Los 800 elementos que arribaron a Sinaloa, se sumarán a los esfuerzos que se realizan para revertir los índices delictivos y de homicidios vinculados a la delincuencia organizada

Fuerzas federales siguen realizando operativos tras la captura de Néstor Isidro Pérez Salas, alias El Nini, jefe de seguridad de los hijos de El Chapo Guzmán el pasado 22 de noviembre.

Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) arribaron a la ciudad de Culiacán, Sinaloa, con la intención de reforzar la seguridad en el municipio que es considerado bastión de Los Chapitos del Cártel de Sinaloa.

Los 800 elementos del Ejército mexicano tiene la intención de inhibir las actividades de la delincuencia organizada en la ciudad, misma que ha pasado durante los últimos años escenarios de suma violencia como la primera detención de Ovidio Guzmán, alias El Ratón, líder de la facción de Los Chapitos del Cártel de Sinaloa, en octubre del 2019.

En un comunicado, la Sedena informó que los elementos del Ejército mexicano atenderán de manera inmediata cualquier situación de inseguridad que se presente, todo ello por su capacidad de adiestramiento en movilidad y flexibilidad.

“La misión principal de estos efectivos castrenses es fortalecer el Estado de derecho y colaborar con las autoridades locales de los tres órdenes de gobierno actuando en todo momento con firmeza, realizando tareas de disuasión, prevención, patrullajes, reconocimientos y estableciendo puestos militares de seguridad que generen un ambiente de tranquilidad con la población”, se lee en el texto de la Sedena.

Asimismo el comunicado indica que “los 800 elementos se sumarán a los esfuerzos que se realizan para revertir los índices delictivos y de homicidios vinculados a la delincuencia organizada, atendiendo de manera inmediata cualquier situación de inseguridad que se presente, destacándose por su movilidad y flexibilidad, contando con gran capacidad de despliegue, armamento, material, equipo y adiestramiento”.

Este anunció se da a conocer luego de que el pasado 22 de noviembre, fuerzas armadas detuvieron en Culiacán, Sinaloa, a Néstor Isidro Pérez Salas, alias El Nini, jefe de seguridad de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán.

La detención de este importante líder del Cártel del Pacífico se hizo en un cateo de un domicilio de la colonia Colinas Rivera, en la zona norte de la ciudad.

Durante su captura, fuerzas armadas realizaron un importante despliegue de sus elementos en donde se pudieron ver helicópteros y vehículos blindados; sin embargo, no se reportaron reacciones del crimen organizado contras las autoridades.

De acuerdo con la periodista Anabel Hernández, una de las principales hipótesis del no actuar del Cártel de Sinaloa se debe a que Iván Archivaldo Guzmán Salazar entregó y dejó sólo a Pérez Salas, mismo que fue el encargado de desatar una violenta reacción contra las fuerzas del orden en el 2019, tras la primera captura de El Ratón.

La periodista aseguró que Guzmán Salazar hizo una junto con otros integrantes de la facción en donde se acordó entregar o asesinar a El Nini, debido a que estaba fuera de control y “comenzaba a tomar acciones por iniciativa propia”.

Un ejemplo de ello es el secuestro y ejecución de 8 personas, entre ellas un niño de 13 años, ocurrida en Sinaloa a finales de octubre. Las personas fueron levantadas en Culiacán y sus cuerpos, que algunos de ellos presentaban claras huellas de tortura, fueron abandonados en Tamazula, Durango.

“La información que obtuve es que una de las personas asesinadas era informante de la agencia antidrogas de Estados Unidos DEA y la masacre se la acreditan a El Nini, escribió Anabel Hernández en su columna del medio alemán Deutsche Welle el pasado 23 de noviembre.