El multihomicidio ocurrió el viernes por la noche en una casa en la ciudad de Cleveland, ubicada a unos 70 kilómetros al noreste de Houston

Cinco personas de nacionalidad hondureña, incluido un niño de 8 años, fueron asesinados la noche del viernes en una vivienda en el condado de San Jacinto, en Texas, a unos 90 kilómetros de Houston.

La policía identificó como responsable del multihomicidio a un hombre de nacionalidad mexicana de nombre Francisco Oropeza, de 39 años, quien logró escapar armado.

Según los testimonios de la policía, el homicida irrumpió en la vivienda de la familia y les disparó a quemarropa después de que le pidieran que dejara de dispara al aire en su jardín.

Dentro de la vivienda había 10 personas, de los cinco fallecidos, tres eran mujeres, uno un varón y un niño de 8 años que falleció mientras era trasladado a un hospital.

Las autoridades locales confirmaron que todas las víctimas eran de Honduras.

Dos de las mujeres sin vida protegieron con sus cuerpos a dos niños que sobrevivieron a la masacre.

Verónica Pineda, quien vive cerca de la casa donde sucedió la tragedia, dijo que escuchó los disparos, pero que es un sonido con el que ella está familiarizada.

«Es normal, en este barrio siempre están disparando, siempre están llamando a la policía y no se hace nada».

«Así que ayer escuché los disparos, pero pensé que era como cualquier otro día normal. Nunca pensé que estaba pasando esto».

Este nuevo incidente ocurre días después de que nueve personas resultaran heridas en un tiroteo durante una fiesta de adolescentes en el oeste de Texas.

Hace dos semanas, cuatro jóvenes fueron asesinados a tiros durante una fiesta de cumpleaños en Alabama.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., los incidentes con armas de fuego son la principal causa de muerte de niños y adolescentes de EE.UU.