Desde muy joven sintió inclinación por la carrera artística lo que la llevó a tomar clases de canto y actuación
Miguel Camacho @mcamachoocampo
Con la muerte de Silvia Pinal este 28 de noviembre terminó de escribirse una de las historias más importantes de la cultura en México, una historia que se desarrolló entre las candilejas de los escenarios teatrales, las locaciones de cine y los estudios de televisión. Una historia que tuvo momentos de gloria, aplausos y glamour; pero también de tragedias, llanto, soledad y mucha, pero mucha tristeza, como cuando murió su hija Viridiana en un accidente de tránsito.
Silvia Pinal Hidalgo nació en Guaymas, Sonora, en 1931, no conoció a su padre hasta los 10 años, fue adoptada a los cinco años de edad por Luis Pinal, segundo esposo de su madre, la señora María Luisa Hidalgo.
Desde muy joven sintió inclinación por la carrera artística lo que la llevó a tomar clases de canto y actuación. Su padre adoptivo le dijo que estudiara algo que valiera la pena, fue así que estudió mecanografía y trabajó en un laboratorio farmacéutico. Pero la inquietud por trabajar en los escenarios estaba ya muy arraigada en ella.
Tomó clases de actuación en la Escuela de Bellas Artes, donde fue alumna de Carlos Pellicer, Salvador Novo y Xavier Villaurrutia.
Inició su trayectoria en el teatro bajo la dirección de Rafael Banquells, quien se convertiría en su primer esposo, como parte de la compañía de la actriz española Isabelita Blanch, en el Teatro Ideal de la Ciudad de México.
Su carrera en los escenarios continuó con obras como Celos del aire, con Manolo Fábregas y Carmen Montejo; Don Juan Tenorio, con Jorge Mistral; La loca del Chaillot, con Prudencia Grifell; El cuadrante de la soledad, de José Revueltas, dirigida por Ignacio Retes, con escenografía de Diego Rivera; La sed, de Henri Bernstein, con Ernesto Alonso y Anna Christie, junto a Felipe Montoya y Wolf Ruvinski.
Pinal es considerada una pionera en el ramo de la comedia musical en teatro, a lo largo de sus más de 70 años de carrera produjo y actuó en varias obras entre las que destacan “Ring Ring, llama el amor”, dirigida por Luis de Llano, con escenografía de Julio Prieto, representada en el Teatro del Bosque; “Irma la dulce, que dirigió”, Enrique Rambal y en la que actuó con Julio Alemán, y la famosa “Mame”, que presentó en 1972, 1985 y 1989, bajo la dirección de José Luis Ibáñez, con quien trabajó en “Annie es un tiro”, con escenografía de David Antón, y “Hello, Dolly!” (¡Qué tal, Dolly!).
Sin lugar a duda, en el cine fue que Silvia Pinal pudo desplegar sus grandes dotes actorales. Lo mismo cantaba la “Pájara Pinta”, que sacaba adelante complejos personajes en cintas como “Un rincón cerca del cielo” (1952), la cual le valió su primer Ariel como coestelar, galardón que también recibió por su actuación en las cintas “La dulce enemiga” y “Locura pasional”.
De la mano de su segundo esposo, el productor Gustavo Alatriste y el director español Luis Buñuel, alcanzó la internacionalización con películas como “Viridiana”, “El ángel exterminador” y “Simón del Desierto”.
En televisión produjo y actuó en varias telenovelas y teleteatros desde el inicio de la televisión en México, incluso se llegó a hablar que sostuvo un romance con Emilio Azcárraga Milmo, pero quizá por lo que más se le recuerde es por la serie Mujer, casos de la vida real que produjo por 22 años.
Por influencia de quien fuera su último esposo, Tulio Hernández, quien fuera gobernador de Tlaxcala, entró a la política, fue diputada federal, senadora y diputada en la entonces Asamblea de Representantes del Distrito Federal.
Fue líder de la Asociación Nacional de Actores y de la Asociación Nacional de Intérpretes, cargos en los que realizó una importante labor a favor de sus compañeros actores.
Su faceta en la política le trajo uno de los momentos más amargos de su vida. El actual fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, quien fue productor de teatro en algún momento de su vida, la denunció por irregularidades en Protea (Asociación Nacional de Productores de Teatro), cuando Pinal la presidía.
Las denuncias de Gertz no procedieron hasta cuando Gertz se convirtió en secretario de Seguridad del Distrito Federal, periodo en el que se le giró una orden de aprehensión a la actriz y tuvo que huir de México a Miami, ciudad en la que estuvo 11 meses, hasta que fue declarada inocente.
A partir de este 28 de noviembre, las candilejas de los teatros ya no iluminarán más a Silvia Pinal; a partir de este 28 de noviembre quizá esté cantando “La pájara pinta”, en el lugar que lo hacen las leyendas.