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La vicepresidenta de Estados Unidos se comprometió con un sistema migratorio más «humano»

La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, visitó este viernes la frontera con México por primera vez desde que llegó al cargo, un viaje en el que trató de sacudirse las críticas de la oposición republicana y se comprometió con un sistema migratorio más «humano».

Harris se reunió con niñas migrantes de Centroamérica, trabajadores de la Patrulla Fronteriza y activistas durante una visita de varias horas a El Paso, Texas, como parte de la misión que ha asumido para contener la llegada de inmigrantes indocumentados a la frontera sur de Estados Unidos.

«Cuando hablamos de lo que ocurre en la frontera, no perdamos de vista el hecho de que estamos hablando de seres humanos», dijo Harris en una rueda de prensa al término de su visita.

Durante su visita a la frontera, Harris evitó repetir el duro mensaje de «no vengan», además de subrayar su «compromiso absoluto» con garantizar que el sistema migratorio estadounidense sea «ordenado y humano».  «Y creo que estamos haciendo avances en ese sentido», aseguró.

Harris sostuvo una mesa redonda con activistas migratorios, durante al El Paso, Texas.

La vicepresidenta también conoció a algunas solicitantes de asilo, en concreto a cinco niñas centroamericanas, de edades comprendidas entre los 9 y los 16 años, con las que se reunió en un centro de detención de inmigrantes de la Patrulla Fronteriza.

«Ellas habían huido de peligros muy grandes allí, estaban sin sus padres, pero también estaban llenas de esperanza», explicó Harris, al relatar que le preguntaron cómo se convirtió en la primera mujer vicepresidenta.  

«Eso me recordó que este tema no puede reducirse a un tema político (partidista). Estamos hablando de niños, estamos hablando de familias, estamos hablando de sufrimiento», subrayó.

Harris agregó que Estados Unidos necesita «una reforma migratoria» y que «el Congreso debe actuar».

La visita de Harris a la frontera llegó tres meses después de que el presidente Joe Biden le encargara la misión de coordinarse con los países del Triángulo Norte de Centroamérica para contener la llegada de inmigrantes a la frontera sur, que ha marcado récords desde marzo a mayo.

Además de visitar ese centro de la Patrulla Fronteriza, Harris se trasladó hacia el puerto de entrada del puente internacional Paso del Norte, uno de los más transitados del país, e inspeccionó una zona donde se revisan las peticiones de los solicitantes de asilo que cruzan desde Ciudad Juárez.

Harris recorrió el centro de procesamiento de indocumentados en El Paso, donde felicitó a los agentes fronterizos y habló con niños migrantes.

Pese que Harris visitó la frontera entre Estados Unidos y México en diversas ocasiones como senadora y fiscal general de California; esta es la primera gira desde que fue designada a resolver los problemas de inmigración.

“Estoy contenta de estar aquí. Siempre fue mi plan venir aquí, y creo que vamos a tener un día bueno y productivo”, dijo Harris en declaraciones a la prensa en la entrada del centro.

Recordó que su visita de hace dos semanas a México y Guatemala estuvo centrada en “hacer frente a las causas” que generan la migración irregular; mientras que su viaje a la frontera tiene como objetivo “observar los efectos de lo que hemos visto que ocurre en Centroamérica”.

Las instalaciones que visitó Harris, conocidas como Central Processing Center (CPC), cuentan con más de 89 mil metros cuadrados en los que se detiene a aquellos inmigrantes que acaban de cruzar irregularmente la frontera, antes de trasladarlos a otros centros.