El artista conocido por sus pinturas y esculturas voluminosas, enfermó de neumonía, aunque fue hospitalizado, falleció en su casa

El pintor, escultor y dibujante colombiano, Fernando Botero, falleció este viernes a los 91 años de edad.

El artista antioqueño, conocido por sus pinturas y esculturas voluminosas, había presentado neumonía, por lo que fue internado en un hospital, pero el mismo pidió ser trasladado a su domicilio en el principado de Mónaco, donde falleció debido a complicaciones de salud.

Botero nació el 19 de abril de 1932 en Medellín, y sus obras son una irreverente interpretación del estilo figurativo, denominado por algunos como “boterismo”, que se caracterizan desde lo plástico por una volumetría exaltada que impregna a las creaciones de un carácter tridimensional, así como de fuerza, exuberancia y sensualidad.

Su obra se inscribe en un original interpretación del estilo figurativo. Desde sus inicios Botero ha recurrido a escenas costumbristas, inicialmente con una pincelada suelta de colores oscuros (con ocasionales contrastes fuertes) cercana al expresionismo y desde finales de los años 1960, ha recurrido a una pincelada cerrada, con figuras y contornos más definidos.

Sus creaciones se han expuesto en un gran número de ciudades como Dubái, Londres, Roma, San Francisco, Chicago, Basilea, Buenos Aires, Tokio, San Juan de Puerto Rico, Santo Domingo, Berlín, Múnich, Fráncfort, Milán, Nápoles, París, Montecarlo, Barcelona -Aeropuerto del Prat-, Moscú, Ciudad de México, Monterrey o Caracas. En conjunto, su obra ha pasado por la mayoría de países europeos y americanos.

Botero es uno de los pocos artistas que se han dado el lujo de exponer sus piezas en varias de las avenidas y plazas más famosas del mundo, como los Campos Elíseos en París, la Gran Avenida de Nueva York, la Rambla del Raval de Barcelona, la Plaza del Comercio de Lisboa, la plaza de la Señoría en Florencia, frente al palacio de Bellas Artes en Ciudad de México y hasta en las Pirámides de Egipto.