, es un misterio que todavía está por revelarse porque aún el caso más mencionado puede quedar en la oscuridad, para ejemplo el feminicidio de Debanhi Escobar.
Mientras descubrimos este secreto, sigamos alzando la voz en redes sociales, el único sitio en el que podría parecer que somos libres para evidenciar lo detestable, las injusticias y la falta de autoridad en este país.
Este, queridos lectores, es el rostro y la historia de una víctima más de violencia en nuestro país. No la olvidemos.