La familia confirmó el deceso y anunció que su funeral será en una ceremonia privada; participó en más de 110 películas y 16 series de tv

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Alfonso Zayas Inclán, actor que fue ícono del Cine Picaresco Mexicano, que alcanzó su cumbre a finales de los años 70 y la década de los 80, falleció en los últimos minutos del 8 de julio, informó su familia en un comunicado.
“Por medio del presente y llenos de profundo dolor, comunicamos y confirmamos la dolorosa partida de nuestro querido Alfonso Zayas Inclán, la noche del jueves 8 de julio, en la Ciudad de México”, escribió su familia en el comunicado que fue colgado en su cuenta de Instagram.
Zayas adquirió fama con dos personajes que contrastaban entre sí: en su papel de las llamadas “películas de ficheras” mexicanas -que intentaron emular la comedia erótica italiana-, personificó al garañón poco agraciado que conquista un sinnúmero de mujeres, es un semental y tiene un lenguaje soez.
Mientras que, para la televisión, al lado de María Victoria, personificó a un acompañante cándido y perezoso, que manejaba un lenguaje adecuado para la pantalla chica de aquellos años.
Nació en Tulancingo, Hidalgo, el 30 de junio de 1941 y su fallecimiento se reportó en la Ciudad de México, luego de permanecer unas horas hospitalizado y en terapia intensiva.
Alfonso Zayas era sobrino nieto de Miguel Inclán, actor de la Época de Oro del Cine Mexicano. Su padre era delegado de la Asociación Nacional de Acotres (ANDA), por lo que Alfonso entró a trabajar en su juventud a Televicentro (Televisa) como jefe de piso (Floor manager).
Ahí conoció a Xavier López Chabelo y a Manuel Loco Valdés, gracias a su sentido del humor fue muy popular desde el inicio, pero no quería ser actor porque “los actores se morían de hambre”, ya lo había visto en su familia.
Luis de Llano padre se fijó en el joven y Roberto Gómez Bolaños Chespirito le dio su primera oportunidad en la televisión, en el programa Cómicos y Canciones. Chespirito era escritor del programa junto con Viruta y Capulina.
En Estados Unidos alcanzó gran fama entre la comunidad latina y, especialmente, la migrante mexicana, por los más de 10 años que participó al lado de Don Francisco, haciendo sketches para su programa “Sábado Gigante”.