Especialistas participaron en la Proyección de A 50 años del disco Adiós a los Beatles
Dos de los integrantes de The Beatles viajaron en 1969 a Oaxaca para conocer a la chamana María Sabina y, al mismo tiempo, probar sus hongos curativos, y a su regreso a la Ciudad de México hicieron una parada en Tepetlixpa, un pequeño poblado en el Estado de México que quedó marcado por esta visita, por lo que un año después de la separación definitiva del cuartelo surgió la Banda Plástica de Tepetlixpa, que realizó el disco tributo Adiós a los Beatles, de lo anterior da cuenta el documental realizado por la Unidad Lerma de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Luego de 50 años del lanzamiento del álbum mexiquense, David Rodríguez Zavala, Anabel Vélez, Daniel Nájera, Fernando Ramírez y José Meléndez realizaron un filme para recordar este homenaje que es sin duda el primero en América Latina y quizá también del mundo.
Rodríguez Zavala, coordinador de Cultura y Extensión Universitaria de la Unidad Lerma y realizador del documental, dijo que hace algunos años conoció esta historia en internet, pero fue hasta el año 2020 cuando junto con Ramírez visitó esa población, donde conocieron a Don Andrés Ortiz, director de La Banda Plástica de Tepetlixpa, cuyo nombre se debe a la “Plastic Ono Band” de Yoko Ono y John Lennon.
En el documental, Don Andrés Ortiz, director de la agrupación musical narra que en aquella época la agrupación del pueblo conformada por cerca de 15 instrumentos de viento, solían tocar música de salón, sones y danzones, pero en 1971 la disquera Caleidofono, con la que ya había producido dos discos, le propusieron la grabación de un material compuesto por diez temas populares de los Beatles, entre ellos, Yellow Submarine, Hey Jude o A hard day’s night, que aceptó entusiasmado.
Durante la presentación del documental –realizada en la casa Rafel Galván, centro de Difusión Cultural de la UAM– Nájera reconocido beatlemaniaco y gran conocedor de la escena del rock mundial, aseguró que “no estaríamos aquí si no fuera porque hace más de 60 años cuatro jóvenes cambiaron las directrices de la música popular y la cultura del siglo XX”, y en ocho años grabaron 12 álbumes que modificaron la forma de componer, grabar e incluso de ver este arte como un suceso más allá del entretenimiento”.
Ramírez, historiador e investigador de la música, sostuvo que las poblaciones de algunas regiones en el mundo han estado marcadas por una huella musical indeleble, donde los niños crecen desarrollando un oído absoluto para lograr que en pocas semanas aprendan la ejecución de un instrumento y quienes en muchas ocasiones se convierten en multistrumentistas.
Don Andrés Ortiz –dijo– es sin duda unos de ellos, un músico de oído absoluto que pasaba la mitad de la jornada sembrando sus tierras y la otra mitad tocando sus instrumentos, que siendo joven heredó esta tradición de su padre y se hizo cargo de la banda a mediados de la década de 1950, realizando tres discos bastante eclécticos y versátiles que imponen ritmos como cumbia o tropical, pero también desarrolla sublimemente el danzón, los sones y la música tradicional de los pueblos.
Cornos, trompetas, trombones, tubas, saxofones y flautas componen las versiones coloridas y pintorescas de los clásicos del cuarteto con arreglos musicales que provocan un viaje alucinante como el que llevó a los Beatles a pisar México. Pero ¿y dónde está el cordón umbilical y musical que conecta el sonido de los strawberry fields de Liverpool y las montañas sagradas del Iztaccíhuatl el Popocatépetl y el pueblo de Tepetlixpa? la respuesta está en el amor por un arte universal con un mismo lenguaje aquí y allá llamado musical.
La banda trabajó parámetros con un estilo único, innovador e inconfundible que fue parte de su propio sello de identidad, uniendo un abanico sonoro multicolor y de géneros tan distintos, pero sin duda fue la magia de los Beatles la que se unió a este pueblo cruzando el mar hasta llegar a una banda tradicional de música de viento que realizó con maestría nuevos arreglos de la mano de Don Andrés Ortiz.
Al término de la presentación, la Casa Rafael Galván de la UAM se llenó de visitantes que escucharon, corearon y bailaron las canciones del Grupo Morsa, una banda que interpreta a los Beatles desde 1982 cuando en un concurso para conmemorar los 20 años de Love me do recrearon las canciones del grupo.
El documental será paulatinamente presentado en todas las unidades académicas de la UAM, y será compartido en la web para una mayor difusión, con el fin de promover la cultura tradicional mexicana y sus alianzas con la música internacional.