Israel Mendoza

Durante varios años, a la izquierda, primero revestida en el PRD, le costó muchos años atraer al electorado de la región norte del país

Fue hasta 2011, cuando Andrés Manuel López Obrador tuvo su primer acercamiento con Alfonso Romo, uno de los empresarios más influyentes y a quien le habló de su proyecto alternativo de nación. Fue ahí cuando apenas comenzó la construcción de una relación que comenzó a trazar un largo camino para las elecciones.

Sin embargo, ni su cercanía a partir de ese momento logró consolidar su triunfo en 2012. Seis años después fue distinto. La alianza con distintos grupos políticos y empresariales le dieron impulso. Hoy, su partido se juega varias gubernaturas en el norte y no está fácil.

El haber revertido la tendencia desfavorable en 2018 y los resultados positivos que, de acuerdo a encuestas, Morena refrendaría en los estados del norte. Con excepción, otra vez, de Nuevo León, donde el partido logró 6 de las 12 diputaciones federales, pero para la conformación de la próxima apenas rescataría 2, según las estimaciones internas del partido en el poder.

En general, la izquierda electoral ha tenido dos problemas. Uno ha sido que tiene una distribución del voto muy desigual, siempre ha tenido concentración de voto en algunas regiones del sur, particularmente, y por otro lado, una característica de esa desigual distribución del voto ha sido la muy baja penetración en el norte del país.

Sin embargo, la sorpresa la dio Jaime Bonilla, quien puso fin a los 30 años de dominio del PAN en Baja California. Si bien su gobierno sólo duró dos años, su proyecto de ampliación del mandato le trajo más puntos negativos que ahora se ven ante una candidata con poco fogueo político como Marina del Pilar Ávila ante Jorge Hank Rohn.

Aunque el avance que ha presentado Morena en la franja norte del país fue gracias al efecto López Obrador hace dos años. Ahora, le apuestan a la figura del presidente y a la narrativa incómoda que conforma la unión PRIAN.

Si bien Morena consiguió su primera gubernatura norteña en 2019, ese año el PAN también obtuvo triunfos electorales. Logró 21 de los 22 diputados uninominales del Congreso de Tamaulipas, así como 18 de los 39 ayuntamientos de Durango, 16 de ellos en alianza con el PRD.

Los estados del norte, en general, han construido una narrativa de sí mismos como estados que tienen dificultades climáticas, que no tiene la disponibilidad y la riqueza del sureste y que eso ha sido compensado con esfuerzo, trabajo y dedicación. Hay una cultura regional bastante clara que suele contrastarse mucho con los modos de quienes viven en el centro o en el sur.

Esto se suma a los resultados de la coalición que postuló a López Obrador en sus primeras dos campañas presidenciales, siendo que en ambas no ganó en uno solo de los nueve estados norteños.